miércoles, 21 de diciembre de 2016

Muchas veces se cae en la tentación, principalmente por curiosidad, por la presión de amigos, por ignorancia o por sentirse parte de un grupo.

Muchas veces se cae en la tentación, principalmente por curiosidad, por la presión de amigos, por ignorancia o por sentirse parte de un grupo.
Por presión:
Los adolescentes que consumen drogas muchas veces tratan de que sus compañeros aprueben su comportamiento, por ello, cada vez que tienen oportunidad intentan convencer a los demás para que les acompañen en su habito.
Por curiosidad:
Los adolescentes, en este punto, la empiezan a consumir para ver que se siente, dicen que entre mas temprano es la edad en que se empieza a consumir la droga, mas es el riesgo de volverse un adicto.
Por ignorancia:
Cuando alguien consume drogas y descubre que con ella se olvida de sus problemas es seguro que cada vez las consuma en mas cantidad y sin darse cuenta que ya es un adicto. Muchas veces se dan cuenta estos jóvenes que sus efectos son destructivos es cuando ya no pueden hacer nada.
Por soledad:
Como seres humanos siempre sentimos la necesidad de pertenecer a algo, a una familia, a un grupo de amigos, de trabajo, etc. Cuando llegamos a sentir soledad hacemos cualquier cosa con tal de pertenecer a un grupo y no sentirnos solos, el problema esta en que no pocas veces la gente que siente igual que nosotros se refugia en las drogas como una forma de escape de su realidad.
Los jóvenes de hoy están consumiendo mucha droga. Tienen problemas familiares y de adaptación social muy serios, muchos de ellos sufren problemas psicológicos y de adaptación social por efectos de malas amistades. Lo cierto es que toman el terrible y nefasto camino que lleva hacia el abismo, del que después es muy difícil salir.
Cuando menos se piensa, la persona que estaba consumiendo droga en pequeña escala en fiestas, porno quedar mal ante los amigos, por experimentar cosas nuevas, poco a poco va probando drogas mas fuertes y eventualmente se convierte en un adicto. Las drogas menores atraen a las drogas mayores.
El "viaje" que realizan los drogadictos los libera de ciertas inhibiciones de la vida ordinaria, mas los efectos la empeoran.
En este momento, con los conocimientos que tenemos del fenómeno de la drogadicción podemos decir sin temor a equivocarnos, que la drogadicción es una enfermedad incurable, esto no quiere decir que no pueda ser curable en algún tiempo próximo. Porque hasta el presente no se ha encontrado el tratamiento indicado.
Se sabe ya que el drogadicto establece una relación bastante patológica con la madre que cuenta con un poder para manipular muy efectivo y es una persona con un alto sentimiento de culpa, que no le permite interactuar adecuadamente en la adaptación del hijo al medio. La madre se debate constantemente entre dejarlo ser como sujeto y ubicarlo como objeto; entre odiarlo y amarlo.
Su culpa hace que le tolere al hijo comportamientos que en ocasiones rechaza; premia y castiga de manera indiscriminada., creando en el hijo un descontrol sobre lo licito y lo ilícito, lo bueno y lo malo, etc.
A la presencia de la madre se contrapone la ausencia de un padre en el drogadicto. Puede que esta ausencia sea real o simbólica. La realidad marcada por el abandono explícito en los primeros años de existencia del niño y la simbólica porque la madre no le permite al padre ubicarse como autoridad ante el hijo, así este el hombre de cuerpo presente o no. No importa aquí, que tan "duro" o pasivo sea el padre, si la madre no hace el puente entre padre-hijo, jamas será reconocido como autoridad y símbolo de identificación. Tal vez por esta razón sea que el drogadicto muestra no tener claramente definida su psicosexualidad y correlacionen con su compulsión a la repetición, comportamientos evidenciantes de su desajuste en la sexualidad.
El drogadicto aprendió a manejar la culpa de su madre y la generaliza a otras personas, sabe manejar, con dificultad impresionante, los sentimientos de las personas; por tal motivo logra obtener lo que se propone - seguir consumiendo - utilizando, sobre todo, las personas mas allegadas. A un adicto no se le debe creer en base a sus palabras, sino que, siempre
debe estar de fundamento los hechos y las adicciones que certifiquen sus reales intensiones.
