martes, 6 de diciembre de 2011

NORA VOLKOV (ESPECIALISTA EN LOS TEMAS RELACIONADOS CON LA DROGAS,HABLA DE ELLO) LO ACOMPAÑAMOS CON U VIDEO MUY INTERESANTE EN EL CUAL SE HABLA MUY CLARO


Nora Volkow, bisnieta de Trotsky, vivió en la casa donde lo asesinaron 
“Somos menos racionales de lo que pensamos, lo afectivo pesa más que lo cognitivo.” 
- Ud. obtuvo de universidades de todo el mundo decenas de doctorados honoris causa, premios y reconocimientos de todo tipo, por haber podido mostrar el daño que produce el consumo de drogas en el cerebro a través de neuroimágenes, y dirige el organismo que estudia la drogadicción con el mayor presupuesto del mundo; pero quienes no tienen su especialización precisan definiciones básicas, comenzando por la palabra “droga”: ¿hay buenas, como las medicinales, y malas? ¿Hay blandas y duras? ¿Son malas aquellas que producen efectos psicotóxicos? ¿O las que producen síndrome de abstinencia? ¿O de las que se puede abusar, como indicaría el nombre del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA)? Por ejemplo: ¿al no producir adicción, los alucinógenos quedan fuera del NIDA?

- La definición que se utiliza en el mundo científico es que aquellos compuestos que al usarlos pueden generar la compulsión en la toma es lo que se considera una droga de abuso. ¿Por qué la gente toma drogas? La idea es que esas drogas producen una sensación placentera, y es la razón número uno por la cual la mayor parte de la gente las toma.

Pero hay drogas que no dan un estado placentero. Aquí es donde entran el LSD, el peyote o la mezcalina, que cambian la sensibilidad sensitiva de tal manera que los estímulos son percibidos de manera diferente, y eso da una experiencia diferente del mundo. Y hay gente que toma la droga por esa razón. Después, tiene drogas como el cigarrillo, que no necesariamente da un sentimiento de placer de manera inmediata. Pero lo que sí hace es permitir temporalmente concentrarse mejor, y puede pasar que alguien las consuma porque le ayuda a pensar o a concentrarse mejor. Pero estas drogas, las llamadas de abuso, con el uso repetido son las que pueden causar adicción. Porque hay otras que ayudan a concentrarse mejor, como el café, que no causan adicción. Lo que el instituto nuestro trabaja son todas esas drogas de abuso que pueden producir el uso compulsivo y la adicción. Y eso incluye drogas legales e ilegales. Y en cuanto a si hay drogas duras y suaves, es un concepto que a nuestra sociedad le gusta usar, porque tenemos necesidad de clasificar las cosas entre las que son malas y las no tan malas. Pero eso es muy arbitrario, porque depende de cómo responde cada persona. Tomemos una que se toma como suave: la marihuana. En los últimos años aumentó el número de gente adicta a la marihuana y aumentó significativamente el número que tiene reacciones psicóticas a la marihuana. No es que haya más gente tomando marihuana. Lo que pasa es que el contenido de tetrahidrocannabinoide, la sustancia psicoactiva que genera la sensación, aumentó considerablemente. En los 80 el contenido era del 2 por ciento, y ahora tiene entre el 6 y el 8. Por eso es relativo el concepto de las drogas duras y suaves. Cada uno puede tener una mejor o peor reacción frente a la droga. Tomemos otra: el alcohol. Es considerada suave y es legal. Pero si tiene los antecedentes genéticos que lo hacen vulnerable al alcoholismo, se vuelve una droga peligrosa.


Nora Volkow
- La revista “Newsweek” publicó en 1980 que la droga que se consumía era siete veces más potente que la que se encontraba disponible en Woodstock. ¿Cada generación consume una marihuana mucho más potente que la anterior?

- Hay marihuana que tiene un contenido altísimo, por ejemplo, del 15 o 16 por ciento. Pero a mí me gusta hablar del contenido promedio, y tener una perspectiva más conservadora. Entonces lo que puedo decir es que ha aumentado tres veces.

- ¿Desde cuándo?

