VALENCIA// Uno de cada tres españoles ha consumido algún tipo de antidepresivos o tranquilizantes en el último año, según se desprende de una encuesta de la Organización de Consumidores y usuarios (OCU).
En el estudio donde se comparó el consumo de estos psicofármacos en varios países, pone en evidencia que la crisis económica tiene mucho que ver con el aumento de este consumo que los especialistas consideran como “excesivo”.
Los problemas para dormir y los laborales son los principales motivos que disparan el consumo, seguido de losprocesos traumáticos o los problemas de salud. Cabe destacar que uno de cada diez personas aseguran tomarlos por motivados por los problemas económicos.
El perfil del usuario de este tipo de fármacos es el de una mujer (la mitad de ellas han recurrido en alguna ocasión a estos medicamentos), mayor de 34 años, con un nivel de estudios medio-bajo y en una situación económica difícil o de desempleo.
La encuesta de la OCU, en la que participaron 2.032 personas, alerta de que las cifras referentes a España son“llamativamente altas” en relación a otros países. Además, la gran mayoría de ocasiones la iniciativa de medicarse parte del médico de Atención Primaria que, en el 60% de los casos, según las respuestas de los encuestados, no son informados del grado de dependencia del fármaco.
Este riesgo de dependencia es realmente preocupante. De aquellos que han tomado ansiolíticos de forma regular en el último año, casi la mitad lo ha hecho durante varios meses seguidos lo que puede provocar una cronificación de la patología al no responder al tratamiento y exigir dosis más altas.
Somos una sociedad cómoda
Para Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), “una cosa es que las cifras sean elevadas, pero en el caso de la salud mental hablamos de un fenómeno complejo”. En este sentido, explica que “la crisis ha aumentado el número de consultas en Atención Primaria por ansiedad o depresión lo que hace que haya un aumento del número de prescripciones porque no hay otra respuesta de parte del sistema”.
El experto no quiso valorar el estudio de la OCU al no conocerlo en profundidad aunque sí explicó que “si preguntásemos cuántos mayores de 50 años consumen medicamentos contra el colesterol, nos sorprenderíamos” por lo que instó a rebajar el nivel de alarma de los datos.
Gutiérrez también recuerda que, en la mayoría de casos, los problemas que llegan a las consultas ambulatorios relacionadas con la salud mental, son pequeñas patologías. Así, hace autocrítica respecto a la sociedad al afirmar que “preferimos tomarnos una pastillita” a otras soluciones y que “nos hemos hecho cómodos”.
Pese a los datos, el presidente de la SEP quiso lanzar un mensaje de optimismo sobre la crisis señalando que “también genera solidaridad, sensibiliza más a las personas y además hace disfrutar a mucha gente, confrontarla con la realidad, algo que les servirá en el futuro”
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