miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ver Los Ochos Dedos

¿Sentís que estás en alguna situación de la que no podés salir?
Cuando esto te sucede, la habilidad está en mirar más allá.
Ver ocho dedosLos problemas tienen una atracción sobre los seres humanos, capaz  de ocultar cualquier otra vista que no sean ellos, y sobre todo, la vista de más allá de ellos.
En cierta oportunidad, mientras unos periodistas se encontraban filmando el obelisco, descubrieron un robo entre la muchedumbre que transitaba la avenida. Solo ellos lo vieron porque estaban mirando toda la avenida 9 de julio. (La segunda avenida más ancha del mundo, donde está el obelisco, en Argentina)
Otra habilidad para poner a tu servicio, pero antes de que sobrevenga la situación que te menciono al principio, es la de re-interpretar lo que llamamos problema como un quiebre. De esto te hablé en este artículo “Terminar con los problemas”. Cuando ya entraste en el estado de “ver todo negro”, la herramienta cambia.
Los problemas tienen la capacidad de enceguecernos. Sin darnos cuenta, nos enfocamos en ellos y los priorizamos, y la acción beneficiosa y productiva es precisamente, desenfocarnos de ellos para enfocarnos en las posibles soluciones. Si vemos hasta cinco centímetros, hasta los límites de nuestra casa, hasta lo que dicen los demás, nos perdemos las posibilidades que siempre están más allá. Con la ceguera nace la oscuridad… ¡Ése es el momento que necesitamos reconocer como bisagra para el cambio en la extensión de nuestro ver! Cuando te das cuenta de que solo hay oscuridad… detenete, desenfócate de lo cercano y empezá a mirar a través de ello.
Para que la luz pueda brillar intensamente, la obscuridad debe estar presente. Danny de Vito

Es un hábito que podés adquirir mientras no aprendas a reinterpretar los problemas como quiebres. Es una práctica cuya puesta en acción dependerá de tu atención para detectar el momento de oscuridad.

La vida es fascinante. Solo hay que mirarla a través de las gafas correctas. Alejandro Dumas

Ese es el momento en que fluyen nuestros juicios autodestructivos como un manantial: “Todos están enojados conmigo.” “Nunca se terminará esto.” “A nadie le interesa lo que hago.”
En este momento destruí vos, desde tu conciente, esos juicios. ¿Cómo? Con el maravilloso poder de las preguntas:
¿Cuántos son los todos que están enojados con vos? ¿Cuánto tiempo es nunca? ¿Quiénes son los nadie?” Te vas a llevar unas cuantas sorpresas con tus propias respuestas… y un gran alivio al comprobar qué pocos son los que están enojados, que no hay tiempos para nunca y que los nadie son ignotos.
¡Levanta los ojos, cambiá tu enfoque y mirá tan lejos de la situación que estás viviendo, como puedas!
Aquel que contempla las imágenes pequeñas y cercanas tendrá dificultad para ver y distinguir aquellas grandes y remotas.
¿Cómo te impacta esto?
¿Creés que sos capaz de hacerlo?
Si no lo creés, mi sugerencia es que igualmente, lo intentes.

Mirá…

Por el placer de compartir


1 comentario:

  1. Mirar mas allá.... "Colocar la meta mas allá de donde puedas alcanzarla con piernas de hombre".... Precioso artículo que define como debemos aumentar el prisma cuando nos encontramos ante un problema... no verlo solo, aislado ... sino dentro del contexto y la situación que lo provoca. Me ha encantado. Gracias.

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