jueves, 12 de febrero de 2015

EL AHORA"""..

Debemos dirigir la atención al “ahora”, no al ayer, al después ni al antes… sino al “ahora”, al instante, al momento, al presente constante; ya que al segundo, a la milésima de segundo, el presente se vuelve pasado.

El falso ego sólo considera importante el pasado y el futuro, para el ego el momento presente apenas existe. De ahí lo importante en enfatizar el “ahora”, pensar en el pasado o incluso en el futuro nos hace olvidar lo maravilloso del presente, del “ahora”, y no hay nada más importante que el “ahora”, el instante, el momento, este segundo. No deberíamos soñar tanto con el futuro y mucho menos lamentarnos del pasado, porque con ello perdemos el “ahora”, debemos vivir el “ahora” con los ojos del presente.

Entre el pensamiento y la emoción, el primero puede mentir, el segundo no, de ahí que mediante la terapia emocional no se suela mentir, a no ser que se fuerce al adicto a decir algo y éste al no saber negarse pudiera fabular. Cuando un adicto a las drogas sufre de ansiedad, normalmente es porque se preocupa de algo que le puede ocurrir en el futuro, o tal vez de algo que le ocurrió en el pasado.

Una emoción es la reacción del cuerpo debida a mensajes de la mente, si el mensaje es de peligro y amenaza, generará una emoción de miedo y consecuentemente la aparición de ansiedad.Cuanto más se valore el “ahora”, menos dolor se le añade al residuo del pasado y menos ansiedad genera la proyección del futuro.

El “ahora” es lo que cuenta, el momento presente es lo único que se tiene. Si nos preocupamos del pasado y del futuro, ello interferirá en disfrutar del presente, que es lo más precioso que tenemos. La vida es “ahora”.

Cuanto más se vive en el “ahora”, más se disfruta de la vida. Cuando un adicto a las drogas está estresado tratando de alcanzar el futuro, su presente se convierte en un medio para alcanzar ese futuro, lo que le causa estrés… estar en el presente queriendo estar en el futuro… se pierde el presente… se pierde el “ahora”.

De esa manera vive estresado, provocándose algún trastorno y acelerando su envejecimiento. Lo mismo ocurre cuando se aferra a su pasado, perdiendo con ello el presente. Sólo deberíamos referirnos al pasado cuando sea relevante para nuestro presente, no debemos vivir esperando un futuro mejor o recordando un pasado peor… debemos vivir y afrontar el presente… el “ahora”.

Darse cuenta del “aquí y ahora”, es incrementar el control consciente sobre nuestra vida. Vivir en el “aquí y el ahora” es estar en el presente, atento y capaz de reaccionar con presteza, es tomar conciencia de lo que somos, de nuestra capacidad de relación con nuestro medio ambiente, con nosotros mismos.

El dolor del “Ahora”

El dolor tiene dos niveles: el dolor del presente y el dolor del pasado que aún vive en el cuerpo y en la mente, no podemos permitir que el pasado tenga más fuerza que el presente. El dolor sólo puede alimentarse de dolor y nunca de alegría, por eso debemos olvidarnos del pasado, superándolo, vivir nuestro presente y como mucho visualizar un futuro esperanzador mientras vivimos nuestro presente sintiéndolo “ahora”. No podemos escapar del presente buscando la salvación en el futuro y mucho menos reviviendo el pasado, la clave está en el presente, en el “ahora”.

No hay instantes vacíos ni momentos iguales, ya que cada momento es único. Lo más importante es vivir el momento, el instante, el “ahora”.

Recuerde… usted es este momento.

Todo lo que busca está dentro de usted.

Felicidad en el “Aquí” y en el “Ahora”

Normalmente los sujetos con problemas de adicción han perdido el rumbo de la vida, y viven muy preocupados por los recuerdos de su pasado y asustados por la incertidumbre de su futuro. Son pacientes anclados en el mundo de los recuerdos y de los deseos… viviendo de esta manera, se pierden el presente, el aquí y el ahora.

Es realmente difícil aceptar que todo existe en el presente momentáneo. El pasado existe e importa tan solo como parte de la realidad presente, la idea del pasado es útil algunas veces, pero al mismo tiempo no debemos perder de vista que es una idea, una fantasía que tenemos ahora. Nuestra idea del futuro es también una ficción, aunque algunas veces de utilidad, cuando lo asumimos como un ensayo y sólo como eso.

El pasado y el futuro son nuestras concepciones acerca de lo que precedió al momento presente y lo que presagiamos que seguirá a lo actual. Y todo este adivinar ocurre ahora, el ahora es el presente, aquello de lo que nos damos cuenta… ya sea que estemos recordando o anticipando, lo estamos haciendo ahora. El pasado ya fue, el futuro aún no ha llegado.