martes, 31 de julio de 2012

"En Argentina se preconiza el consumo de marihuana"


Stella M. Rodríguez Maurig
Tuve el honor de hablar con el Dr,cuando estuve en el debate en Diputados.


El juez Gutiérrez de la Cárcova, que lleva causas por narcotráfico desde hace 30 años, dijo a Infobae América que el país sudamericano está retrasado en el combate a la oferta y fracasa en la prevención

Claudio Gutiérrez de la Cárcova integra el Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 2 de la capital argentina. Es profesor titular en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina y profesor asociado de la Universidad de Miami (Koubek Center). Ha representado a la Argentina en varios congresos y seminarios organizados por las Naciones Unidas sobre la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero.

Al juez le preocupa la demora en instrumentar medidas y poner a punto herramientas indispensables para el combate al tráfico y es categórico en cuanto a las carencias en materia de reducción de demanda: "En prevención fracasamos, no hicimos nada".


A partir de su trayectoria y experiencia, ¿cómo describiría la evolución del delito de narcotráfico en la Argentina?

Hemos pasado de ser en la década de 1980 un importante país de tránsito, debido a la droga que se producía en Bolivia, a seguir siendo hoy zona de tránsito de toneladas de cocaína hacia Europa, pero a ser también un país fuertemente consumidor y que "cocina" cocaína fronteras adentro. Hace tiempo que Naciones Unidas viene alertando de que Argentina está primera en consumo de cocaína en Latinoamérica, a nivel jóvenes, estudiantes secundarios, por ejemplo. No somos un país productor en el sentido de que no tenemos la materia prima, pero sí elaborador; eso explica el problema del "paco", el residuo de cocaína que también se consume y es altamente tóxico, pero del que se dejó de hablar, no sé por qué.


¿Argentina controla sus fronteras?

Se está trabajando. Permanentemente estoy en contacto con fuerzas federales que trabajan bien, hay escáneres móviles en la policía federal, también en gendarmería y hay tres radares donados por España en la zona fronteriza, pero no sé qué antigüedad tienen. El plan de radarización del espacio aéreo está demorado. Falta también la puesta en marcha de la informatización de migraciones en todos los puestos fronterizos y también tenemos que pensar en escanear la mercadería que sale a gran escala por todos los puertos hacia ultramar. Esto lo digo por hechos recientes. Solamente en quince días del mes de julio de 2010, el juzgado de instrucción Nº 8 tuvo causas por secuestros en puertos de afuera, pero en embarques salidos de la Argentina, por un total de cuatro toneladas y media de cocaína. Por ejemplo, una tonelada en manzanas de Cipoletti, provincia de Río Negro, otra media tonelada en un embarque de muebles, otra tonelada en heladeras comerciales: es muchísima droga.


¿Qué clase de delincuencia está en condiciones de hacer algo así?
Son organizaciones transnacionales, no de dos argentinos que se juntan acá y dicen vamos a mandar una tonelada de cocaína. No hay que olvidarse de lo que pasó con el rally Dakar (febrero de 2010), cuando mandaron una tonelada de cocaína en un camión trucho (falso) con unos españoles. Esto no involucra a dos o tres personas, estamos hablando de organizaciones criminales transnacionales con miembros de múltiples nacionalidades, españoles, colombianos y, obviamente, con una infraestructura argentina que ayuda.


¿Usted diría entonces que se trabaja bien en control del tráfico?

Lo que sé es que la policía trabaja frecuentemente un paso atrás en cuanto a tecnología, medios y gente. Gendarmería trabaja muy bien en zona norte, hay cooperación con fuerzas extranjeras en la frontera con Bolivia, pero creo que hay que ajustar algunos detalles porque la movida es grande, hay más movimiento, lo veo en el incremento de causas. Hoy estamos manejando 300 detenidos en forma permanente por tráfico internacional de droga: efedrina, cocaína y metanfetaminas -éxtasis.


¿A qué se debe el incremento del tráfico en la Argentina?
El problema es internacional, crece en todos lados, pero también hay una presión desde el norte. Colombia implementó, con ayuda de los EEUU, un plan, el Plan Colombia, que implicó más de 2 mil millones de dólares; entonces la presión, más el hecho de que Brasil tiene radarizado el 93% de su frontera, produjo un corrimiento del problema hacia Argentina. Los narcotraficantes buscan lugares donde puedan estar más cómodos para operar. Argentina tiene que estar atenta para no repetir procesos vividos por otros países. Y debe empezar a arbitrar algunas herramientas necesarias para prevenir males futuros.


