A la muerte no le sucede ninguna “otra vida”, a la vida le sucede inevitablemente “otra muerte”. Punto y final de nuestro “ser en este mundo”,pese a que de alguna manera, gracias a nuestras cenizas, sigamos “estando en este mundo”. Pero al no estar vivos, nuestros restos carecen de energía vital, y por tanto no son posibles los fenómenos de la imaginación ni de la conciencia; es decir, no sólo no seremos conscientes de que “estamos muertos”, sino que tampoco podremos imaginar que “estamos vivos”.
Esta conclusión no parece muy alegre pero tampoco es triste....................
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ESPERO VUESTRA OPINIÓN.
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