martes, 26 de mayo de 2015

Considero que como padres de familia , no podemos permitirnos el lujo de subestimar la importancia del ejemplo que le ofrecemos a nuestos hijos


Moise Phillips

IMPORTANTE!!!!!
Considero que como padres de familia , no podemos permitirnos el lujo de subestimar la importancia del ejemplo que le ofrecemos a nuestos hijos en casa. Mas uan en vista de las gravez consequencias que ello podria acarear!
"El ejemplo y la conducta personal es lo que va conformando la personalidad del niño.
Por tanto, la madurez personal de los padres y el clima emocional que se conforme en la familia influyen en la personalidad del hijo, tanto o más que las explicaciones que les podamos dar.
No son las palabras lo que más educa, sino el ambiente familiar global, la atmósfera que sepamos crear en nuestra familia. Son las relaciones entre los padres, el ambiente que se respira, la forma que tengamos de responder ante ciertos conflictos, la forma de ver las cosas, las actitudes que vamos transmitiendo, nuestras reacciones ante las dificultades".
Es conocida la relación entre la dinámica de una familia y el consumo de drogas; sin embargo, muchas veces son sólo hipótesis los factores enunciados y la forma en que se afirma que ejercen su influencia, y siempre en el contexto más amplio de otros muchos factores de riesgo.
Pese a esta relación hipotética conocida por mucho tiempo, los modelos explicativos del inicio al consumo de las drogas han hecho más hincapié en otros factores ambientales como la influencia de los compañeros (presión del grupo), la disponibilidad de las sustancias (acceso fácil a la droga), la falta de información sobre los efectos del uso abusivo de las drogas, etc.
En cierta medida, esto puede deberse a una respuesta defensiva que trata de situar fuera de la familia la responsabilidad de buscar soluciones al problema. Así, son los traficantes, las leyes permisivas y la asusencia de represión, las malas compañías de nuestros hijos, etc., los causantes del problema de la droga, y es, por tanto, a otros a los que corresponde poner solución.
Con estos planteamientos se carga en el joven y en las instituciones sociales la responsabilidad de prevenir y dar respuesta al problema, sin plantearse realmente cuál es el papel de los adultos más significativos para el joven en la génesis del problema y, por tanto, cuál es su tarea preventiva, siendo necesario un cambio en esta orientación.
Como hemos visto en el apartado referente al papel de la familia en el proceso de socialización, ésta es el agente más importante, y sin olvidar la influencia de los otros factores, el énfasis debería volver al contexto familiar.
Información y educación de los padres
La prevención desde la familia pasa necesariamente por la «información/educación de los padres» y, tal y como hemos comentado, ésta no debe quedar reducida al tema de las drogodependen Como afirma Calafat (1994), la prevención de la droga se alinea junto a la prevención de otras expresiones de las dificultades interiores y relacionales del adolescente; este planteamiento amplía de forma considerable el ámbito de trabajo a realizar con los padres y por los padres. Prevenir las drogodependencias en el ámbito familiar supone «simplemente» desempeñar correctamente las funciones de padre y madre.
Considerando que siempre es el momento de prevenir, esto lo debemos hacer desde la cotidianidad.
Consideramos, por tanto, que nuestra actuación como padres de familia puede tener una función preventiva eficaz de muchos problemas y entre ellos del consumo de drogas.
Conocimientos básicos sobre drogas
La información que los padres han de disponer sobre las drogas no debe estar constituida por una interminable lista de conocimientos farmacológicos. Los conocimientos básicos deben extenderse a:
Las principales drogas existentes y sus modos de acción.
Las múltiples razones para su uso.
Los factores de todo tipo que facilitan o inhiben su uso.
La importancia de mantener abiertas ciertas líneas de comunicación y una relación que anime a los hijos a discutir abiertamente sus posiciones ante el uso de las drogas.
¿Cómo criticar el consumo de drogas?
No podemos criticar de forma creíble el consumo de drogas ilegales, si nosotros consumimos alcohol o tabaco en exceso y si recurrimos a las pastillas al menor problema. Del mismo modo, difícilmente podemos favorecer y desarrollar actitudes positivas hacia una forma de vida saludable, si nuestro comportamiento no es coherente con dichas actitudes.
IMPORTANTE!!!!!
El ejemplo y la conducta personal es lo que va conformando la personalidad del niño.
Por tanto, la madurez personal de los padres y el clima emocional que se conforme en la familia influyen en la personalidad del hijo, tanto o más que las explicaciones que les podamos dar.
No son las palabras lo que más educa, sino el ambiente familiar global, la atmósfera que sepamos crear en nuestra familia. Son las relaciones entre los padres, el ambiente que se respira, la forma que tengamos de responder ante ciertos conflictos, la forma de ver las cosas, las actitudes que vamos transmitiendo, nuestras reacciones ante las dificultades.
Se ha comprobado cómo las bases más sólidas de la educación se establecen en relación con la observación/imitación del comportamiento de los padres por parte de los hijos.
Este comportamiento observado de forma continua les sirve de modelo a la hora de establecer una guía que dirija el progresivo desarrollo de su personalidad.

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