a la acción… podemos sentir miedo.
Esto sucede porque estábamos acostumbrados al contexto de decir, pensar, reflexionar,
no actuar, y cuando pasamos a uno contrario –quizás después de haber hecho muchos
esfuerzos para ponernos en marcha- tiembla nuestra estabilidad emocional.
Allí volvemos o deseamos volver al primer estado, al de inacción, donde de pronto,
pensamos que era confortable.
Esto significaría un retroceso y nos puede suceder siempre que cambiemos algo en
nuestras vidas. Es el primer paso de derrumbe de lo que decidimos dejar y lo desconocido
nos genera dudas, justamente, porque hemos podido tomar la decisión pero no sabemos
cómo será actuar diferente.
Ante esta situación… ¡Accioná! ¡Superá el miedo! ¡Seguí con lo que elegiste! Y dejá que fluya lo que tiene que venir y para lo que has hecho el espacio adecuado. Poco a poco, te vas a hacer amigo del nuevo ámbito y cada vez te sentirás más cómodo. Realmente, cómodo porque eso es lo que elegiste transitar, en adelante.
¡Recordá por favor! ¡Avanzar luego del primer paso! El es el comienzo de un largo camino pero hay que dar los siguientes.
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