¿Una de esas herramientas es la radarización?

Sí, es una carencia que arrastramos de muy lejos. En el año 1988 o 1989, no recuerdo bien, yo necesitaba seguir una avioneta que volaba de Ciudad del Este (Paraguay) hacia Don Torcuato (Buenos Aires) todos los fines de semana con 500 kilos de marihuana. Entonces ordené la interceptación de la banda de radio de la avioneta y el seguimiento por radares. Y ya en esa época Fuerza Aérea no podía seguir un avión de pequeño porte y sólo pudimos escuchar la conversación de los pilotos.


Considerando el incremento del tráfico, ¿debería la radarización ser la prioridad?Es una prioridad. Hace a la seguridad del Estado el tema del control de nuestro espacio aéreo. Otro problema es que tampoco tenemos ley de derribo. ¿Qué pasa si se detecta un vuelo irregular? ¿Qué hacemos con un avión que sabemos que es sospechoso, que no contesta, qué se hace? Es un tema delicado, pero hay que analizarlo seriamente en el Congreso. No sé si hay un proyecto al respecto. También espero que pronto haya escáneres adecuados en los puertos; me refiero a grandes máquinas que escanean sin abrir los containers. Hace un tiempo se compraron unos de origen chino para Buenos Aires. Quizá no es la mejor tecnología en imágenes (hay escáneres israelíes o alemanes que son mejores), pero me conformo aunque sea con un escáner chino en todos los puertos. A nivel terrestre hay los escáneres móviles, de pequeño porte, que sirven para un auto, una camioneta.


De pronto, hace unos años, Argentina descubrió el tema de la importación de precursores, como efedrina...

Por eso digo que venimos de atrás. Es tan rápido este fenómeno, que estamos tomando cursos, aprendiendo. Hace unos años, en 2004 y 2005 empezamos a recibir alertas sobre una gran importación de efedrina por agentes extranjeros. Hasta entonces, lo único que yo conocía era su uso como componente en un remedio nasal y que Maradona quedó afuera del mundial por su culpa. Estaba en la lista de sustancias prohibidas desde el año 2002 pero tan poco se sabía que ni siquiera había un reactivo para detectarla en caso de hallar sustancias sospechosas. Ahora sí tenemos reactivos. Lo que pasó fue que México cerró la importación de efedrina por la producción de éxtasis. Entonces los traficantes mexicanos, que ya andaban por acá, empiezan a importarla hacia Argentina desde China e India a precio bajísimo para revenderla luego en México haciendo una diferencia extraordinaria, de 5 mil a 50 mil dólares el kilo, algo así. Un negocio redondo. Ahí surge toda esta movida de la efedrina. Yo tengo muchas causas por ese tráfico.


¿Hasta entonces se la podía importar libremente?
Se podía con control, con justificación, pero no se sospechaba de esta triangulación con México para la fabricación de éxtasis. Todas las causas que tengo son de embarques con destino a Sinaloa, Puebla, etc. Estaba en tránsito acá y era efedrina en glaucol, que es un pegamento, efedrina en saborizantes, en azúcar, en cualquier sustancia que sirviera para encubrirla. Tengo una causa de 600 kilos de efedrina en azúcar. Esto fue nuevo para nosotros y hubo que actualizar a la policía, a los jueces, a los fiscales, a las fuerzas federales, porque el delito organizado busca permeabilidad en el sistema y allí se mete. Otra debilidad es el tema del extrañamiento. Cualquier delincuente extranjero puede ser expulsado a su país al cumplir la mitad de la pena. Pero el extrañamiento da por cumplida la totalidad de la pena, es decir que el delincuente no va a cumplir lo que queda de la sentencia en su país, se va libre y hasta puede volver a Argentina.


¿Hay más control ahora sobre la efedrina?
Se ajustaron los controles. Igual, tenemos una movida aquí de mexicanos y colombianos asociados en el tráfico de cocaína, incluso para introducirla en los Estados Unidos; para eso Colombia necesita a México.