- Digamos que los últimos diez años.

- ¿Y en las décadas anteriores, como ya se decía en 1980?

- Ha aumentado paulatinamente. Es como la agricultura: si tiene un producto que quiere mejorar, empieza a cultivar el que le da mejor.

- ¿En la época de Woodstock la marihuana no producía efectos psicóticos, como sí la cocaína, pero la marihuana actual sí los produce?

- Siempre los ha producido. Depende de cuál es la concentración que le meten y cuál la sensibilidad del cerebro para las reacciones psicóticas. Puedo producir un cuadro psicótico o paranoico en cualquier persona si le doy dosis suficientemente altas.

- Las drogas de abuso aumentan sensiblemente la dopamina en el cuerpo, pero hay otros elementos altamente dopaminógenos que producen cambios importantes en el estado de ánimo, como el chocolate, con personas que se consideran adictas al chocolate, o el café. ¿Es una cuestión de dósis y aplicación? Leí una explicación suya en la que decía que si una persona se inyectara café en las venas tendría un efecto totalmente distinto al que produce su consumo bebido. Imagino que algo similar sucede con el té de marihuana. ¿Cuál es la frontera y cuál su relación con la dopamina?

- Nuestro cerebro no se desarrolló para consumir drogas. Está optimizado para asegurar la sobrevivencia del individuo y de la especie. La manera en que la naturaleza se asegura que nosotros actuemos como tenemos que actuar para sobrevivir es asociar las conductas adecuadas con la sensación de placer. Y esa sensación de placer crea una memoria que le va a hacer que quiera volver a repetir esa experiencia.

- El placer del sexo y la comida.

- Produce placer lo que es indispensable para la supervivencia del individuo y de la especie. De tal manera que nuestro cerebro está hecho para responder al placer. Podemos decir: “Esto no me parece muy bien o no es políticamente correcto”. Pero la realidad es que esta es la manera como la naturaleza se asegura de que se sigan las conductas que van a permitir que sobrevivamos. ¿Qué es placer? Es un concepto relativo, porque lo que es placentero en un momento no lo es en otro. Entonces, el cerebro tiene que desarrollarse de tal manera que tenga la flexibilidad para mandar la señal de placer cuando es adecuado. Esta señal es la dopamina. Entonces, si usted me la estuviera aumentando ahora, yo relacionaría este momento con algo extremadamente importante para mi sobrevivencia, que experimentaría como algo importantísimo que me gustaría repetir. Eso es lo que hace la dopamina.

- ¿El amor?

- Exacto, si se enamora de alguien, está liberando dopamina, y le genera una sensación que llamamos de placer. Si está muy enamorado de alguien, no se puede separar. Esta misma sensación es la de un adicto con la droga. Las drogas tomaron estos circuitos del cerebro que funcionan para enamorarse y asegurar que se multiplique la especie o para que coma y no se muera de hambre; esa motivación tan intensa es donde actúa la droga. Y es por pura química. Tiene estos compuestos que se acoplan perfectamente a los receptores de nuestro cerebro que normalmente están modulando las descargas dopaminescas.

- Y otros sentimientos que no tienen que ver con la reproducción.

- Las interacciones sociales aumentan la dopamina. O un libro que emocione, un cuadro, la cara de una persona muy bella. Pero las drogas aumentan la dopamina de manera más directa, potente y eficaz que cualquier otro estímulo fisiológico. La cantidad de dopamina que se aumenta al consumir cocaína es de 5 a 10 veces mayor que al tomar el mejor de los chocolates. Como el cerebro no se hizo para recibir esas concentraciones de dopamina, esos cambios tan profundos, al generarse una respuesta más allá de la fisiología, inmediatamente el cerebro inicia cambios para adaptarse. Es lo que se llama homeóstasis, que es que cuando se tiene un cambio en un sistema biológico no aguantamos mucho…

- El termostato que corta.

—Claro, entonces, al tomar una droga que activa los mismos procesos que la comida, el sexo, la belleza o las interacciones sociales, pero de una manera más eficiente, desarrolla una respuesta mucho más poderosa, pero también inicia una serie de cambios para esa homeóstasis.

