martes, 25 de marzo de 2014

ADICCIÓN Y ABSTINENCIA, TÉRMINOS OPUESTOS PERO NECESARIOS PARA REHABILITARSE:

ADICCIÓN Y ABSTINENCIA, TÉRMINOS OPUESTOS PERO NECESARIOS PARA REHABILITARSE:

La toxicomanía: la elección del sujeto de una droga u otra, es en este caso un tóxico, (cocaína, marihuana, paco, etc.) forma parte del significante que tiene para el inconciente de ésa persona.
Tendremos que pensar porque es necesario para un aparato psíquico de un sujeto X, una consolación o un quitapenas para soportar las renuncias im- puestas, por sentirnos castrados carentes de algo que no podemos alcanzar, para sobrellevar "el dolor de existir".
En "El malestar de la cultura", Freud dice que el hombre puede buscar dos caminos para apalear las insatisfacciones. Uno es buscar banalmente la felicidad o recurrir a ciertos subterfugios para reducir el malestar.
La intoxicación está puesta en esta segunda opción, no aporta la felicidad, sino opera sobre la reducción del dolor.
El dice en este texto ¿Qué espera el hombre de la vida?
La respuesta es: ser feliz, pero el término felicidad es tan amplio como inabarcable, entonces solo nos queda la evitación del dolor, y el mas crudo y autodestructivo de los métodos es a través de los químicos, pero la vía mas rápida para suprimirlo, o sea el mecanismo de la evitación.
El adicto pasa un tiempo suspendido en una felicidad, paraíso virtual, que no le permite ningún tipo de elaboración, solo suspensión de esta sensación de vació, de infelicidad, de algo que se le hace irresistible para soportarlo.
La palabra "cancelación" tiene como sinónimo (barrera, límite, puerta, cárcel), o sea el tóxico es una barrera a algo que se le puede convertir en desen freno, es este dolor que irrumpe, es una invasión que arrasa, y nada más eficaz que una sustancia psicoactiva que lo limite "hay una urgencia" que sólo el adicto la vivencia, es muy diferente al síntoma neurótico que se va tramitando lo doloroso, podemos decir que uno hace síntomas, habla verborrágicamente, aparece como algo loco y el otro se intoxica y cancela la palabra y la demanda.
En el adicto está interrumpido un proceso simbólico de una actividad fantasmática que solo la actuación le permite reducir las tensiones internas, esto es con el efecto del tóxico. Por eso creo que en nuestra posición como analistas frente a estas patologías de borde, no debe ser moralista, sino más bien tener la amplitud que permita establecer dispositivos que posibiliten un camino de la cura.
Abstinencia:
Un camino que establezcan los mecanismos defensivos para ser anudados a sintomatologías más neuróticas, menos autodestructivas. La única manera es en abstinencia, lo que hay que cancelar es el tóxico, para poder hacer un recorrido de los fantasmas que rodean a lo doloroso, y esto solo se hace en el campo de la palabra, ahondando en la subjetividad que la droga va desgastando.
El estado de abstinencia es natural en el hombre, porque siempre hay que resignar algo, para obtener objetivos, hay degradaciones que atravesar para el bien comunitario.
En la vida comunitaria se impone el concepto de abstinencia, si planteamos los predominios individuales, rompemos con los lazos sociales.
El hombre vive en estado de abstinencia con respecto al goce, el adicto vive bajo el imperio del goce, y puede embriagarse con tóxicos o con un enamoramiento, o amores platónicos que pueden convertirse en adicciones para un sujeto.
La prohibición es la que limita al goce, y como esta parado un individuo con sus defensas, y como va a poder transitar, la abstinencia del no todo, y poder soportar los vacíos, cuando pasa a ser insustituible, es insoportable el quehacer cotidiano, y debe intervenir otras defensas, y en este caso pueden ser los tóxicos, y se compara con la manía como una reacción reactiva, en lo cual hay una sustitución de muchos objetos compulsivamente por la falta de uno, el ejemplo de la mantita que suple a la madre ausente, esto sirve y es efectivo para tolerar la falta, lo que se debe tener ene cuenta en estos conceptos que si bien hay un reemplazo, lo que no se suple en su ausencia, es la carga de angustia y desorganización de la conducta.
Frente al síndrome de abstinencia, la privación del toxico, hace que reaparezca la angustia, y se genere una desorganización por el dolor que provoca esta falta. Todo esto va a tener que transitar quien tiene que atravesar la primera etapa en un tratamiento, tanto en internación como en los distintos tipos de abordaje, que son ambulatorio u hospital de día.
Es únicamente en este estado de no consumo, que se puede rehabilitar un adicto, y poder sacar a la luz todos los conflictos que dieron origen a su adicción.
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