viernes, 14 de abril de 2017

Reflexión sobre la prevención con la cocaína.


Qué complicada e ingenua puede sonar la relación, en concreto con la cocaína, debido a los cambios sociales e ideológicos que en este mundo globalizado se están experimentando, que nos obliga a estar en constante cambio y aprendizaje sobre las formas y modos de tratar estas adicciones, pues a una gran velocidad se queda obsoleto lo que en años anteriores dábamos por valido y bueno. Todo ello nos obliga a cambiar las estrategias y los modus-operandi, pues cada vez que encontramos una mos una manera que despierta expectativas, las redes de narcotráfico ya se nos han adelantado y puesto en juego nuevas formas de introducir y llegar al consumidor, obligándonos a cambiar sobre la marcha estrategias para poder sacar al consumidor de esa cadena y rehabilitarlo. Es triste, pero es la ley de la oferta y la demanda, y eso es difícil de cortar por la mitad.
Lo ideal sería concienciar, y que hubiese menos demanda, que no por utópico deja de ser algo a tener en cuenta. De hecho muchos estudios y terapeutas así lo intentamos llevar a cabo. Informar y formar.
De todas formas hay que ser optimistas y no perderle la cara a la cocaína, como tal, de ahí que se tengan y deban implantar campañas masivas de información y concienciación sobre la cocaína, que es en lo que me he centrado en este escrito.
Hay que promover campañas masivas para quitar clientela a todas estas redes de narcotráfico empeñadas en no dejarnos vivir por las pingües ganancias, luchar contra el consumo que, a fin de cuentas, es una lucha directa contra la oferta, pues es una buena contra-política.
Ya está obsoleto lo del antiguo “NO” (sin explicaciones), el “Basta” (sin alternativas) o el “Hasta aquí” (sin un cambio de criterios morales).
Hay que cambiar ahora, hay que buscar lo que siempre me empeño yo y los que me ayudan, en el “¿Por qué?, ¿Cómo? y ¿Cuándo empezaste?” y acercarnos al corazón del consumidor, que es el corazón del consumo.
El futuro esta ahí y hay que dar soluciones, no patadas a la puerta. Las cosas han cambiado y cambiarán más, y tenemos que hacer un gran esfuerzo de imaginación e investigación que nos ayude en esta tremenda adicción que es la cocaína.
La imagen puede contener: texto

1 comentario:

  1. Estoy viviendo lo mismo o peor dia a dia ya voy por eo año 11 tengo 28. No tengo tabique estoy embarazada y no paro. Tengi un hijo de 2 añis. Soy maestra gestora habilidosa para la compra venta. Pero dependiente en tus descripciones me veo yo y lloro. Xq es re triste xq a pesar q mi hijo es hermosamente hermoso con una luz unica yo me estoy matando sin poder parar. No quiero decirle a nadie que estoy consumiendo embarazada xq me van a odiar asi tanto como me odio yo. Por dios splo deseo terminar d sufrir y no lastimar a mas nadie. Temgo panico miedo de nose q q me alejen d mi hijo siento q ya mi cerebro esta totaomente desequilibrado y no puedo parar. Estoy profundamente deprimida y mas aun desde q me entere d mi embarazo vivosola con mi hijo endeudada y cada vez es peor y peor y rermini sintiendo una culpa insoportable q me lleva a pensar en suicidio
    Realmente amo tanto a mi hijo me da tanto miedo alejarme d el. Q todos sepan llo q soy. Xq siempre vivi de lo q piensan. Y siempre pensaron lo peor. Realmebte me siento muy triste y pido perdon x no poder.

    ResponderEliminar