lunes, 13 de enero de 2014

DOPAMINA: EL PLACER Y EL DOLOR


DOPAMINA: EL PLACER Y EL DOLOR

Como seguramente ya lo saben, la morfína y la heroína son las drogas más potentes conocidas por el hombre para disminuir el dolor y producir placer. Son tan potentes que por mucho tiempo se pensó que eran similares a algún químico producido naturalmente en el cerebro humano. Recientemente se ha descubierto que de hecho existen algunas moléculas similares a la morfina que se producen en nuestros cerebros. Estas substancias son conocidas como "ENDORFINAS" y son responsables de nuestra percepción del dolor.

Parece ser que en las endorfinas hemos encontrado el mecanismo natural del ser humano para regular el dolor. Probablemente exista una secreción continua base de ésta substancia. Bajo ciertas condiciones la secreción aumenta y hace que la persona sea mucho menos sensible al dolor. Bajo otras condiciones la secreción disminuye y hace a la persona más susceptible al dolor.

Las variacions individuales en el nivel de endorfina explicaría el porqué de las diferencias en la percepción del dolor ante el mismo estímulo doloroso. En la profesión médica es frecuente ver como la misma herida o condición en un individuo provoca una mínima molestia mientras que en otros individuos produce un dolor insoportable. Antiguamente decíamos que el dolor era imaginario o simplemente estaba en "la cabeza" de la persona.

Ahora podemos especular con cierto grado de certeza que lo diferente en la "cabeza" de las personas son los niveles de endorfina. Por lo tanto, la persona que se queja en grado extremo ante una herida mínima probablemente sienta una grado mucho mayor de dolor. Por alguna razón los niveles disminuídos de endorfína han interferido con su mecanismo de control del dolor.

Ahora la dopamina, nuestro tercer mensajero alegre, parece concentrarse en areas del cerebro contíguas a los lugares de mayor secreción de endorfina. Cuando la función de la dopamina disminuye también disminuye la función de la endorfína. Cuando demasiado estrés causa una disminución de la dopamina la persona pierde su "anestésico" natural.

La dopamina también dirige el "centro del placer." Este es el area que le permite a la persona el "gozar de la vida". Cuando el estrés interfiere con la función dopaminérgica el centro del placer se hace inoperante. Las actividades placenteras normales ya no dan placer. Con una severa disfunción de la dopamina y de la endorfína la vida se convierte en dolorosa y ausente de todo placer.

Javi Hernaez
DOPAMINA: EL PLACER Y EL DOLOR

Como seguramente ya lo saben, la morfína y la heroína son las drogas más potentes conocidas por el hombre para disminuir el dolor y producir placer. Son tan potentes que por mucho tiempo se pensó que eran similares a algún químico producido naturalmente en el cerebro humano. Recientemente se ha descubierto que de hecho existen algunas moléculas similares a la morfina que se producen en nuestros cerebros. Estas substancias son conocidas como "ENDORFINAS" y son responsables de nuestra percepción del dolor.

Parece ser que en las endorfinas hemos encontrado el mecanismo natural del ser humano para regular el dolor. Probablemente exista una secreción continua base de ésta substancia. Bajo ciertas condiciones la secreción aumenta y hace que la persona sea mucho menos sensible al dolor. Bajo otras condiciones la secreción disminuye y hace a la persona más susceptible al dolor.

Las variacions individuales en el nivel de endorfina explicaría el porqué de las diferencias en la percepción del dolor ante el mismo estímulo doloroso. En la profesión médica es frecuente ver como la misma herida o condición en un individuo provoca una mínima molestia mientras que en otros individuos produce un dolor insoportable. Antiguamente decíamos que el dolor era imaginario o simplemente estaba en "la cabeza" de la persona.

Ahora podemos especular con cierto grado de certeza que lo diferente en la "cabeza" de las personas son los niveles de endorfina. Por lo tanto, la persona que se queja en grado extremo ante una herida mínima probablemente sienta una grado mucho mayor de dolor. Por alguna razón los niveles disminuídos de endorfína han interferido con su mecanismo de control del dolor.

Ahora la dopamina, nuestro tercer mensajero alegre, parece concentrarse en areas del cerebro contíguas a los lugares de mayor secreción de endorfina. Cuando la función de la dopamina disminuye también disminuye la función de la endorfína. Cuando demasiado estrés causa una disminución de la dopamina la persona pierde su "anestésico" natural.

La dopamina también dirige el "centro del placer." Este es el area que le permite a la persona el "gozar de la vida". Cuando el estrés interfiere con la función dopaminérgica el centro del placer se hace inoperante. Las actividades placenteras normales ya no dan placer. Con una severa disfunción de la dopamina y de la endorfína la vida se convierte en dolorosa y ausente de todo placer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario