domingo, 29 de septiembre de 2013

¿En que trabajas? Soy el gerente de mi empresa y me dedico a recuperarme de una adicción.

Kike Sanz
¿En que trabajas? Soy el gerente de mi empresa y me dedico a recuperarme de una adicción.



Pasas del tormento al purgatorio, pasas del sufrimiento extremo a la lenta sanación, pasas de reptar a comenzar a andar erguido y sin embargo, cuesta entender que dediquemos todas nuestras energías a recuperarnos, algo muy costoso.

Decido ponerme en recuperación porque mi vida ya no da más de sí, y surgen problemas tales como la incomprensión por mi parte del propio proceso, la no confianza total en los profesionales debido a mis resistencias, y surge unos mas, uno que cuesta de hacer entender, ya que incluso a mi me cuesta entenderlo. Resulta que ahora debo dejar de hacer lo que esté haciendo y centrarme, siempre que se pueda, única y exclusivamente en recuperarme y claro, si a mí ya me parece raro, imagínate a ell@s (familiares).

Recuerdo una terapia en la que un padre se quejaba de que encima su hijo hora no hacia más que ir al gimnasio y a terapia, que ya iba siendo hora de que trabajase un poco, "menuda cara tiene, se ha pasado AÑOS drogándose y sin hacer nada, y ahora se recupera y a vivir como un marajá", palabras textuales de este pobre señor, que todavía no había entendido como se recupera una persona de la adicción.

Está claro que no tod@s pueden permitirse hacer un parón en su vida para recuperarse, que la situación económica actual es la que es y que cada uno tiene sus circunstancias, pero no era el caso de esta persona.

Quizás deberíamos empezar recordando que cuando una adicción ha cabalgado libremente por la vida de una persona durante AÑOS, aquí está el quid de la cuestión, es imposible que todas esas actitudes, emociones y vivencias asociadas al consumo que se han perpetuado y automatizado durante AÑOS, se puedan cambiar en semanas o unos pocos meses. Se necesita un periodo largo, de mucho trabajo, de mucha terapia y esfuerzo para cambiar, para disociar y reinventar la manera de vivir. Es difícil hacer que los no adictos entiendan hasta este límite que la necesidad es real, es difícil porque incluso al adicto, asumir su enfermedad y obrar en consecuencia le lleva un tiempo.

Volviendo a aquella terapia en la que el papa se quejaba, recuerdo muy bien la respuesta de la terapeuta, una respuesta que quizás terminó de abrir mi mente y hacerme entender cuán importante era para mí lo que estaba haciendo, una respuesta que decía así: "Tu hijo está trabajando y mucho, se está esforzando al máximo, y además esta haciendo turnos incansables de 24 horas, ¿sabes por qué? Porque su trabajo es recuperarse y en eso no hay ni tiempo de descanso ni puedes simplemente decir, dejo de trabajar y me voy con los amigos porque su vida va en ello. Tu hijo es el gerente de su propia empresa y su trabajo recuperarse".

Recuperarse de una adicción es algo muy serio, no banalicemos sobre el tema, lo digo desde la más absoluta humildad, cuesta y cuesta muchísimo pero se puede.¿En que trabajas? Soy el gerente de mi empresa y me dedico a recuperarme de una adicción.

Pasas del tormento al purgatorio, pasas del sufrimiento extremo a la lenta sanación, pasas de reptar a comenzar a andar erguido y sin embargo, cuesta entender que dediquemos todas nuestras energías a recuperarnos, algo muy costoso.

Decido ponerme en recuperación porque mi vida ya no da más de sí, y surgen problemas tales como la incomprensión por mi parte del propio proceso, la no confianza total en los profesionales debido a mis resistencias, y surge unos mas, uno que cuesta de hacer entender, ya que incluso a mi me cuesta entenderlo. Resulta que ahora debo dejar de hacer lo que esté haciendo y centrarme, siempre que se pueda, única y exclusivamente en recuperarme y claro, si a mí ya me parece raro, imagínate a ell@s (familiares).

Recuerdo una terapia en la que un padre se quejaba de que encima su hijo hora no hacia más que ir al gimnasio y a terapia, que ya iba siendo hora de que trabajase un poco, "menuda cara tiene, se ha pasado AÑOS drogándose y sin hacer nada, y ahora se recupera y a vivir como un marajá", palabras textuales de este pobre señor, que todavía no había entendido como se recupera una persona de la adicción.

Está claro que no tod@s pueden permitirse hacer un parón en su vida para recuperarse, que la situación económica actual es la que es y que cada uno tiene sus circunstancias, pero no era el caso de esta persona.

Quizás deberíamos empezar recordando que cuando una adicción ha cabalgado libremente por la vida de una persona durante AÑOS, aquí está el quid de la cuestión, es imposible que todas esas actitudes, emociones y vivencias asociadas al consumo que se han perpetuado y automatizado durante AÑOS, se puedan cambiar en semanas o unos pocos meses. Se necesita un periodo largo, de mucho trabajo, de mucha terapia y esfuerzo para cambiar, para disociar y reinventar la manera de vivir. Es difícil hacer que los no adictos entiendan hasta este límite que la necesidad es real, es difícil porque incluso al adicto, asumir su enfermedad y obrar en consecuencia le lleva un tiempo.

Volviendo a aquella terapia en la que el papa se quejaba, recuerdo muy bien la respuesta de la terapeuta, una respuesta que quizás terminó de abrir mi mente y hacerme entender cuán importante era para mí lo que estaba haciendo, una respuesta que decía así: "Tu hijo está trabajando y mucho, se está esforzando al máximo, y además esta haciendo turnos incansables de 24 horas, ¿sabes por qué? Porque su trabajo es recuperarse y en eso no hay ni tiempo de descanso ni puedes simplemente decir, dejo de trabajar y me voy con los amigos porque su vida va en ello. Tu hijo es el gerente de su propia empresa y su trabajo recuperarse".

Recuperarse de una adicción es algo muy serio, no banalicemos sobre el tema, lo digo desde la más absoluta humildad, cuesta y cuesta muchísimo pero se puede.

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