viernes, 6 de noviembre de 2015

ADICTO Y MARGINACIÓN DOS CONCEPTOS QUE SE CRUZAN.

Mi Reflexión:
F.Reyes.

Cuando los valores se pierden la vida no tiene sentido (suicidio).
Esto último está exacerbado en el adicto (suicida a largo plazo), la falta de justicia de las sociedades modernas trae aparejado este sentimiento de (perplejidad), con la consecuente desorganización social. Las religiones han sido desbordadas y las sectas absorben a los que andan por el mundo sin un punto de referencia en sus vidas..
En nuestra sociedad consumista donde se premia el éxito y no el esfuerzo, el hombre pasa a ser otro bien de consumo. Su valor está determinado por el precio que obtiene por sus servicios, entonces su valor reside en el juicio externo. Así aún cuando satisface sus necesidades y en la medida en que satisface los deseos del afuera sigue sintiéndose vacío.
El adicto actualmente es considerado por nuestra sociedad como marginal (como categoría social). Cada sociedad tiene una particular visión de lo que considera dentro y fuera de ella. Tiene un marco de referencia interno conformado por todo lo que la sociedad acepta o incluye dentro de ella. Tiene una clase dirigente encargada de bajar las leyes o normas que regulan la convivencia y permiten alcanzar los ideales sociales.
Dada le ley o norma existen distanciamientos que suceden cuando la persona no puede llegar estos ideales sociales a través de la ley y cuando más se alejan de la norma más se acercan al punto de MARGINALIDAD, que se encuentra fuera del marco de referencia interno de la sociedad. Este punto de marginalidad se lo va a otorgar al adicto y a todos los que de alguna manera transgredan la norma.
La particularidad del adicto es que ese punto de marginalidad es buscado por el adicto mismo, ya que él busca evadirse y a esto se lo denomina marginalidad sumante.
A menudo nos encontramos con personas que rompen con este cuerpo social, que constituyen un emergente enfermo que trata de convertirse en el nuevo núcleo que aglutina a los demás y considera enfermo al núcleo del que salió.
Actualmente se ve al consumo como una búsqueda de inclusión en la sociedad, así que ya no hablaríamos de marginalidad sino de inclusión. Nuestra sociedad acepta sustancias como tabaco y alcohol y a las demás las margina (no se ve de la misma forma a un alcohólico que a un cocainómano). Antiguamente el adicto significaba una forma de protesta a la sociedad en la que habitaba, ahora lo hace para poder sobrevivir en la sociedad exigente, hipercompetitiva y consumista en la que está inmerso y de la que no puede salir.

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