domingo, 5 de octubre de 2014

PREVENCIÓN DE ADICCIONES:

PREVENCIÓN DE ADICCIONES:
Prevenir etimológicamente es: prevenir = antes de venir. La prevención es una necesidad en cualquier planteamiento de la actividad humana. La prevención es la acción y efecto de prevenir es anticiparse, adelantarse, actuar para evitar que ocurra algo que no queremos que pase (prevención primaria)., es decir, poner en acción los medios o condiciones apropiados para impedir la aparición de un problema o al menos disminuir sus efectos.
Si la persona ya empezó el proceso adictivo, prevenir es intentar evitar que el problema vaya más (prevención secundaria) y en caso de existir alguna situación de dependencia, significa ayudar a las personas a recibir tratamiento para superarla y salir de ella (prevención terciaria).
La prevención es el camino más corto y definitivamente el más económico comparada ésta con la rehabilitación. Hay un dicho muy famoso que dice: más vale prevenir que lamentar. Creo que el dicho seria más completo así: más vale prevenir que lamentar y remediar. En el caso de las adicciones resulta fácil aplicar este dicho, ya que nos encontramos ante un problema en cierto modo contagioso que se extiende con rapidez, tomando por sorpresa a niños, jóvenes y hasta adultos, sin importar rango ni clase social.
Dado su gravedad y alcance, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Es urgente actuar desde las raíces del problema. En pocas palabras, ¡hay que hacer prevenir!

¿QUIÉN PUEDE HACER PREVENCIÓN?:
La prevención es una labor de todos, no sólo de los expertos en adicciones. Se compone de la suma de pequeñas aportaciones que cada uno podemos ofrecer desde el papel que desempeñamos y el lugar que ocupamos. Todos tenemos algo que decir y hacer, nadie puede hacerlo todo por sí solo.
A través de las investigaciones que se han hecho sobre adicciones y los factores que facilitan o dificultan su aparición, podemos deducir e identificar los siguientes objetivos primarios para la intervención preventiva: relaciones familiares, relaciones con los pares, el ambiente escolar y el ambiente de la comunidad.

RECOMENDACIONES:
Las adicciones no convencionales o cualquier otra adicción conllevan una serie de alteraciones o trastornos personales que van desde los pensamientos distorsionados, el estrés, el malestar físico general hasta los cambios de humor, la irritabilidad, la vergüenza o la ansiedad.
En el plano familiar el adicto llega a desatender asuntos importantes de la vida diaria, hay falta de comunicación, y su vida de la persona adicta se ve altamente diferente. Con los amigos disminuye la comunicación, la frecuencia en las actividades de ocio y, a menudo, se pierden las amistades. En el trabajo, lo más frecuente es el bajo rendimiento, la desmotivación y el absentismo.
Además de los problemas económicos, muy frecuentes en casi todas las adicciones, algunas de las adicciones psicológicas pueden desembocar en otros trastornos o enfermedades como la depresión, el Sida (adicción al sexo) o los problemas cardiovasculares. Todo esta en las personas porque muchas personas son adictas y ni siquiera lo saben, estas también tiene que ver mucho con la falta de conocimientos que carecemos ante estaos temas, es muy importante saber lo que es una adicción para no poder caer en ella, todo esta en uno mismo no caer en ninguna adicción.

TRATAMIENTO:
Las recomendaciones que se podrían dar, que estas adicciones comienzan como un simple placer, como un juego o por la misma sociedad que nos involucra, pero tenemos que ser conscientes que estas adicciones como cualquier otra son muy peligros y a la larga no podría traer muchos problemas.
El tratamiento ideal para una adicción psicológica sería una combinación de las terapias grupales con la atención psicológica individualizada.
El papel de la familia es muy importante y por ello, la mayoría de gabinetes psicológicos ofrecen sesiones de terapias en grupo también a los familiares ya que son quienes deben compartir el día a día con el adicto.
Cuando se trabaja con un adicto no se puede limitar la terapia exclusivamente a la adicción, sino que hay que descubrir qué se esconde detrás de esa adicción, las causas que han llevado a esa persona a caer en esa conducta adictiva. Depresión, ansiedad, problemas familiares o de pareja o miedo a las relaciones interpersonales suelen ser las causas más frecuentes.
A diferencia de la adicción a sustancias químicas, con la terapia para tratar la adicción al móvil "no pretendemos que los pacientes dejen el consumo sino que aprendan a realizar un uso responsable". Para ello, "es fundamental el papel que desempeñan las familias y cónyuges".
La terapia para frenar la adicción a móvil demora entre seis y ocho meses de tratamiento en varias etapas que incluyen eliminar por un tiempo el teléfono e incorporarlo progresivamente. Durante este período, el adicto debe efectuar llamadas delante de otras personas y "es aconsejable que el teléfono sea de contrato y no de prepago para controlar el gasto".
No es recomendable que niños menores de 14 años dispongan de teléfono móvil a no ser que su uso sea vigilado por los propios padres".
Las formas de tratamiento que se dan para los adictos psicológicos son mayormente en terapias grupales.

