EstheR Sánchez Orantos
Fortaleza..............Coraje, luz, fuerza frente a los que siempre ponen el no en la boca, para mantener su fuerza, sin saber que nunca se debe decir ese no, que siempre hay que abrir puertas, que siempre hay que dar posibilidades, siempre hay que aportar soluciones, siempre hay que dar motivos, para mostrar que la vida es mucho mas de lo que se ve y se siente.
Coraje, luz, fuerza para hacer sentir que no siempre se puede caer en lo mismo, que todo tiene ese sentido que tú le quieras dar a las cosas, a tu manera de afrontar la vida, y como deseas sembrar las semillas de la vida, para poder dar respuestas y seguir adelante pase lo que pase. Porque siempre sabrás que dentro de ti tienes los dones suficientes para ello, a pesar de equivocarte o no sentirte lo suficiente valorada.
Coraje, luz, fuerza frente a lo fantasmas que aparecen solo cuando tienen dificultades y cuando no les sigues la corriente desaparecen y se olvidan de todo, pues solo utilizan a las personas, para después sentirse que el mundo esta porque solo están ellos y solo gira a su alrededor todo, se dejan manipular y se convierten en lo que nunca deberían, pero se sienten orgullosos, porque ya no tienen que pensar en como hacer su rumbo, se lo dan hecho y ya son felices.
Coraje, luz, fuerza frente a aquellas cosas que nunca serán bellas, porque solo muestran la impotencia de cada ser, para dar lo mejor, porque solo muestran la intolerancia de lo que no distinguen, ni respetan la vida tal y como es, frente a la violencia de aquellos que no se quieren ni dejan querer, porque no se aceptan ni saben que todos somos personas que no necesitamos dominios, ni posesiones y que todos sabemos trabajar y tenemos dificultades, pero las resolvemos a través del dialogo, del respeto, de la tolerancia, del amor y de todo lo bello, haciendo puentes de unión y no murallas que solo crean inconvenientes y cosas que complican mas la vida ya de por si.
Coraje, luz , fuerza para mejorarse cada día, para que cada día sea nuevo aun pareciendo que es el mismo, para valorar, ser agradecidos, para no dejar pasar cosas importantes por creernos mejores que otros, por no dejar de ser niños consentidos en todos los aspectos, porque la vida no es como nos gusta siempre, para dejar los miedos , los temores y no dejarnos manipular por aquellos que se creen superiores, para tener motivos para seguir, para madurar, para crecer y no perdernos en el valle de las lamentaciones.
Coraje, luz, fuerza para vivir con dignidad lo que nos toque, para no dar oscurantismos y si dar posibilidades, opciones y caminos, que aun siendo difíciles, puedan llevarse a cabo, porque todos somos seres humanos en lucha para mejorar y tratar de hacer de todo esto algo factible, algo que no sea un infierno y no nos transforme en lo que no somos, ni seremos.
Coraje, luz, fuerza para cada día, para cada detalle, para saber que el tiempo existe para nuestro provecho no para que nos coma vivos, para saber que hoy estamos, lo contamos y que siempre merecerá la pena.EstheR se feliz
ADICCIÓN Y ABSTINENCIA, TÉRMINOS OPUESTOS PERO NECESARIOS PARA REHABILITARSE:
La toxicomanía: la elección del sujeto de una droga u otra, es en este caso un tóxico, (cocaína, marihuana, paco, etc.) forma parte del significante que tiene para el inconciente de ésa persona.
Tendremos que pensar porque es necesario para un aparato psíquico de un sujeto X, una consolación o un quitapenas para soportar las renuncias im- puestas, por sentirnos castrados carentes de algo que no podemos alcanzar, para sobrellevar "el dolor de existir".
En "El malestar de la cultura", Freud dice que el hombre puede buscar dos caminos para apalear las insatisfacciones. Uno es buscar banalmente la felicidad o recurrir a ciertos subterfugios para reducir el malestar.
La intoxicación está puesta en esta segunda opción, no aporta la felicidad, sino opera sobre la reducción del dolor.
El dice en este texto ¿Qué espera el hombre de la vida?
La respuesta es: ser feliz, pero el término felicidad es tan amplio como inabarcable, entonces solo nos queda la evitación del dolor, y el mas crudo y autodestructivo de los métodos es a través de los químicos, pero la vía mas rápida para suprimirlo, o sea el mecanismo de la evitación.
El adicto pasa un tiempo suspendido en una felicidad, paraíso virtual, que no le permite ningún tipo de elaboración, solo suspensión de esta sensación de vació, de infelicidad, de algo que se le hace irresistible para soportarlo.
