sábado, 26 de noviembre de 2016

Con frecuencia, aunque no siempre, la familia disfuncional tiene problemas de abuso y adicciones a sustancias psicoativas como alcohol, píldoras, marihuana, coca etc.

Con frecuencia, aunque no siempre, la familia disfuncional tiene problemas de abuso y adicciones a sustancias psicoativas como alcohol, píldoras, marihuana, coca etc.
En uno o ambos progenitores o en algún otro miembro de la familia. Pueden encontrarse también trastornos mentales, violencia intrafamiliar, incesto y desviaciones psicopáticas, entre otras.La lucha de la pareja empieza a afectar profundamente a los hijos y estos en el pensamiento egocéntrico propio de la infancia se atribuyen la culpa de los problemas de la familia e intentaran mejorar las cosas. Ahora todos están preparados para entrar en el juego donde se conforman bandos y coaliciones y se adecuaran a ciertos roles que sintetizaran e integrarán en su personalidad.
La estructura más común de esta familia es la siguiente: mamá es la mártir de papá (madrastra o padrastro); papá (padrastro) es un victimario egoísta, negligente, adicto y/o maltratante; el mayor de los hijos es el héroe de mamá (o la heroína de papá si la madre no cumple su función), trabaja joven y asume responsabilidades en el hogar, "su función es compensar las carencias y ofrecer coherencia, estructura y estabilidad a la familia"*, es frecuente que permanezca en casa en su etapa adulta olvidándose de su propia vida, este rol del hijo responsable* también puede verse cuando la mayor de las mujeres se ocupa de los asuntos de la casa y del bienestar de sus hermanos menores; el independiente aprende a ser autosuficiente o a no necesitar, no solicita nada a la familia por que sabe que no se ocuparan de sus necesidades, toma distancia del conflicto familiar, es responsable y abandona pronto el nido; El solitario su estrategia es evitar la interacción , permanece aislado, tiene pocos amigos y trata de no involucrase en los pleitos familiares, de esta forma vive en su propio mundo; La oveja negra o el hijo de conducta inadecuada* se muestra rebelde y agresivo, pelea continuamente con los padres, esta consumido por la ira, es hipercrítico, viola las normas (carece de límites y puede llegar hasta la delincuencia), puede desarrollar patrones de consumo de sustancias, desvía la atención negativa hacia sí mismo mientras el verdadero problema familiar crece; el conciliador* es un negociador nato intenta mediar los conflictos familiares, trata de tener buenas relaciones con todos, intenta ser bueno para aliviar las cosas, busca que los demás se sientan mejor por lo que es experto en diluir las emociones negativas de los demás; el adaptable* esta profundamente desconectado de sus emociones, considera que puede aceptar cualquier cosa que suceda y no intentará cambiar la situación, se deja llevar por la corriente, no protesta, no participa, no se involucra en la vida de los otros; el payaso intenta distraer a la familia con humor y alejarlos del dolor, proporciona una ditracción para evitar las confrontaciones, busca brindar un poco de alegría en medio del caos, se muestra entusiasta aun que esta igualmente afectado por la situación.
Estos estilos de roles son ilustrativos y en realidad suelen mezclarse dos o más en una sola persona, sin embargo es posible identificar el estilo dominante de adaptación dentro de la familia disfuncional. "Básicamente los hijos de la familia aprenden a hacerse invisibles, no necesitar nada para si mismos y no ser una carga más; ser buenos y proporcionar motivos de orgullo y así aliviar la situación; o ser malos y con su conducta inadecuada permitir que la atención y la tensión familiar se dirija hacia el hijo problema que acepta la culpa de la situación caótica, mientras distrae la lucha de la pareja".
Todos los roles exigen la desconexión de las propias necesidades y deseos así mismo como la ruptura con la propias emociones. Los hijos de familias con problemas aprenden a adecuarse a un rol o estrategia que les permite adaptarse a situación caótica de la familia, sus miembros se acomodan en un intento por dar estabilidad al sistema y lograr su propia seguridad dentro de un ambiente lleno de amenazas y carencias emocionales.
Estos niños no viven su niñez, aprenden a cuidar de otros sean hermanos o uno de los padres, a no empeorar las cosas haciendo uso de la negación de la realidad y los sentimientos, a ser hiperresponsables y perfeccionistas para compensar el sistema familiar y dar motivos de orgullo o en el peor de los casos a ser la oveja negra y capturar toda la atención negativa de la familia.
En la otra cara de la moneda los padres fracasan en la satisfacción de las necesidades emocionales básicas de sus hijos, necesidades de aceptación, valoración y amor. Se puede decir con certeza que estos padres tienen también su propia historia familiar y en resumidas cuentas cuando un padre o madre fracasa en satisfacción de las necesidades emocionales de sus hijos es por que ellos mismos tienen esas carencias.

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