- Es mucho más facil dañar al termostato con droga que con chocolate o el sexo.

- Las drogas son esas sustancias que tiene mayor posibilidad de desajustar el termostato. Porque no todo el mundo se vuelve adicto a las drogas. Hay personas que pueden consumir cocaína cada 6 meses sin ningún problema. Pero a cierta gente, con cierta vulnerabilidad genética, estímulos naturales como la comida pueden desajustarle el termostato, y se vuelve una compulsiva a comer, que es cuando la persona no se sacia. Lo mismo se da con el sexo. Hay gente que tiene una compulsividad sexual en la que nunca hay una sensación de saciedad. En ellos se ha desajustado el termostato.

- ¿Sigue siendo correcto el uso de la palabra adicción? Su etimología refiere a “ausencia de palabras”: “a-dicto”.

- La adicción tiene un componente de pérdida del control. En el mundo psiquiátrico se ha dicho que la persona adicta no tiene voluntad. Y con ese argumento, se echó la culpa al adicto. La voluntad es el producto del funcionamiento de áreas específicas de nuestro cerebro que el uso repetido de las drogas daña. De aquí que el concepto de la adicción para mí es en el cual la persona no puede controlar la ingesta de drogas a pesar de que conscientemente ya no las quiera tomar y de que es muy consciente de que tiene consecuencias catastróficas.

- Una de las distintas fronteras que separan las drogas legales (el cigarrillo, por ejemplo) de las ilegales (marihuana, cocaína, etc.) está relacionada con cómo afecta a terceros el consumo de esa droga por el adicto. Quien fuma tabaco, al no perder el control de sus actos como sí sucede con el consumo de drogas ilegales, no se transforma en un peligro para los demás. Pero el alcohol, siendo una droga legal, sí afecta a terceros, porque quien bebe en exceso es un peligro al volante, o puede ser más agresivo. A comienzos del siglo pasado, en EE.UU. estuvo prohibida la venta de alcohol y no la de tabaco. En orden de prioridad: ¿sería útil para la sociedad que se declarara ilegal el alcohol o el cigarrillo? Y en ese caso, ¿cuál primero?

- No todas las drogas son igualmente adictivas. ¿De qué depende? Número uno, de la magnitud del cambio de la dopamina que produce la droga. La metanfetamina es la que produce un mayor cambio en el cerebro. Por mucho. Desde ese punto de vista, es la droga que genera una mayor dependencia, una mayor compulsividad. El alcohol y el cigarrillo producen niveles de dopamina mucho más bajos que las otras drogas clásicamente ilegales. Cuando me pregunta qué es más importante, si hacer ilegal el alcohol o los cigarrillos, yo diría que el porcentaje de gente que bebe alcohol es altísimo, pero es muy pequeño el porcentaje de gente que se vuelve problemática al beberlo. El alcohol no es tan adictivo como las otras. Y lo mismo sucede con la nicotina. El problema de la nicotina es que por su accesibilidad es la única droga que aunque no produce grandes cambios de dopamina, sí permite mezclarla con la vida diaria. No interfiere con las capacidades cognoscitivas. Cuando se aumenta la dopamina, uno asocia esa situación con algo placentero. Esto se llama acondicionamiento. Y le va a generar querer fumar el cigarrillo. Entonces el cigarrillo, al mezclarlo en la vida, genera un acondicionamiento a casi todo lo que lo rodea. De aquí que aunque no sea tan adictivo se vuelve tan difícil dejar de fumar.

- Como en todo, la industrialización lo hizo “eficiente”.

- Increíblemente accesible. Si hubiera que inyectárselo, no sería lo mismo. El cigarrillo es extraordinario desde el punto de vista de la administración de las sustancias. La nicotina permite usarla tan rápido porque entra y sale del cerebro muy rápidamente, lo cual no sucede con otras sustancias. Todas sus propiedades de farmacoquinesia son perfectas para el cigarrillo y le puede aumentar la concentración, lo cual a su vez le permite mezclarlo con su vida diaria. Uno de los problemas que están muy poco hablados es el uso del cigarrillo durante el embarazo. Sin embargo, tiene efectos más dañinos que el de otras sustancias ilícitas, como la heroína o la cocaína.