La palabra "cancelación" tiene como sinónimo (barrera, límite, puerta, cárcel), o sea el tóxico es una barrera a algo que se le puede convertir en desen freno, es este dolor que irrumpe, es una invasión que arrasa, y nada más eficaz que una sustancia psicoactiva que lo limite "hay una urgencia" que sólo el adicto la vivencia, es muy diferente al síntoma neurótico que se va tramitando lo doloroso, podemos decir que uno hace síntomas, habla verborrágicamente, aparece como algo loco y el otro se intoxica y cancela la palabra y la demanda.
En el adicto está interrumpido un proceso simbólico de una actividad fantasmática que solo la actuación le permite reducir las tensiones internas, esto es con el efecto del tóxico. Por eso creo que en nuestra posición como analistas frente a estas patologías de borde, no debe ser moralista, sino más bien tener la amplitud que permita establecer dispositivos que posibiliten un camino de la cura.
Abstinencia:
Un camino que establezcan los mecanismos defensivos para ser anudados a sintomatologías más neuróticas, menos autodestructivas. La única manera es en abstinencia, lo que hay que cancelar es el tóxico, para poder hacer un recorrido de los fantasmas que rodean a lo doloroso, y esto solo se hace en el campo de la palabra, ahondando en la subjetividad que la droga va desgastando.
El estado de abstinencia es natural en el hombre, porque siempre hay que resignar algo, para obtener objetivos, hay degradaciones que atravesar para el bien comunitario.
En la vida comunitaria se impone el concepto de abstinencia, si planteamos los predominios individuales, rompemos con los lazos sociales.
El hombre vive en estado de abstinencia con respecto al goce, el adicto vive bajo el imperio del goce, y puede embriagarse con tóxicos o con un enamoramiento, o amores platónicos que pueden convertirse en adicciones para un sujeto.
La prohibición es la que limita al goce, y como esta parado un individuo con sus defensas, y como va a poder transitar, la abstinencia del no todo, y poder soportar los vacíos, cuando pasa a ser insustituible, es insoportable el quehacer cotidiano, y debe intervenir otras defensas, y en este caso pueden ser los tóxicos, y se compara con la manía como una reacción reactiva, en lo cual hay una sustitución de muchos objetos compulsivamente por la falta de uno, el ejemplo de la mantita que suple a la madre ausente, esto sirve y es efectivo para tolerar la falta, lo que se debe tener ene cuenta en estos conceptos que si bien hay un reemplazo, lo que no se suple en su ausencia, es la carga de angustia y desorganización de la conducta.
Frente al síndrome de abstinencia, la privación del toxico, hace que reaparezca la angustia, y se genere una desorganización por el dolor que provoca esta falta. Todo esto va a tener que transitar quien tiene que atravesar la primera etapa en un tratamiento, tanto en internación como en los distintos tipos de abordaje, que son ambulatorio u hospital de día.
Es únicamente en este estado de no consumo, que se puede rehabilitar un adicto, y poder sacar a la luz todos los conflictos que dieron origen a su adicción.
La toxicomanía: la elección del sujeto de una droga u otra, es en este caso un tóxico, (cocaína, marihuana, paco, etc.) forma parte del significante que tiene para el inconciente de ésa persona.
Tendremos que pensar porque es necesario para un aparato psíquico de un sujeto X, una consolación o un quitapenas para soportar las renuncias im- puestas, por sentirnos castrados carentes de algo que no podemos alcanzar, para sobrellevar "el dolor de existir".
En "El malestar de la cultura", Freud dice que el hombre puede buscar dos caminos para apalear las insatisfacciones. Uno es buscar banalmente la felicidad o recurrir a ciertos subterfugios para reducir el malestar.
La intoxicación está puesta en esta segunda opción, no aporta la felicidad, sino opera sobre la reducción del dolor.
El dice en este texto ¿Qué espera el hombre de la vida?
La respuesta es: ser feliz, pero el término felicidad es tan amplio como inabarcable, entonces solo nos queda la evitación del dolor, y el mas crudo y autodestructivo de los métodos es a través de los químicos, pero la vía mas rápida para suprimirlo, o sea el mecanismo de la evitación.
El adicto pasa un tiempo suspendido en una felicidad, paraíso virtual, que no le permite ningún tipo de elaboración, solo suspensión de esta sensación de vació, de infelicidad, de algo que se le hace irresistible para soportarlo.