Fernando Reyes.

Foto: PREVENCIÓN DE ADICCIONES:
Prevenir etimológicamente es: prevenir = antes de venir. La prevención es una necesidad en cualquier planteamiento de la actividad humana. La prevención es la acción y efecto de prevenir es anticiparse, adelantarse, actuar para evitar que ocurra algo que no queremos que pase (prevención primaria)., es decir, poner en acción los medios o condiciones apropiados para impedir la aparición de un problema o al menos disminuir sus efectos.
Si la persona ya empezó el proceso adictivo, prevenir es intentar evitar que el problema vaya más (prevención secundaria) y en caso de existir alguna situación de dependencia, significa ayudar a las personas a recibir tratamiento para superarla y salir de ella (prevención terciaria).
La prevención es el camino más corto y definitivamente el más económico comparada ésta con la rehabilitación. Hay un dicho muy famoso que dice: más vale prevenir que lamentar. Creo que el dicho seria más completo así: más vale prevenir que lamentar y remediar. En el caso de las adicciones resulta fácil aplicar este dicho, ya que nos encontramos ante un problema en cierto modo contagioso que se extiende con rapidez, tomando por sorpresa a niños, jóvenes y hasta adultos, sin importar rango ni clase social.
Dado su gravedad y alcance, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Es urgente actuar desde las raíces del problema. En pocas palabras, ¡hay que hacer prevenir!

¿QUIÉN PUEDE HACER PREVENCIÓN?:
La prevención es una labor de todos, no sólo de los expertos en adicciones. Se compone de la suma de pequeñas aportaciones que cada uno podemos ofrecer desde el papel que desempeñamos y el lugar que ocupamos. Todos tenemos algo que decir y hacer, nadie puede hacerlo todo por sí solo.
A través de las investigaciones que se han hecho sobre adicciones y los factores que facilitan o dificultan su aparición, podemos deducir e identificar los siguientes objetivos primarios para la intervención preventiva: relaciones familiares, relaciones con los pares, el ambiente escolar y el ambiente de la comunidad.

RECOMENDACIONES:
Las adicciones no convencionales o cualquier otra adicción conllevan una serie de alteraciones o trastornos personales que van desde los pensamientos distorsionados, el estrés, el malestar físico general hasta los cambios de humor, la irritabilidad, la vergüenza o la ansiedad.
En el plano familiar el adicto llega a desatender asuntos importantes de la vida diaria, hay falta de comunicación, y su vida de la persona adicta se ve altamente diferente. Con los amigos disminuye la comunicación, la frecuencia en las actividades de ocio y, a menudo, se pierden las amistades. En el trabajo, lo más frecuente es el bajo rendimiento, la desmotivación y el absentismo.
Además de los problemas económicos, muy frecuentes en casi todas las adicciones, algunas de las adicciones psicológicas pueden desembocar en otros trastornos o enfermedades como la depresión, el Sida (adicción al sexo) o los problemas cardiovasculares. Todo esta en las personas porque muchas personas son adictas y ni siquiera lo saben, estas también tiene que ver mucho con la falta de conocimientos que carecemos ante estaos temas, es muy importante saber lo que es una adicción para no poder caer en ella, todo esta en uno mismo no caer en ninguna adicción.

TRATAMIENTO:
Las recomendaciones que se podrían dar, que estas adicciones comienzan como un simple placer, como un juego o por la misma sociedad que nos involucra, pero tenemos que ser conscientes que estas adicciones como cualquier otra son muy peligros y a la larga no podría traer muchos problemas.
El tratamiento ideal para una adicción psicológica sería una combinación de las terapias grupales con la atención psicológica individualizada.
El papel de la familia es muy importante y por ello, la mayoría de gabinetes psicológicos ofrecen sesiones de terapias en grupo también a los familiares ya que son quienes deben compartir el día a día con el adicto.
Cuando se trabaja con un adicto no se puede limitar la terapia exclusivamente a la adicción, sino que hay que descubrir qué se esconde detrás de esa adicción, las causas que han llevado a esa persona a caer en esa conducta adictiva. Depresión, ansiedad, problemas familiares o de pareja o miedo a las relaciones interpersonales suelen ser las causas más frecuentes.
A diferencia de la adicción a sustancias químicas, con la terapia para tratar la adicción al móvil "no pretendemos que los pacientes dejen el consumo sino que aprendan a realizar un uso responsable". Para ello, "es fundamental el papel que desempeñan las familias y cónyuges".
La terapia para frenar la adicción a móvil demora entre seis y ocho meses de tratamiento en varias etapas que incluyen eliminar por un tiempo el teléfono e incorporarlo progresivamente. Durante este período, el adicto debe efectuar llamadas delante de otras personas y "es aconsejable que el teléfono sea de contrato y no de prepago para controlar el gasto".
No es recomendable que niños menores de 14 años dispongan de teléfono móvil a no ser que su uso sea vigilado por los propios padres".
Las formas de tratamiento que se dan para los adictos psicológicos son mayormente en terapias grupales.

Fernando Reyes.

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