- Entonces no haría ilegal el alcohol. Además, el vino es bueno para el corazón.

- Cuando se intentó hacer ilegal el alcohol, no resultó porque permitió el mercado negro, y las consecuencias del alcoholismo no se pudieron controlar. Lo haría mucho más caro. Pondría leyes mucho más rigurosas en el uso del alcohol cuando alguien maneja. También bajaría el nivel de lo que se llama intoxicación. Y también tomaría medidas de penalización mucho más grandes sobre aquellos lugares en los que se vende alcohol a menores.

- En la Argentina se debate la despenalización del consumo de droga. ¿Ud. es partidaria de la despenalización parcial o total del consumo?

- No. Por mucho, las dos drogas que generan más muertes son el alcohol y la nicotina. ¿Por qué? Porque son las más accesibles. Al ser las drogas legales, el consumo se va para arriba. Se lo garantizo.

- ¿Qué pasó en Holanda con la marihuana?

- Holanda tiene una política abierta sobre el uso de la marihuana y Estados Unidos no. Sin embargo, en Estados Unidos se consume mucho más. ¿Por qué? Son sociedades completamente distintas. Estados Unidos tiene uno de los consumos más altos entre los jóvenes. ¿Qué lo determina? Hay muchos factores de cultura. El grupo social, por ejemplo. Si en su grupo social consumen drogas, es mucho más probable que usted las consuma. Entonces, legalizar la marihuana en Estados Unidos como se ha legalizado en Holanda produciría un aumento.

- ¿En Holanda aumentó pero sus niveles previos eran más bajos?

- Siempre aumenta, claro.

- ¿La prohibición no convierte al consumo de drogas en algo más deseable todavía?

- Para los jóvenes y para ciertas personalidades es así. Hay que hacerles ver a los jóvenes que ese concepto que tienen de la libertad, básicamente, es consumir una droga que daña el cerebro en las zonas vinculadas con la voluntad. De tal manera que se va a volver un ser repetitivo. Entonces lo que como rebelde quiere romper, el ser predecible, es antitético a lo que hacen las drogas.

- Varios premios Nobel, generalmente de Economía, han promovido la legalización de las drogas para eliminar la violencia que genera el narcotráfico. ¿Están mal informados?

- Los economistas traen toda su perspectiva económica sin tener el conocimiento de cuáles son las consecuencias del uso de las drogas sobre el cerebro.

- ¿Nunca la consultaron?

- Muchas veces me han preguntado, y yo digo que como científica me manejo con los datos, y los datos claramente dicen que si las drogas ilegales se hacen legales el consumo se va para arriba.

- Según un informe de la ONU, reproducido en PERFIL, la Argentina es el principal consumidor de anfetaminas del mundo, por sobre los Estados Unidos y Brasil. ¿Por qué puede suceder esto y cómo se combate el uso de estas “drogas legales”?

- Hablemos de los anfetamínicos que se utilizan como medicamentos. Dejemos la metanfetamina afuera. Actualmente, empezamos de nuevo a ver un aumento significativo en el uso de los estimulantes en Estados Unidos. Y en esto mucho tienen que ver las recetas para el uso de la anfetamina. En Estados Unidos, a partir de las recetas, el consumo se ha doblado cada 5 o 10 años. Y la producción también ha aumentado.

- ¿Y a qué se atribuye?

- En el sistema médico hay modas. Durante muchos años hemos utilizado los estimulantes para el déficit de la atención. Se creía que ocurría con los niños y los adolescentes, y que cuando se entraba a la vida adulta desaparecía. Pero lo que se ha documentado en los últimos diez años es que no es cierto, y que un 70 por ciento de los chicos que tienen este déficit pasan a la vida adulta con el mismo problema. Lo que aumentó significativamente es la prescripción de estos estimulantes a la gente que sufre del déficit de atención. El problema reside en saber qué tan adecuados son estos diagnósticos. Al aumentar la producción de estos medicamentos, se vuelve mucho más accesible. La otra cosa que estamos viendo en Estados Unidos y en Europa es el aumento del uso de estos estimulantes para aumentar la capacidad cognitiva. Por ejemplo, si tiene que terminar este artículo para mañana a las seis de la mañana, se toma estos estimulantes y va a estar alerta toda la noche. Esto es lo que hacen los estudiantes antes de los exámenes o los abogados antes de un caso importante. También se da para la pérdida de sueño o de peso. Lo que pasa es que las personas se vuelven tolerantes y empiezan a tomar cada vez más.

