jueves, 7 de abril de 2016

NO DUDAR JAMÁS DE LA DECISIÓN DE VIVIR SIN BEBER.

NO DUDAR JAMÁS DE LA DECISIÓN DE VIVIR SIN BEBER.
La decisión está tomada y no hay vuelta atrás. Todo lo bueno está por venir. después de analizar, valorar y sopesar los pros y los contras de seguir bebiendo o vivir sin beber; has concluido con la decisión correcta: ¡Dejar de beber! y “Vivir sin beber”. Éste es el punto final de tu vida pasada como bebedor y prisionero del alcohol, éste es el comienzo de tu nueva vida en libertad y un esperanzador futuro. Si alguna vez dudas de esta decisión solo recuerda tus infernales resacas, tus clamorosos ridículos, tu cada vez mayor incomunicación y aislamiento, tu auto-estima bajo mínimos; así como tu salud física y psíquica en franco declive. Apóyate en tus nuevas sensaciones, en tu cada vez mayor bienestar personal y social, en todo el trabajo que queda por hacer. ¡Aún queda tiempo pero ya no es tiempo de entretenerse!, ¡… Ya no es tiempo de atontarse!, … Ya no es tiempo de excusas!, … Aquí y ahora, con la decisión de VIVIRSINBEBER como bandera es tiempo de trabajar por y para ti mismo, para recuperar todo lo que el alcohol te ha arrebatado, para desarrollar tus planes y crear tus sueños. aquí y ahora, … ¡Es tiempo de vivirsinbeber!.
SENTIR, VIVIR Y COMPORTARSE COMO UN HOMBRE LIBRE DESDE EL PRIMER DÍA.
Tu nueva y mejor vida comienza justo cuando acabas tu “última copa”. Disfrútala pues sabes que es la última. No eres un enfermo, … Eres un “vencedor”: le has ganado la batalla al alcohol; puedes estar orgulloso, satisfecho y contento por haber expulsado de tu mente y de tu cuerpo al “monstruo alcohólico”. No eres un ex-bebedor, … Eres un “vividor”, pues tienes el resto de tu vida para vivirla con plena y absoluta libertad. Ahora eres tú el que manda, el que decide y no tu adicción. Siente la libertad y el poder de llevar con tus propias manos el timón, vive tu vida conscientemente y con pasión pero con la tranquilidad que da saber que estás haciendo lo correcto y comportarte como lo que eres: un hombre libre. Con responsabilidad, con compromiso, con coherencia, con dignidad, … Y por lo tanto, con la cabeza bien alta. Recuerda: no eres un enfermo, … ¡Eres un héroe de guerra! y desde el primer día de tu vida sin beber eres un modelo para los demás y para ti mismo.
BUSCAR, IDENTIFICAR, AISLAR Y SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS INTERNOS Y EXTERNOS.
A las pocas semanas de vivir sin beber te darás cuenta que asumir nuestro alcoholismo, que decidir dejar de beber, que soportar y superar el síndrome de abstinencia, no es los más difícil y ni mucho menos, soluciona nuestros problemas. Realmente lo más difícil y lo comprobarás por ti mismo, es: vivir sin beber. Es reconstruir tu vida; es llenar el vacío que deja en nosotros el alcohol; es gestionar eficientemente todas aquellas emociones, sentimientos y miserias “tapadas” por el alcohol. Es el vivir día tras día contigo mismo “a pecho descubierto”. En dos palabras: “volver a ser persona”. ¡El alcoholismo no es la causa, es la consecuencia!. Es consecuencia de problemas previos de carácter personal, familiar, laboral, etc. Es consecuencia de no afrontar y asumir responsabilidades en tiempo y forma, es consecuencia de una espiral de abulia y desidia que ablanda nuestro cuerpo y mente. Si no queremos quedar expuestos a una recaída, tenemos la obligación de hurgar en nuestro pasado, en nuestro interior y exterior e identificar esos problemas sin solucionar, esos relaciones sin cerrar, esas heridas sin curar, etc. Con coraje, con valentía y terapia si es necesario, … Solucionar, curar y perdonar para que no se repitan esos “círculos viciosos”, para cambiar los esquemas erróneos, para cambiar los paradigmas y nuestra autoestima mejore. Pues con toda seguridad y solo es cuestión de tiempo, si los problemas subyacentes no son resueltos serán de nuevo la causa de una ruinosa recaída.




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