martes, 24 de marzo de 2015

Si las drogas no son la solución, entonces ¿qué puede hacer una persona para adaptarse a su estrés y liberarse de la ansiedad?

El estrés es una justificación que puede referirse a muchas cosas. Técnicamente implica la reacción física y emocional de una persona a la presión de su entorno o de sí mismo. El término estrés generalmente denota un mal significado debido a que puede convertir en una parte inevitable de la vida. Cuando esto pasa, una persona puede sentirse sobre presionada y sufrir física, emocionalmente o ambos.
 En los últimos años, se han desarrollado ciertas drogas para proporcionar alivio a una persona nerviosa y ayudarla en periodos de estrés. Los tranquilizantes y barbitúricos, comúnmente conocidos como depresores del sistema nervioso central, afectan al cerebro de manera muy parecida al alcohol.
 Las drogas ayudan a una persona a permanecer alerta, de ahí algunos de sus peligros. El más importante viene del efecto en la actitud del consumidor. Con estas drogas, el usuario se vuelve menos consciente de sus problemas. Una vez que ha experimentado el alivio de la ansiedad y el estrés es sólo cuestión de tiempo para que desee sentirlo tipo todo el tiempo.
 Es por ello que una persona puede volverse dependiente de estas drogas, incapaz de enfrentar la realidad de la vida y sobre todo, incapaz de romper el hábito. El -en apariencia inocente- intento de lidiar con el estrés, mediante las drogas, se convierte en adicción.

Si las drogas no son la solución, entonces ¿qué puede hacer una persona para adaptarse a su estrés y liberarse de la ansiedad?


En vez de recurrir a las drogas, una persona tiene que aprender a desarrollar patrones de pensamiento adecuados y actitudes sanas. Hay maneras efectivas de lidiar con el estrés que una persona puede seguir. Por ejemplo, aprender a establecer un balance entre el trabajo y la diversión. Cualquiera que sea su trabajo, debería de comprometerse en una actividad complementaria con cual obtenga satisfacción personal.
 Una persona tiene que aprender a relajarse de manera natural. Si su ocupación es estresante o extenuante, debe tomarse algunos minutos dos veces al día para relajar sus músculos y cerebro. En este breve periodo, debe entrenar su pensamiento a ignorar completamente sus actividades usuales del día. Una actitud como esta puede ayudar a renovar su energía y permitirle empezar de nuevo.
 Finalmente, debe que cultivar una actitud de confianza en sí mismo y en las personas que lo rodean.

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