- Incluyamos ahora la metanfetamina, sobre la que Ud. recién dijo que era la que produce un mayor cambio en el cerebro, mayor dependencia y mayor compulsividad.

- Y además es muy fácil de hacer.

- En la Argentina recientemente tuvimos un triple crimen que se atribuye a hasta el no hace mucho desconocido para los argentinos Cartel de Sinaloa, los líderes de la metanfetamina. ¿Qué pasa con México y la metanfetamina?

- En los últimos dos o tres años, la metanfetamina, que hace cinco años no existía, se ha vuelto la causa número uno de admisión psiquiátrica en lugares como Colima (norte de México).

- En Argentina el consumo de metanfetamina en las discos se convirtió en una moda tan difundida que el agua mineral con la que combate la deshidratación quien consumió, se vende al doble del precio de una cerveza, y los dueños de las discos cierran el aguda corriente de los baños para obligar a los adolescentes consumidores a comprar agua. ¿Escuchó de algo similar en otros países?

- No había oído esto nunca. En las discotecas están las metanfetaminas y el éxtasis, que son particularmente tóxicas cuando se combinan con la hipertemia y la deshidratación, y la manera en que se pueden dar casos muy serios de intoxicación es no dando agua.

- ¿Es la metanfetamina en el siglo XXI lo que fue la cocaína en las últimas décadas del siglo pasado: la droga euforizante de la fiesta?

- En Estados Unidos el éxtasis ha bajado muchísimo. El gobierno se metió en una campaña muy poderosa para hacer evidentes sus consecuencias. Y lo mismo se está haciendo hoy con la metanfetamina, y aparentemente se está yendo para abajo. Desgraciadamente estamos viendo un resurgimiento de la cocaína, y como problema número uno el aumento de drogas de prescripción, los analgésicos con opiáceos. La droga número uno en frecuencia entre los jóvenes es la marihuana, y la número dos es el vicodin, que es un analgésico con opiáceo que si va al dentista se la puede prescribir. De nuevo tenemos una situación en la que el aumento de las prescripciones y de la producción hacen más fácil el acceso.

- ¿Eso es lo que usan los adolescentes como estimulantes?

- No sé si alguna vez le han dado un opiáceo con analgésico. A mí sí, y puedo decir que son drogas altamente placenteras. Cuando me la dieron, me pareció interesantísima la experiencia porque pude entender por qué alguien se puede volver adicto a lo que hace sentir ese medicamento. Y los jóvenes las están usando en lugar de las sustancias ilícitas porque piensan que al ser recetadas son menos dañinas. Estamos viendo de nuevo en Estados Unidos que han aumentado las muertes por sobredosis, significativamente. En los últimos veinte años se ha doblado el número de muertes por sobredosis.

- La metanfetamina, al ser fácil de producir, ¿es más barata?

- Es muy fácil y también es más barata que la cocaína.

- Por lo cual su penetración será más fácil en países como México, Brasil y Argentina, con una población con menores recursos económicos que la de EE.UU. y Europa.

- Pero si se hace imposible el acceso a la efedrina no se la puede producir. De lo que está hablando es de una situación en donde no hay control de la efedrina.

- ¿Funciona la penetración como una ola: lo que llegó a México hace diez años, y hace cinco a Brasil, ahora está llegando a la Argentina?

- Lo que me horroriza es lo rápido que se mueve esta hola. Yo hice la carrera de Medicina en la ciudad de México y nunca vi un caso de cocaína. Jamás escuché que se hablara de la metanfetamina. Pero ahora voy a México y hay cocaína por todos lados. En los niveles de la frontera, hay un gran problema de inyección de drogas con una tasa altísima de sida y de hepatitis C. Y lo mismo sucede hoy con la metanfetamina. Es la droga numero uno ilícita en Colima. Y esto sucedió en sólo cinco años. Estas sustancias penetran en el mercado con tanta velocidad que se puede generar una catástrofe rapidísimo.

