lunes, 15 de febrero de 2016

Alégrate con la hermosura de la primavera,

Juan Enrique Corona Galvez
Alégrate con la hermosura de la primavera, el azul de los cielos, el canto de las aves y el esplandor de los ocasos. Escucha las risas de los pequeñuelos; corresponde al cordial saludo de la amistad que recibas de otros y está seguro de que sobre todo esto alienta el inmenso amor de Dios que lo renueva.
Mira aquellos seres humanos que viven en torno tuyo que, no obstante la simpleza de su condición social, son generosos, valerosos y sinceros. No ignores los callados y ocultos sacrificios, las oleadas de compasión que cubre al necesitado, al débil y al desvalido. Despacha la melancolía, la pena y el lamento. Colabora en la obra del Creador, confía en su promesa, y alégrate.
Uno de los mejores medios para lograr el éxito es contraer desde la juventud el hábito de pensar que nos va a suceder lo mejor y no lo peor; que no somos pobres y misarables criaturas perseguidas de uno y otro lado por los enemigos de nuestra dicha, sino que hemos sido creados para la alegría y felicidad, y que no estamos en el mundo para ser presa del nadie ni para forjar imágenes oscuras, sino para representarnos las más esplendorosas imágenes de nuestro fututro. No leas, ni oigas ni veas nada que turbe la paz de tu alma o la armonía de tu mente.
La escritora Ella Wheeler Wilcox decía: "Cultiva una manera positiva de pensar, y si no tienes lo que quieres, aprecia lo que tienes hasta que te sea posible cambiar las circunstancias. No malgastes energía en mirar la vida con resentimiento; halla en alla algo digno de disfrutar y goce, mientras te esfuerzas en lograr lo que decenas. Sobre todo y ante todo, acostumbrarte a ser alegre y feliz día tras día, porque el pensamiento es cuestión de hábito, y no puedes enseñarle a ser feliz en momentos, si durante años lo acostumbrastes a que fuese miserable. F24hs.

No hay comentarios:

Publicar un comentario