viernes, 20 de marzo de 2015

EL DROGADICTO NO NACE.....SE HACE***

El drogadicto no nace, se hace.***

Nadie nace drogadicto, nadie está predestinado a la drogadicción, y además no hay un camino para llegar a la droga, hay muchos, más de los que nos imaginamos. Se podría decir que la historia de cada drogadicto es diversa, de cómo empieza, porque la historia casi siempre termina igual. La drogadicción termina en la infelicidad, la locura, el hospital, la cárcel y tal vez la muerte.

¿Cómo un joven se hace drogadicto?

Como ya dijimos anteriormente, hay muchos caminos, a continuación se desglosan los más importantes:

a) Juventud:
El sólo hecho de ser joven explica muchas veces las crisis, problemas, tentaciones y caídas que sufren los muchachos en el mundo. Quienes, por ejemplo, comercian con la pornografía o las drogas, conocen mejor que nadie la debilidad de la voluntad juvenil, en eso radica la bondad y abundancia de sus clientes.

b) Inmadurez emocional:
Un muchacho inmaduro, con deseos de evadirse de la realidad, con escasa fortaleza de ánimo, con una sensación de inutilidad en la vida, incapaz de superar las tensiones, insensible al dolor ajeno, hipersensible a las propias penas físicas o morales; con un carácter así, egoísta y débil, para el que toda dificultad es insuperable y todo éxito es insignificante, está más propenso al embate de las drogas, que un carácter combativo, optimista, audaz en la prueba, seguro de lo que hace.

c) Carencia de ideales:
Quienes se drogan no son felices y no son felices porque no tienen ideales, o los perdieron o no saben buscar otros. Por un ideal se ama y se sufre, se vive y se triunfa. En cambio, un joven encuadrado vocacionalmente en el estudio o en trabajo, sediento de horizontes, jamás descenderá al infierno de las drogas.

*El que tiene un ideal no lleva drogas en la bolsa,porque lleva alegría en el alma.*

d) Ambiente:

++ El Hogar. ....Cuando el hijo descubre en su hogar una carencia afectiva y educativa que sus padres tratan de suplir dándole dinero, ese hijo comienza a romper los lazos que lo aten a la familia, destruye las imágenes paternas y se fuga a donde sea. El drogadicto sufre una falta de amor.
Ser padre equivale a dar amor y comprensión,
pero también vigilancia y autoridad.

++ La educación escolar..... Una escuela maltrecha, que sólo da información, pero no formación; interesada por un discutible programa académico, desinteresada de los problemas de la juventud; abocada a conferir títulos de profesionistas, no vocaciones de hombres.

++ Medios de comunicación...... Las ideas, las opiniones, las convicciones de muchos jóvenes proceden principalmente de cuanto han visto y oído en las pantallas grandes o pequeñas.

++ Los amigos..... Las posibilidades de que un muchacho esté expuesto al peligro de la droga dependen en gran parte de su unión con amigos, con grupos de toxicómanos, porque el drogadicto tiene una tendencia como natural al proselitismo.

*Dichoso el joven que sabe escoger a sus amigos. Amigo es el que nos hace mejores, los demás se llaman enemigos.*

e) La curiosidad:
Muy ligada al tema de los amigos, la curiosidad nace con el hombre y lleva a los jóvenes a experimentar las drogas para determinar sus efectos por sí mismos. Pero no imaginan que en realidad es el eslabón de una cadena que no se romperá jamás.

f) Crisis de fe:
Una falta de moral sacude al mundo actual. El joven hoy en día se alimenta, como si fuera el pan de cada día, de violencia, pornografía, drogas, sexo. El resultado: la amoralidad. Los valores morales han perdido a los ojos de los jóvenes toda su importancia y, en consecuencia, los han abandonado, yacen al margen de su vida, no son ya valores, porque para ellos no valen nada, son un lastre y un estorbo que les impide desenvolverse a su manera.

El rechazo de los valores morales, la inercia ante las tentaciones, la pérdida del sentido de pecado, el materialismo práctico en que vive, la ausencia de una conciencia religiosa, la despreocupación y apatía por las prácticas religiosas, todo eso no es más que un espejo que refleja que Dios no le dice nada al drogadicto, simplemente no cree. Sin fe viva, la moral está muerta.
El joven que cree en un Dios, un Dios vivo, un Dios que lo conoce y lo ama, sabe que a Dios se le encuentra por el camino abierto y alegre de la fe, la esperanza y el amor.