Un niño no deseado, odiado, rechazado y agredido, fácilmente encontrara refugio en los psicoactivos.
Creer que todo el que prueba la droga se vuelve un drogadicto es tanto como creer que el todo el que consume alcohol esta destinado a ser un alcohólico. Así diferentes elementos ambientales, que han sido señalados como los propiciantes de la drogadicción, no dejan de ser mas que elementos contingentes a una personalidad predispuesta para hacerlo.
Se debe dejar de creer que un amigo tiene la fuerza suficiente para llevar a otro a la drogadicción; los vendedores de droga tampoco son la causa de la drogadicción; ellos y muchos otros elementos que a continuo se cumplan son solamente medios en los que el drogadicto encuentra la solución a una necesidad acuciante.
La droga viene siendo satanizada creyendo que de esta manera el consumo se acaba; no obstante, el incremento es significativo con el transcurrir del tiempo.
Si la droga fuera mala, por simple lógica no se consumiría. La droga debe tener algo de "bueno" desde que tanta gente la utiliza. No debemos olvidar que, no todos los drogadictos utilizan drogas ilícitas; una gran cantidad de ellos son víctimas de drogas licitas, que en diferentes ocasiones son recetadas por profesionales dedicados al bienestar de la salud mental.
La gran mayoría de los drogadictos y de los consumidores no dependientes busca con la droga estados emocionales, que de otra manera parece no los encuentra; es la droga capaz de contrarrestar estados displacenteros. Es también sabido que algunas personas empiezan a consumir sustancias psiocoactivas ante la falta de sueño, estado de ansiedad, estado de depresión y tristeza, estado de angustia, etc. Otros, en clases necesitadas consumen no dependientemente saben bien que así como la drogas les otorga estados placenteros también les ocasiona estados no agradables; Muchos de ellos no encuentran satisfacción en la alteración de sus estados cognitivos, como la distorsión de la percepción, cambios repetitivos de la memoria, aumento o disminución de la atención, y otras alteraciones mas. En la búsqueda por encontrar la sustancia que adecua mas a sus necesidades prueban diferentes drogas hasta que encuentran aquellas que se acercan a sus expectativas. Aunque existen algunas personas que consumen dos o mas sustancias, con los efectos buscados o similares, la gran mayoría de consumidores se queda en el consumo de una en especial, aquella que les permite satisfacer su gusto particular.
Dentro de las maneras mas fáciles de crear sujetos inmunes a la droga esta el ejemplo, en la edad en que el niño esta formando su personalidad. Si un niño ve a su padre consumir alcohol o cualquier otro psicoactivo, lo mas posible es que lo imite y tal vez termine sobrepasándolo en su uso. Una madre que acostumbre desviar su angustia a través de una ingestión exagerada de comida, con bastante probabilidad, esta enseñando a su hijo que los problemas no se solucionan, sino, que se evitan o se esconden. Es de recordar, como método preventivo, las sabias palabras Goethe: "Un niño solo aprende de quien ama"; así que no es de extrañar si el hijo asume actitudes de otras personas diferentes a sus padres, pero que de alguna manera colmaron en sus afectos.
Vicio es todo aquello en donde sabemos que tenemos que decir NO y sin embargo decimos SI. El vicio, como bien nos lo enseña el drogadicto, es la compulsión a la repetición de una adicción que sabemos no esta bien, pero no podemos dejar de hacerla.
Es una adicción donde el miedo y el placer se confunden permitiendo la liberación de estas sustancias en el torrente sanguíneo. La droga, el juego, las mujeres, el alcohol, la actividad exagerada, etc., se convierte en vicio cuando no se puede parar su uso, a pesar de la conciencia que están siendo perjudiciales para si mismo y para nosotros. El jugador en cada apuesta, el seductor en cada nueva conquista, el alcohólico en cada "tomada", el atleta en cada nueva carrera el drogadicto en cada ingestión, se juega su vida. No es la actividad en si, sino el placer emocional, no encontrando de otra manera, lo que esta presente en cada nuevo encuentro con lo prohibido; es eso lo que invita a vivir pero destruye lentamente.

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