Yo era una persona aislada. El sentimiento de soledad siempre me acompañaba y era horrible. Recuerdo en ocasiones, compartiendo con otros, pensar y sentir que nadie sabia quien yo era. Eso ha cambiado. Hoy comparto con otros quien soy, lo que siento y pienso. Me gusta estar claro. Mi hija dice que hablo demasiado. 
Verdad Gabriela?
Verdad Gabriela?
Era un esclavo de mis secretos
Antes pensaba ser diferente. Cargaba dos secretos que me avergonzaban. Pensaba que eran terribles. Si los revelaba me causaría graves daños. Entonces si que estaría solo me decía. Por eso callaba, me alejaba y me distanciaba. Temía a la intimidad.
Todo comenzó con el alcoholismo de mi padre, con el ser educado, prudente y privado, pero eso es otra historia… Esa angustia pretendí remediarla con sustancias pero esas añadieron vergüenza a la vergüenza que ya cargaba y fue otro problema a ocultar también.
Todo comenzó con el alcoholismo de mi padre, con el ser educado, prudente y privado, pero eso es otra historia… Esa angustia pretendí remediarla con sustancias pero esas añadieron vergüenza a la vergüenza que ya cargaba y fue otro problema a ocultar también.
El fondo me liberó
Un día toqué fondo con las sustancias y tuve que iniciar un proceso de cambios que entre otras cosas requirió de que sacara mis secretos al aire. Esto, que toda la vida evité, fue la fuente de mi sanación. Interiormente en lo deseaba con ganas. Estaba desesperado por salir de tanta cosa que cargaba dentro.
Las juntas fueron mi primer foro público
Llegar a las juntas y escuchar a los compañeros compartir sobre asuntos íntimos me asustó inicialmente. “¡Estos tipos lo cuentan todo!” Por eso estuve meses sin compartir hasta que empujado pormi padrino, abrí mi interior a otros y comencé un proceso de sanación.
El padrino fue mi segundo foro
Cuando hice el quinto paso con mi padrino compartí en detalle cuanta miseria cargué por años. Allí frente a él dejé todas las situaciones que me avergonzaron por años.
En ambos foros me recibieron con amor
La receptividad de los compañeros de las juntas y la de mi padrinofueron muy efectivas. Esto me dio a entender:
1. que no era diferente,
2. que mi historia vergonzosa e imperfecta era valiosa para otros,
3. que a partir de la verdad y la honestidad se puede cambiar y
4. en el proceso ayudar a otros.
De ese modo lo que antes me avergonzaba pasó a ser mi mayor tesoro.
1. que no era diferente,
2. que mi historia vergonzosa e imperfecta era valiosa para otros,
3. que a partir de la verdad y la honestidad se puede cambiar y
4. en el proceso ayudar a otros.
De ese modo lo que antes me avergonzaba pasó a ser mi mayor tesoro.
Los Doce Pasos fueron el medio para identificar mis secretos
Trabajando los Doce Pasos, haciendo inventarios, meditando y orando conocí mucho de mi. Cosas que nunca sospeché se hicieron evidentes con estas herramientas de recuperación.
Compartí lo aprendido en las juntas o con mi padrino. Fuí exhaustivo. “Los secretos pierden su poder a la luz del día” , decían en los grupos de Doce Pasos. Es cierto.
Compartí lo aprendido en las juntas o con mi padrino. Fuí exhaustivo. “Los secretos pierden su poder a la luz del día” , decían en los grupos de Doce Pasos. Es cierto.
Sin secretos quedé libre para ser íntegro y me gustó
Sin secretos, con una sola vida, conocí la integridad (ser de una sola pieza) y me gustó. Pero nadie es perfecto, estemos claros. Nadie es totalmente transparente. Soy integro en a medida que un ser humano puede serlo. Es un sentimiento lindo que no deseo perder. Mi pasado sigue siendo el mismo, un verdadero desastre pero no me avergüenzo de él. Sin ese pasado no tenndría este presente.
¿Cuál es tu experiencia con los secretos?
¿Te ahogaban los secretos a ti? ¿Te ayudaron las juntas, los Doce Pasos y el padrino a descubrir tus secretos y a liberarte de ellos? ¿Cómo es tu vida ahora? Comparte en los comentarios tu recuperación, recuerda que ¡sólo conservas lo que tienes en la medida que lo compartes con otros!
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