lunes, 27 de enero de 2014

“Dejar de beber alcohol no es cuestión de fuerza de voluntad”.

JAntonio Lucero


Cuantas veces he oído “si pusieses voluntad por tu parte para dejar de beber alcohol lo conseguirías” o “dejar de beber alcohol es solo fuerza de voluntad”

Según la RAE voluntad “es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta”, “libre albedrío” o “libre elección”.
Una de las características de la enfermedad del alcoholismo es que disminuye y daña muy seriamente nuestras facultades mentales. Así que en lo que la voluntad se refiere, decidir o elegir dejar de beber alcohol, su efecto es más bien nulo.
Es triste, pero cuando ya estas afectado por el alcoholismo, no es que no tengas fuerza de voluntad, es que no tienes voluntad.
Vamos a ver, el alcoholismo es una enfermedad reconocida por la OMS, y tu no has elegido estar enfermo, así que como en cualquier otra enfermedad, tu no puedes elegir dejar de estar enfermo.

También tenemos la definición de fuerza de voluntad como “capacidad de una persona para superar obstáculos o dificultades o para cumplir con sus obligaciones”.
No pongo en duda que tengas la capacidad necesaria para dejar de beber alcohol, prácticamente todos tenemos las capacidades necesarias y muchas más, pero y aquí está “el pero”, pero otra cosa es que seas capaz, esa es la pequeña, pero importante diferencia para dejar de beber alcohol.

Para empezar dejar de beber alcohol lo más efectivo es conocer la enfermedad del alcoholismo y como te afecta a ti.

Como he dicho en otras ocasiones es muy difícil que puedas dejar de beber sin ayuda, por que luchas contra ti mismo, tú ya te conoces muy bien y te acabarás engañando.

Querer apelar a la fuerza de voluntad para dejar de beber es como querer salir de la isla nadando 100 millas para llegar al continente.
¿Cuantos conseguirían el reto? probablemente ninguno, decir ninguno quizá sea arriesgado siempre a gente para todo. Pero casi todos los que lo intenten van a fracasar, y no solo eso, lo más probable es que pierdan la vida en el intento.
Lo más lógico es que cualquier persona que quiera llegar al continente busque una agencia de viaje para que le ayuden a elegir el medio de transporte más adecuado para llegar a su objetivo.
Por mucha voluntad que tengas tu solo no puedes llegar al continente.
A los alcohólicos nos ocurre lo mismo, incluso peor, por que como alcohólico no sabes nadar, no sabes lo que tienes que hacer para dejar de beber.
Primero tienes que aprender a nadar, a dejar de beber, después mantenerte a flote y más tarde continuar nadando para no hundirte.
Una vez que aprendas a nadar ya iras adquiriendo algo de confianza en ti mismo.
Cuando lleves un tiempo nadando te cansarás y tendrás que aprender a descansar flotando, algo que tampoco sabes y también tendrás que aprender.

En todo este proceso de dejar de beber alcohol, vas adquiriendo confianza en ti mismo, y sí ya sí, algo de buena voluntad que es más bien buena disposición.

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