lunes, 17 de junio de 2013

Es un artículo que publiqué en mi revista “Dependencias” sobre la intención de algunas personas y políticos intentaren hacer la legalización de la Marijuan

Sergio Oliveira

 Mi caro amigo

Fernando Reyes Crespo

Sobre el tema que llamas atención y muí bien mi gustaría decirte mi opinión: 


Es un artículo que publiqué en mi revista “Dependencias” sobre la intención de algunas personas y políticos intentaren hacer la legalización de la Marijuana… 

...Yo no soy, ni nunca fue partidario de la prohibición, o un fan de la "guerra contra las drogas", por el contrario, siempre han entendido que la educación para la salud, el libre arbitrio y la confianza en la creencia de que como seres pensantes debe prevalecer sobre la imposición. 
No parecía probable, incluso llegar al punto, bajo una falsa sensación de seguridad, ver las personas consumieren productos destinados a potenciar el crecimiento de las plantas o de plantas ancestrales ya "prohibidos" por la ley, y que los efectos de consumo por los humano son dañosos. Y fue eludiendo una ley que los empresarios o los "traficantes" abrieron tiendas que promueven la venta de drogas llamadas "legales". Y sur la portada de esta legalidad muchos jóvenes fueran intoxicados, otros se detenían en la urgencia de los hospitales y algunos fallecieron...

Existe la idea del cannabis como una "droga blanda con pocos efectos prejudiciales para la salud." Recuerdo que la manipulación genética de la planta ha aumentado el nivel de agente activo (THc), por lo que es cada vez más peligrosa. La percepción del riesgo de la droga es muy bajo, sea por adultos o adolescentes, lo que favorece la idea de consumo, justificada por la existencia de algunos movimientos pro-cannabis, con el apoyo de la idea de bajo riesgo y el "potencial terapéutico." Sin embargo cada vez más se sabe acerca de los efectos nocivos sobre la salud física y mental de los consumidores regulares. 

Podría adjetivar algunos de los problemas con el cannabis, tales como ansiedad, ataques de pánico, depresión, trastorno bipolar, síntomas psicóticos, síndrome de desmotivación, apatía, falta de interés en el trabajo, el fracaso escolar deterioro de la capacidad cognitiva, el delirio, efectos respiratorios y cardiovasculares oculares y gastrointestinales, con un potencial de dependencia causada por el síndrome de la abstinencia, con el agravante de que muy pocas personas buscan ayuda para dejar el consumo. 

En este contexto, basado en la literatura y la investigación científica a nivel nacional e internacional, y en los recientes estudios y los resultados presentados veo con gran preocupación la iniciativa parlamentaria al no tener en cuenta que el cannabis es la principal droga ilegal que más se consume en nuestro país y en todo el mundo. Y que es una sustancia que muchos profesionales tienen cierta dificultad para clasificar, pero no tienen ninguna duda en cuanto a sus efectos negativos sobre la salud. Vuelvo a repetir, que justificar la legalización del cannabis con algunas frases hechas de que "esta droga es menos nociva que el tabaco" es negar la evidencia de que en los fumadores de cannabis el riesgo de desarrollar cáncer es mayor debido al humo que se inhala de una forma más profunda. Y que el fumo de la cannabis puede provocar un empobrecimiento de la personalidad como la apatía, deterioro de los hábitos personales, el aislamiento, la pasividad y la tendencia a la distracción, similar a los efectos de los consumidores crónicos de otros depresores del sistema nervioso central. 

La legalización de cannabis, sin tener en cuenta todas estas complicaciones, y también el hecho de que en muchos de estos consumidores están asociados otras sustancias como el alcohol, no me parece una iniciativa "saludable", ya que no considera otras situaciones mucho más abrangentes bajo el punto de vista preventivo, familiar o escuela. Creo que el problema de las drogas merece una reflexión de nuestra clase política, que debería estar más preocupada en garantizar los medios y recursos para profesionales, técnicos e investigadores para que puedan, ellos si establecer criterios, diagnósticos y estrategias de intervención basadas en la realidad social y la evidencia científica. 

"La droga no es un problema de los otros, de las familias de los demás, los hijos de los demás", sino un problema grave para todos nosotros y que no se resuelve con medidas de "legalización", pero de educación, formación y información. Y por eso toca a todos nosotros reforzar y mejorar los instrumentos de lucha y combate contra este flagelo, por forma a que podamos reducir drásticamente la oferta y el consumo de drogas y sus efectos sobre la salud pública y la cohesión social. Portugal es hoy un gran ejemplo para el mundo, porque fue capaz de imprimir una estrategia humanista tolerante y responsable de lucha contra las drogodependencias. 

No sé si la legalización del cannabis resolvería por sí mismo el problema, pero sé que por detrás de la legislación que deseen adoptar no se resolverá ninguno de los problemas que el país enfrenta en la actualidad con el consumo abusivo de alcohol y tabaco. Además, "¿por qué la legalización del cannabis, si el tabaco, que es una droga legal, se encuentra reprimida?" (Calafat 2010). Por eso sería más importante legislar sobre los medios y los recursos para responder a los problemas que el uso y abuso de las drogas está causando a muchos jóvenes y niños de nuestro país. 


Sérgio Oliveira Director de Revista Dependências
Fernando Mendes - El presidente de Portugal Irefrea

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