jueves, 12 de febrero de 2015

Primum non nocere. "lo primero es no hacer daño".




Primum non nocere. "lo primero es no hacer daño". 
Hipocrates.

Tener en cuenta el sufrimiento psíquico significa,
en primer lugar, evitar su agravamiento, así como aspirar
a suprimir el inducido por las formas de consumo y
sus contextos: se trata de reducir el sufrimiento ligado
a la hostilidad del entorno, es decir mejorar la situación
individual global de los consumidores de droga,
reduciendo los mecanismos de exclusión, permitiendo
el acceso a un tratamiento de calidad y a los derechos
sociales de cada uno, así como a los deberes
que estos conllevan. Esto significa una adaptación de
la legislación a la evolución de los consumidores y a
las prácticas de atención. Es necesario reafirmar que
el encierro como respuesta al consumo de drogas no
conduce sino al agravamiento de la situación de los
consumidores. Asimismo, es conveniente rechazar
todo sistema de seguimiento obligado y de carácter
totalitario, tal como algunas sectas proponen a toxicó-
manos o familiares. Por el contrario, los centros de
ayuda deben permitir un acceso libre y voluntario a los
tratamientos.
Apoyo al entorno
no podemos hablar de una disminución
del sufrimiento psíquico si nos olvidamos el que
padecen todos aquellos que rodean al paciente, la
familia, los amigos... o incluso el equipo que lo está
tratando.
La experiencia nos enseña que los pacientes que
obtienen mejores resultados son aquellos que cuentan
con el apoyo de su entorno familiar. Sin embargo,
es frecuente que los seres más allegados tengan
necesidad de ayuda y sostén, pues - en el caso de los
padres - se sienten responsables de los problemas,
las desviaciones y la inadaptación de su progenie.
Un apoyo psicológico, individualizado o en grupo,
permite aliviar los sentimientos de culpabilidad y de
vergüenza, reduce el conflicto interno y ayuda a situarse
no sólo frente al hijo, sino también frente al conjunto
del problema.
Pero también sufre el equipo que sigue al paciente,
pues debe enfrentarse a situaciones realmente
difíciles y siente una enorme impotencia al ver la magnitud
del sufrimiento que se presenta ante él. Ello
explica en parte el importante “turn over” de ciertos
equipos llamados de “primera línea”. El sufrimiento
está tan presente que es inevitable dejarse dominar
por una sensación de fracaso, poner en duda el
impacto de lo que se hace. El trabajo en equipo permite
superar estas situaciones, colocando a cada individuo
en su lugar dentro de un entramado en el que
cada uno tiene una función y contribuye, aunque sea
de forma muy modesta, al éxito de un tratamiento
que puede ser largo y complejo. El enfoque psicológico
de las situaciones, así como la supervisión colectiva
de los sufrimientos del equipo permiten evitar las
identificaciones demasiado intensas, que con frecuencia
llevan alternativamente a la fusión o al rechazo..
Fernando Reyes

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