- El gran argumento de los jóvenes es que de la misma forma que una copa de vino por día no hace daño, tampoco hace daño fumar un habano o dos cigarrillos por día después de las comidas, o un cigarrillo de marihuana dos o tres veces por semana. ¿Las neuroimágenes del NIDA mostraron daño cerebral en personas con consumos moderados de marihuana o en todos los casos se trataba de personas de alto consumo? O sea, ¿hay un consumo no abusivo de drogas o en todos los casos se encuentran daños cerebrales?

- Me he concentrado en casos severos o moderadamente severos. Por lo tanto, mis resultados no son aplicables a gente que utilice las drogas socialmente o a niveles bajos. Lo que se sabe es que cada uno de nosotros trae consigo una carga genética, sobre la que no tenemos ningún control, que nos da diferentes vulnerabilidades a la adicción a las drogas. Entonces usted puede decir que quiere fumar dos o tres cigarrillos de marihuana al año y no le va a pasar nada…

- ¿Y dos o tres por semana?

- He tratado con adictos a drogas durante muchos años y nunca encontré a nadie que haya empezado a consumir pensando que se iba a volver adicto. Empezaron pensando que no les iba a pasar nada, hasta que terminaron volviéndose compulsivos. Y hay personas no adictas que mueren por una sobredosis, lo que tiene que ver con la carga genética de vulnerabilidad de cada uno. Por un lado, está la vulnerabilidad a la adicción, y por el otro la vulnerabilidad a los efectos de las sustancias…

- ¿Es un mito el argumento de que el consumo moderado de marihuana es menos perjudicial para la salud que el de cigarrillo?

- Hay estudios que muestran que la marihuana es muy dañina y otros que muestran que no es tan dañina. A nivel pulmonar, hace un tiempo se publicó un estudio que decía que era menos dañina, y esto tenía que ver con una cuestión cuantitativa. ¿Por qué? Porque si uno fuma dos paquetes de cigarrillos, fuma durante todo el día, pero si se fuma marihuana, se lo hará como mucho 4 o 5 veces al día. De lo que no hay dudas es que las sustancias de la marihuana son dañinas y cancerígenas. Pero no hay evidencia de si esas sustancias son más o menos dañinas que las del cigarrillo. La diferencia está en el nivel de exposición que se tiene con la sustancia.

- ¿La nicotina es la más adictiva?

- La cocaína y la metanfetamina.

- Le preguntaba respecto de la marihuana.

- Depende de los factores genético-sociales. Es importante la edad a la que se empieza. Y esto se ha documentado para la marihuana, la nicotina y el alcohol: cuanto más joven se empieza, mayor es la posibilidad de volverse adicto. Pero el 50 por ciento de la vulnerabilidad está dado por los genes, por lo que conviven factores genéticos y de desarrollos.

- ¿Los genes determinan la vulnerabilidad general hacia las adicciones o hay personas que para determinadas drogas tienen una mayor vulnerabilidad genética, pero para otras tienen menos o no tienen?

- En general, si tiene vulnerabilidad para la adicción, la tiene para todas las drogas. Pero, dentro de esa generalidad, hay gente que tiene vulnerabilidad para la nicotina pero no para la cocaína. ¿Sabe por qué está esa vulnerabilidad común? Uno de los hallazgos más interesantes en el área de las drogas es que el tipo de genes que están involucrados en la vulnerabilidad tienen que ver con genes que están involucrados en el aprendizaje y la memorización, es decir, en la formación de nuevas sinapsis. Entonces, los genes que permiten formar estas nuevas sinapsis permiten aprender y acondicionarse, que es muy importante en las relaciones sociales, y son los mismos que permiten volverse adicto más fácilmente. Entonces, si fácilmente se condiciona a un ambiente, probablemente también fácilmente se condicione a las drogas.

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