miércoles, 8 de marzo de 2017

SON MIS REFLEXIONES: Fernando Reyes.

Está bien el informar, pues la gente tiene que conocer y valorar, porque no hay nada peor que el desconocer. A su vez, la información es un arma de doble filo, porque dependiendo de la persona te puede llevar a experimentar eso que te cuentan, porque el ser humano tiene ese punto de transgresión y no lo puede evitar.
Es un mundo sórdido donde se vive al límite, sea de la condición social que seas.
Es una angustia, pero eso lo decimos ahora que estamos fuera de todo ello, porque en los momentos de mayor adicción es muy difícil razonar, y eso lo sabemos todos los que venimos de este mundo
Entiendo que los que nos rodean se angustien y cansen, porque señores, no es fácil tratar con nosotros cuando estamos inmersos en nuestra adicción, hay que ser muy fuerte psicológicamente para aguantar la presión a la que sometemos a todos los que nos rodean, es duro, muy duro y me repito, nada fácil, porque quien nos quiere ayudar se desespera y no entiende cómo podemos estar en ese estado y cómo podemos vivir sólo para la droga.
Es lógico, y hay que entenderlo, intentar todo lo intentable: cariño, abandono, dureza…, pero a nosotros, seamos sinceros, nos da igual, victimizamos y manipulamos, no nos engañemos. En nuestro estado, todo lo bueno de nuestra personalidad se pierde en la droga.
Ayudar, difícil, muy difícil; comprender, se puede y se debe, pero hay que ser inflexibles, pues si vemos algo por donde manipular, no me preguntéis cómo, a eso nos agarramos y vuelta a empezar.
Leo muchos artículos, algunos comprensibles, otros que escriben expertos en el tema, incomprensibles y confusos. Hay que hablar claro sobre el tema, no liar las cosas con un exceso de información, que lo que hace muchas veces es confundir: hay que prevenir… y yo no estoy de acuerdo con lo de prevenir, pienso que es mejor decir, informar y avisar, y estar atentos por si vemos que alguien pueda estar tomando el camino equivocado.

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