jueves, 31 de julio de 2014

La meta es la alegría de la recuperación

La meta es la alegría de la recuperación

alegria
Leer tu interpretación de lo que es la verdadera humildad me esta dando mucha serenidad, ahora me doy cuenta porque es que me sentía mal cuando escuchaba a muchos hermanos hablar de con amargura de lo defectuosos que son, no veía la luz, ahora se que es soberbia vestida de humildad cuando pretendo calzar dentro de una imagen perfecta creada por mi, juego a ser Dios y no me rindo” – Jenny
En los grupos, muchos le enseñamos a otros a levantarse pero se nos olvida enseñarles a caminar. Nos enfocamos en rescatar a otros de la enfermedad y a liberarlos de la dependencia, pero olvidamos mostrarles como vivir una vida que valga la pena. Eso genera mucha frustración pues los sacamos del infierno para mantenerlos en el purgatorio de la abstinencia, cuando muy bien podrían vivir en el cielo que es la recuperación.
Cuando yo comencé mi camino de recuperación el primer libro que leí fue el Libro Grande de AA y quedé cautivado por las promesas de vida que el contenía. Sí, me impresionó lo bien que describía la enfermedad pero yo anhelaba la libertad y luego, mucho más: vivir. Con el Texto Básico de NA me sucedió igual, sobre todo cuando me prometió alegría; ¡yo deseaba vivir alegre de verdad! Por eso trabajé (y trabajo) los Doce Pasos con determinación.
Rescatar a otros satisface y tiene un mérito extraordinario. Sin embargo, también es una manera de mantenernos atascados, seguros, en un mundo que muy bien conocemos: el de la enfermedad y sus dependencias. Así podemos vivir en las juntas o en los grupos por años y nuestras vidas girarán aún alrededor de la enfermedad. Hablamos de ella, nos cuidamos de ella, nos especializamos en ella y algunos llegamos al punto de vernos como la enfermedad y nos llamamos enfermos como si la recuperación ni existiera.
Hice dos preguntas recientemente: ¿Qué defectos de carácter han afectado tu recuperación? y ¿Qué cinco principios espirituales te han ayudado en recuperación?. La primera pregunta la contestaron sobre cien compañeros y obtuvo diecisiete comentarios mientras que la segunda la contestaron unos treinta y no obtuvo ni un solo comentario. Les digo: somos unos expertos compartiendo sobre la enfermedad pero nos quedamos mudos al compartir sobre la recuperación.
Es una verdadera lástima ese énfasis casi total en la enfermedad. Los compañeros que llegan a las juntas necesitan conocer más allá de la tristeza de la enfermedad, la alegría de la recuperación. Eso los motiva a encaminarse hacia la recuperación y a enfrentarla sin miedo, con valor. Los Doce Pasos no son fáciles y si les comunicamos una meta que valga la pena vencerán cualquier obstáculo para llegar a ella. La recuperación es posible.
Photo Credit: Lighttruth via Compfight cc Editada

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