En la literatura de Doce Pasos se refieren a nuestra recuperación como algo que hemos recibido, un milagro y un regalo. Las frases “el milagro de la recuperación” y ”nuestra recuperación es un regalo” son comunes en la literatura de Doce Pasos. El Libro Grande dice:
“El hecho central de nuestras vidas es actualmente la certeza de que nuestro Creador ha entrado en nuestros corazones y en nuestras vidas en una forma ciertamente milagrosa.” Alcohólicos Anónimos (1993), p. 24
¿Qué significa ésto para nuestra recuperación? ¿Cuán importante es la certeza que hemos recibido un milagro?
La importancia de reconocer le milagro
Para nosotros los que estamos en recuperación fue importante reconocer que ella fue un regalo y un milagro. Este reconocimiento nos llenó de asombro y gratitud. La experiencia vivida nos motivó a llevar el mensaje a otros. Pero hay más: la misma consciencia de que habíamos recibido un milagro nos llevó a comprender que nuestra recuperación no dependía de nosotros sino de la gracia de Dios. Es decir, nosotros llegamos a El, nos pusimos en sus manos, trabajamos los pasos, pero al fin y al cabo El determinó lo que nos daría. Como dice en la literatura en el contexto del Séptimo Paso:
“We find that our Higher Power always provides us with what we need, and our faith grows as a result. We may see little bits os some of them removed. Other defects may simply be shoved out of the way for a time… We may even attain complete freedom from having to act on those defects. The point is that we have come to beleive that only the God of our understanding has the power to remove our shortcomings. We can actually ask our Higher Power to remove our shortcomings in good faith, knowing that it will happen in God’s time. This faith trascends our own ideas of what we need or think we should have.” It Works How and Why (1993), p.73
Entender que nuestra recuperación era un milagro nos alejó del egocentrismo, nos llevó a abandonar nuestras “ideas de cómo debía ser la recuperación”, nos dispuso hacia la humildad y de ella nos lanzó a la gratitud y, añado yo, previno una posible recaida.
¿Cómo he respondido al milagro y el regalo de la recuperación?
Yo tampoco pude callar mi asombro y mi alegría. Con mucho afán comuniqué lo sucedido a otros y traté de vivir de acuerdo a los principios de recuperación en mi vida diaria. Sin embargo, siempre sentí que mi entrega, mi respuesta al milagro, al regalo, era muy pobre en comparación con lo que yo entendía debía agradecerle a Dios. Esto en ocasiones me llenó de culpa. Fue en este punto la literatura me advirtió que debía dejar a un lado mi idea de la recuperación, mi idea de lo que Dios debía hacer y en vez, habría de aceptar lo que me daba y cuando lo daba porque era su obra y no la mía.
Así fue que gané mas aceptación sobre lo que ya era y tenía, aumentó mi agradecimiento y dejé de pretender una recuperación regida por mi voluntad. Me limité a reconocer que mejoré en algunos aspectos de mi vida y que eso era suficiente para mi. Yo no era el dueño de mi recuperación. Yo no me he dí la recuperación. Ella no la determiné yo. Yo me puse en las manos de Dios, trabajé los Doce Pasos, asistí a reuniones, me conseguí un padrino, compartí el mensaje y Él me regaló el milagro de mi recuperación.
¿Que piensas tú sobre el regalo de la recuperación?
¿Cómo te ha ido a ti con ere regalo y milagro que es la recuperación? ¿Cómo ese reconocimiento ha cambiado tu forma de ver ese “indulto diario” que recibimos del Poder Superior? Me gustaría saber tu opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario