"La propuesta de Uruguay de legalizar la venta de marihuana y de transformar al gobierno en su único vendedor refleja una creciente necesidad global de encontrar nuevas y menos violentas soluciones para una vieja y mortífera guerra", indicó el periodista de Time Tim Padgett.
"Un país sudamericano pequeño y estable propuso legalizar y monitorear la venta de marihuana, convirtiendo al Estado en su único vendedor legal", cuenta, e indica que "el propósito de esta ley sin precedentes es ganarle la partida al mercado negro, muchas veces violento (...), y canalizar los US$ 750 millones que los consumidores gastan por año hacia las arcas estatales".
El artículo señala que el debate sobre la legalización del cannabis está presente en América Latina. Recuerda que en la Cumbre de las Américas, en Cartagena, los presidentes analizaron medidas para reemplazar la actual política regional antidroga por una menos violenta.
Padgett cita, además, la posición del ministro de Defensa uruguayo, Eleuterio Fernández Huidobro, quien argumentó que "el espiral de violencia relacionada a la droga en regiones como Latinoamérica, sumado a los altos costos de la lucha contra las drogas a nivel global, puede llevar a una crisis mayor a la de las drogas en sí mismo".
"El argumento planteado por el gobierno uruguayo creció en las encuestas en los Estados Unidos", subraya Time, que informa que la mitad de los estadounidenses apoya la legalización de la marihuana, alegando que no es más dañina que otras drogas legales como el alcohol o el tabaco.
Según el autor, en la última década Uruguay demostró ser uno de los países más competentes del continente con "una de las economías más fuertes y un índice de desarrollo humano" destacables.
"El gobierno estadounidense y probablemente la ONU estén molestos por la jugada de Mujica, ya que rechazaron enfáticamente el llamado latinoamericano a la legalización de la marihuana. Pero por otro lado, el mundo está cansado del status quo", concluye la publicación
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