viernes, 18 de enero de 2013

“Me meto MDMA todos los fines de semana”


Este es el relato de un tipo de 26 años que consume habitualmente la droga de moda entre la juventud, el cristal. Con su relato en la mano, consultamos a un médico, para que ofrezca su diagnóstico. Por Verónica Román



“Me meto MDMA todos los fines de semana”
Éxtasis en pastillas de colores.
Manuel Gómez (nombre ficticio porque no quiere dar el real) tiene 26 años y trabaja llevando una grúa en la empresa de construcción de su padre, en una cuidad del norte de España. Manuel consume MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina), o éxtasis o cristal, que también se denomina así. Esta droga está de moda entre los jóvenes españoles para ir de fiesta. Manuel la consume todos los fines de semana. Se queja de la resaca o “bajón químico”, como él lo llama, pero nunca piensa que un mal viaje con esta sustancia le puede llevar a la muerte. Manuel no se plantea los efectos secundarios, a medio y largo plazo, que el MDMA le puede ocasionar. Hemos contactado con Alejandro Higuera, doctor en Psicología e investigador especializado en drogas de abuso, del departamento de Psicobiología de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), para que explique los efectos físicos y psicológicos que puede tener Manuel si continúa consumiendo esta droga.
Pero, primero, el relato en primera persona de Manuel: 

“El subidón es una pasada”

“Consumo MDMA todos los fines de semana, con mis amigos, para ir a discotecas. Si nos quedamos en casa no, para eso preferimos otras drogas, como la marihuana o la cocaína. Pillamos más o menos medio gramo de MDMA. El éxtasis no es como la cocaína: no hace falta meterte todo el rato. A veces lo mezclo con speed [anfetamina], porque me mantiene despierto más horas, pero eso sólo cuando voy a algún festival. Los fines de semana sólo consumo MDMA: el subidón es una pasada. Como mucho lo mezclo con alcohol, alguna cerveza, pero da tanta sed que lo que más bebo es agua”. 
“Meto un trozo en papel de fumar y me lo trago” 
“Es la droga más divertida. Cuando me meto éxtasis estoy de buen rollo, siento amor por todo el mundo y me paso horas bailando. Me hace sentir feliz y me gusta la sensación de placer que me da. A mí me gusta consumirlo chupando una bolsita, pero a veces hacemos pompitas. O sea: dividir el gramo en ocho partes, y meter cada uno en papel de fumar y tragártela. Es más cómodo porque el sabor del cristal es muy amargo, y así ni te enteras. Aunque yo ya me he acostumbrado al sabor, y ni siquiera me sabe mal”. 
“El bajón químico llega el lunes: estoy de mal humor y deprimido”
“Con esta droga, normalmente no tengo problemas para dormir. Y al día siguiente suelo sentir una pequeña resaca, menos que con el alcohol. Pero lo malo llega con el bajón químico, el lunes: estoy de muy mal humor, no me apetece hablar con nadie en el trabajo y además me siento deprimido. Tengo la sensibilidad a flor de piel y soy capaz de llorar incluso con el telediario. Mi novia esos días no me quiere ver. No es tan adictivo como la cocaína o los porros. No me crea ansiedad ni dependencia. Sólo me apetece cuando salgo con mis amigos de fiesta, en otro momento no la consumiría”.
“Un gramo cuesta 60 euros, si no lo consigo paso de ir a la discoteca”
“No es muy fácil conseguir MDMA, pero como soy consumidor habitual tengo contactos. Muchas veces compramos seis o siete gramos a la vez, por si llega una temporada en la que hay menos existencias. Un gramo cuesta 60 euros. Si no lo consigo, paso de ir a la discoteca. Nunca he tenido una mala experiencia por consumir MDMA. Sí que tengo amigos que se han quedado un poco mal, pero eso les suele pasar a los que toman alucinógenos. Con el éxtasis, como mucho, te puede dar un poco de mal rollo. Lo que hay que hacer es tranquilizarse y pensar que no pasa nada, que las sensaciones son normales, y ya está”.
“Si pensara que puedo morir no lo haría”
“Nunca he pensado que puedo morir por consumir MDMA; si lo pensara no lo haría. No soy un suicida. Creo que controlo bastante y sólo consumo éxtasis para pasar un buen rato con mis amigos. No creo que me vaya a morir por eso”.

Con el testimonio de Manuel en la mano, hablamos con Alejandro Higuera Matas, doctor en Psicología, investigador especializado en drogas de abuso, del departamento de Psicobiología de la UNED. Esta es la opinión del experto:
¿Qué efectos psicológicos proporciona el MDMA?
El MDMA o éxtasis, es una droga de diseño que ha recibido el apelativo de droga entactógena, es decir, que induce un contacto interior ya que tras su consumo se genera una sensación de apertura a uno mismo y de empatía (capacidad para sintonizar con los sentimientos de los demás). Además, se sabe que esta droga provoca sentimientos de euforia, bienestar subjetivo y aumenta la confianza en uno mismo.
¿Qué efectos secundarios a medio plazo puede producir el MDMA en alguien que lo consume todos los fines de semana? ¿Y a largo plazo?
Los posibles efectos perniciosos del MDMA aparecen con el uso continuado. No existen investigaciones realizadas en seres humanos que arrojen resultados fiables sobre los efectos a medio plazo. En lo que respecta a las consecuencias a largo plazo y, sobre todo asociadas a un consumo elevado, pueden aparecer alteraciones en procesos psicológicos como el aprendizaje, la memoria o el razonamiento, y también podrían producirse trastornos del estado de ánimo como la depresión. No obstante, los estudios a este respecto se han centrado en consumidores que llevan mucho tiempo tomando la droga y en dosis elevadas.
¿Existe la dosis perfecta? Es decir, una dosis pequeña que aunque la consumas regularmente no erosiona la salud, algo así como un consumo responsable.
Como con todas las drogas lo ideal es no iniciarse en el consumo. Pero si se va a consumir MDMA es más conveniente hacerlo en dosis bajas (una pastilla como mucho) y desde luego no todos los fines de semana. No creo que exista una dosis perfecta, pero los problemas con esta droga aparecen con el consumo repetido y con las dosis altas por lo que es recomendable evitar esta pauta de uso de la droga.
¿En qué consiste el bajón químico?
El uso continuado de MDMA puede estar asociado a disminuciones en los niveles de una sustancia que utilizan nuestras neuronas para comunicarse entre ellas, la serotonina. Este neurotransmisor está implicado en muchas funciones, pero una de ellas es la regulación de los estado de ánimo. Por este motivo, tras el consumo prolongado se producen descensos en los niveles de serotonina y es posible que aparezcan cuadros parecidos a la depresión, sobre todo en los momentos estresantes como puede ser la vuelta al trabajo/estudios, tras un fin de semana de fiesta.
¿Puedes morirle alguien por consumir esta droga? ¿Qué produciría la muerte?
Las muertes asociadas al consumo se deben normalmente a la subida de temperatura corporal (hipertermia) que produce el consumo de MDMA. Si tras tomar MDMA no se bebe suficiente agua (o se bebe demasiada agua) y se baila sin descanso en discotecas con mucha gente donde la temperatura es elevada, se pueden producir fallos cardíacos y multiorgánicos que pueden llevar a la muerte. Además, el MDMA produce un estrés cardíaco importante que en sujetos con una patología o lesión previa puede ser fatal.

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