La palabra "cancelación" tiene como sinónimo (barrera, límite, puerta, cárcel), o sea el tóxico es una barrera a algo que se le puede convertir en desen freno, es este dolor que irrumpe, es una invasión que arrasa, y nada más eficaz que una sustancia psicoactiva que lo limite "hay una urgencia" que sólo el adicto la vivencia, es muy diferente al síntoma neurótico que se va tramitando lo doloroso, podemos decir que uno hace síntomas, habla verborrágicamente, aparece como algo loco y el otro se intoxica y cancela la palabra y la demanda.
En el adicto está interrumpido un proceso simbólico de una actividad fantasmática que solo la actuación le permite reducir las tensiones internas, esto es con el efecto del tóxico. Por eso creo que en nuestra posición como analistas frente a estas patologías de borde, no debe ser moralista, sino más bien tener la amplitud que permita establecer dispositivos que posibiliten un camino de la cura.
Abstinencia:
Un camino que establezcan los mecanismos defensivos para ser anudados a sintomatologías más neuróticas, menos autodestructivas. La única manera es en abstinencia, lo que hay que cancelar es el tóxico, para poder hacer un recorrido de los fantasmas que rodean a lo doloroso, y esto solo se hace en el campo de la palabra, ahondando en la subjetividad que la droga va desgastando.
El estado de abstinencia es natural en el hombre, porque siempre hay que resignar algo, para obtener objetivos, hay degradaciones que atravesar para el bien comunitario.
En la vida comunitaria se impone el concepto de abstinencia, si planteamos los predominios individuales, rompemos con los lazos sociales.
El hombre vive en estado de abstinencia con respecto al goce, el adicto vive bajo el imperio del goce, y puede embriagarse con tóxicos o con un enamoramiento, o amores platónicos que pueden convertirse en adicciones para un sujeto.
La prohibición es la que limita al goce, y como esta parado un individuo con sus defensas, y como va a poder transitar, la abstinencia del no todo, y poder soportar los vacíos, cuando pasa a ser insustituible, es insoportable el quehacer cotidiano, y debe intervenir otras defensas, y en este caso pueden ser los tóxicos, y se compara con la manía como una reacción reactiva, en lo cual hay una sustitución de muchos objetos compulsivamente por la falta de uno, el ejemplo de la mantita que suple a la madre ausente, esto sirve y es efectivo para tolerar la falta, lo que se debe tener ene cuenta en estos conceptos que si bien hay un reemplazo, lo que no se suple en su ausencia, es la carga de angustia y desorganización de la conducta.
Frente al síndrome de abstinencia, la privación del toxico, hace que reaparezca la angustia, y se genere una desorganización por el dolor que provoca esta falta. Todo esto va a tener que transitar quien tiene que atravesar la primera etapa en un tratamiento, tanto en internación como en los distintos tipos de abordaje, que son ambulatorio u hospital de día.
Es únicamente en este estado de no consumo, que se puede rehabilitar un adicto, y poder sacar a la luz todos los conflictos que dieron origen a su adicción.



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![Foto: VEAMOS OTRAS ADICCIONES Y OBSESIONES.
NO TODO SON SUSTANCIAS.
En el campo reciente del entendimiento psicológico de las dependencias, sin tan siquiera pensarlo, se "puede ser dependiente" de las cosas más increíbles y triviales: se puede ser dependiente del masajista, del peluquero, en apostar el dinero, a la comida, al terapeuta, al poder, al sexo --- sin mencionar las dependencias tradicionales al alcohol, el tabaco, al azúcar y a otras substancias de características disparejas.
A medida que nuevas actividades se introducen en nuestras vidas y en nuestra cultura, las posibilidades de ser "dependiente" a actividades imprevistas se multiplican.
Se dicen que se es dependiente a la estimulación derivada de la literatura erótica, al uso obsesivo del Internet, al visitar los chat rooms de la red mundial, a la publicación de material en forma de protesta social y aún a ciertas prácticas parafílicas --- las que como el exhibicionismo y el voyerismo --- son fenómenos de incremento reciente que se interpretan, por muchos, como dependencias.
A este respecto, puede formularse la pregunta siguiente:
¿Cómo es posible que un ser inteligente, maduro y bien adaptado, pueda depender en la pornografía? Como tantos hacen. En espiar los vecinos, como mirón indiscreto. O exhibiendo de modo sorpresivo sus órganos genitales a mujeres desprevenidas --- algo, que como hábito es difícil de eliminar.
¿Cómo es posible que un hombre pueda ser dependiente a vestir como mujer, o ser promiscuo e indiscriminado en sus inclinaciones sexuales?
Parece inconcebible, pero es posible… muy posible.
