domingo, 30 de junio de 2013

La Palabra “Gracias”

¡Gracias!Gracias
-Gracias hacen los monos.
o
-¡Gracias!
-No me des las gracias. Es la verdad.
La palabra “gracias” tiene un poder inestimable en nuestras vidas. Si agradecemos lo que nos sucede,
aunque no nos guste eso que está sucediendo, estamos dándonos cuenta de que se cumple uno de las
creencias poderosas que sí debemos cultivar: “Todo sucede para bien”. Pasada la emoción negativa y 
el quiebre, podremos elegir con qué nos quedamos del suceso.
Y si nos gusta lo que está sucediendo… Diciendo “Gracias”, estamos atrayendo más de eso a nuestras vidas.
¿Te das cuenta de a lo que me refiero cuando hablo de “Poder”?
Y hay otros aspectos de este tema, que tiene que ver con mi introducción a este post.
Cuando respondés “Gracias hacen los monos”, me impactan dos pensamientos:
a) No estás sabiendo recibir.
b) No estás valorando lo que hiciste y que generó esas “Gracias”. Cuando lo hiciste ¿lo consideraste un bien
para el que lo iba a recibir? Entonces, ¿Por qué no lo valorás?
¿Cómo ves esto?
Vamos al segundo ejemplo:
“No me des las gracias. Es la verdad.”
¿Se supone que para que te den las gracias, tendrías que haber dicho una mentira que pasó desapercibida para tu interlocutor? Y nuevamente, aquí, no estás pudiendo recibir. Mirá estopara que te informes más profundamente.
¿Qué quiere decir este “Es la verdad”? ¿Lo pensaste?
¿Las “gracias” se dan cuando se miente? -insisto-

¡Ay! Me acordé de otro modismo, al respecto: -No me des las gracias. No lo hice para eso.
¡Ya sé! ¿Quién dijo que lo hiciste para eso? Me siento tan feliz que quiero expresártelo, nada más.

Cuando nos ponemos a reflexionar, parece tan sencillo.
¿Qué será lo que nos impide recibir “con gracia”, las “gracias”?
La RAE ofrece 14 significados de la palabra “Gracias”. Hoy, me interesa este: “honra o alabanza que sin más se tributa a otro para significar reconocimiento de un favor”. 
El “gracias” de ser agradecido, de reconocer, de valorar lo que alguien hace por vos, de expresar tu alegría por lo que el otro dice. Nada más -y nada menos- que eso.
Acostumbrate a “dar y recibir” los “gracias”. Es una palabra mágica.
Y no importa si lo hacés solo por ser educado. Si practicás este hábito maravilloso de agradecer, se te hará carne y cuando veas los resultados, su significado sobrepasará el ámbito de la educación.
Te regalo una canción, te pido que prestes atención a la letra y podés decirme “Gracias”, con total libertad. ¡Me encantará recibirlas!
Y me quedo con mis frases preferidas de ella: “Gracias por no dejarme predicar en el desierto”.
“Ante todos ustedes, me quito el sombrero”
¡Gracias!
Por el placer de compartir.



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