Usted comentaba que hay un fuerte tráfico de marihuana desde Paraguay...
La totalidad de la producción de marihuana de Paraguay se consume en Argentina y un poco, muy poco, va a Chile. Tienen tres cosechas al año y es una producción grande en la zona de Pedro Juan Caballero. Estamos muy cerca y acá hay un consumo de marihuana tremendo, se nota en la calle, en la cancha de fútbol...


Entonces, ¿hay fallas en la prevención del consumo de marihuana?
Directamente hay una preconización del consumo de marihuana, permanentemente, en todos lados, no sé por qué. Quieren presentarla como inocua y hasta benéfica. Eso me alarma y entristece.


Se dijo mucho que era un error penar el consumo de marihuana pero en realidad nunca estuvo penado en Argentina...

El consumo de marihuana nunca estuvo penado, la tenencia sí lo estaba, incluso para consumo personal. Pero estaba ya despenalizada de hecho y mucho más desde el fallo Arriola [en septiembre de 2009, la Corte Suprema de Justicia por unanimidad sentó jurisprudencia despenalizando la tenencia para consumo personal]. Eso hace que los traficantes achiquen las cantidades a distribuir y un dealer pasa a ser un pseudoadicto, para disfrazar el tráfico. Holanda fue una catástrofe cuando pasó a permitir en los coffee shop la venta de hachís, marihuana y otras sustancias. Fue tal el escándalo, primero en los países vecinos con el narcoturismo y luego en la propia Holanda, que tuvo que bajar la cantidad permitida de venta libre por persona de 35 a 5 gramos; igual tenía a los traficantes en la puerta vendiendo cocaína. Suiza terminó recogiendo cadáveres de adictos en la plaza de Zúrich en camiones de basura. Los alemanes están que trinan con estas teorías. Pero nosotros venimos atrasados. Copiamos modelos europeos sin los millones de euros que ellos invierten en asistir a los adictos, sin sistema de salud ni plan nacional de prevención. Copiamos modelos que Europa está abandonando. Italia revirtió su legislación en materia de tenencia para consumo y volvió para atrás. Y bueno, habrá que pasar esta etapa, hacer camino al andar, como se dice. El problema es el costo social que es muy grande.


¿Cree que la Argentina está atrasada en prevención?
En prevención estamos en cero. Y esa es la otra pata de la mesa. Porque estamos hablando de reducción de oferta pero hay que reducir también la demanda. Hay que trabajar en eso desde el jardín de infantes donde ya se puede empezar la información sobre las drogas legales, tabaco y alcohol, y seguir en primario y secundario con las ilegales. Hay que modificar los currículos escolares y convertir a la prevención en una materia a lo largo de la formación de un chico. Hay que pensar además en un sistema sanitario que no está pensado en Argentina. El Estado estuvo 50 años paralizado, las cárceles que visito son de aquella época, de los años 50, 60. El Cenareso (Centro Nacional de Rehabilitación Social) que es el hospital nacional de referencia tiene las mismas 72 camas con las que fue inaugurado en 1970.


¿Hasta ahora en los colegios no se hace prevención?
Creo que no. En la ciudad de Buenos Aires incluyeron la educación sexual en los currículospero no el tema de la prevención de adicciones. No sé por qué. Al mismo tiempo el bombardeo de los medios de comunicación; es terrible. Y no hay un bombardeo del otro lado, desde el Estado, diciendo ojo que es mala la droga. Ojo, que con la marihuana se pierde concentración, memoria, coordinación de movimientos, es cancerígena... El THC, la sustancia psicoactiva de la marihuana, que los ingenieros que modificaron la genética de las plantas en el Paraguay lograron llevar del 0,5 al 0,25, ese principio químico de la marihuana ha sido cambiado: entonces el porro de los años 70 no es el de hoy, que hasta puede causar alucinaciones.


En síntesis, ¿cuál es el diagnóstico?

En el combate a la oferta, no estamos mal encaminados, sí demorados en tomar algunas medidas. En prevención fracasamos, no hicimos nada. Hay que diseñar un plan integral, con cambios en los programas escolares y la asistencia al adicto. Debimos hacerlo antes de hablar de despenalización. En cambio, tenemos una franja joven vulnerable, porque no sabe nada o, peor, recibe información falsa.

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