Primero veamos unos ejemplos sustraídos de la experiencia clínica y después trataremos de ofrecer una explicación.
El caso de Jon
Jon era un joven fisicoculturista (body builder) de apenas dieciséis años de edad cuando su médico lo refirió.
El problema: Jon se había desnudado, cubriéndose con un capote de lluvia y después exhibió sus genitales a las amigas de su hermana de apenas quince años de edad.
¡Escándalo! ¡Tragedia! ¡Catástrofe! El fin del mundo se aproxima, anunciado por este acto infame de perversidad sexual.
Antes de escandalizarnos, primero analicemos lo que motiva a quienes como Jon se comportan.
El caso de Dani
Dani, hombre de veinticinco años se pasa el tiempo absorto en ver películas pornográficas y en escuchar unas cintas de actividad sexual tórrida, que grabara subrepticiamente cuando su esposa le fuera infiel.
Cuando no está en el gimnasio donde se estimula a la vista de los cuerpos desnudos de otros hombres. Dani, "el macho", se masturba escuchando los jadeos y suspiros extáticos que exhalara la mujer cuando yacía en la cama amatoria con el hombre con quien le fuera infiel.
El caso de Augusto
Nunca trabajó en su vida. Augusto era víctima del gastar el dinero de modo compulsivo. Era tan cierto que tenía esa dependencia, que lo habían internado en una unidad para el tratamiento de la tendencia al gasto compulsivo de dinero, en los EE. UU.
Compraba de todo lo que encontraba, sin reparar en el hecho de que, a menudo, lo que compraba era duplicado de lo que ya poseía.
Compraba y adquiría de manera compulsiva.
El caso de Reynaldo
Reynaldo construyó un website, el cual mantenía para escribir editoriales en contra de causas que le molestaban, defender las que le complacieran, e invitar a sus amigos y visitantes al sitio a que hicieran sus contribuciones a los mismos temas.
Para atraer más visitantes a su sitio, y como la competencia por nuevos clientes en los websites es tan inmensa, en su portal proveía recetas de cocina, fotos de mujeres desnudas, información acerca del estado del tiempo y detalle de los vuelos en el aeropuerto internacional local.
La vida la pasaba concentrado en las actividades relacionadas a la actualización del contenido de su lugar electrónico.
La adicción a la comida, como causa de la obesidad, es similar al alcoholismo… piensan algunos…
Los adictos crónicos a la comida, especialmente a la llamada junk food, sufren el mismo tipo de enfermedad que las personas aquejadas por el alcoholismo o los estupefacientes, según un estudio de la Universidad de Florida (UF).
‘‘¿Cuál es la diferencia entre alguien que pierde el control sobre el alcohol o las drogas y alguien que pierde el control sobre lo que come?'' se preguntó en diversas investigaciones el jefe del área de medicina contra la adicción de la UF, el doctor Mark Gold.
El académico, quien es autor de tres estudios sobre el tema, publicados en el Journal of Addictive Diseases, se contestó, que son escasas. ''Cuando se observan sus cerebros y la respuesta [que registran estas adicciones en la imaginería resonante], las diferencias no son significativas'', afirmó Gold, quien también es profesor de psiquiatría en el McKnight Brain Institute de la UF.
Para Gold, esta adicción, ''causante de la obesidad'', se debe "en parte a que la comida se ha vuelto más refinada, más hedónica, más agradable''.
Absintio
La obesidad, por su parte, es la segunda causa de muerte prematura en los EE.UU. y los expertos prevén que en los próximos 20 años sobrepase al tabaquismo, como la primera. Según las estadísticas del 2006 del National Center for Health Statistics, alrededor de un 64 por ciento de los estadounidenses mayores de 20 años son obesos.
Investigaciones como la de Gold sobre las respuestas cerebrales de los adictos a la comida, apuntan hacia la etiología de todas las adicciones estando imbricadas con las respuestas evocadas en las mismas regiones del cerebro --- lo que aún no se ha establecido.
En resumen
Aunque se haya demostrado que las vías de procesamiento y de metabolismo en el hipotálamo, de las varias condiciones adictivas son parecidas. La comida, por su naturaleza especial y por ser elemento esencial para la supervivencia, debe de ser considerada como algo más que una simple adicción, cuando se la entiende como parte del tratamiento de la obesidad.
Las otras "dependencias", de que ya habláramos, derivan su pulsión de las actividades de la serotonina y de las endorfinas en el cerebro. Por eso son tan pertinaces y tan resistentes a todo tratamiento.](https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-prn1/t1.0-9/1911901_743138165696310_1085588448_n.jpg)

