La Revista Española de Psicología Derecho de autor 2012 por la Revista Española de Psicología 2012, vol. 15, N ° 1, 256-264 ISSN 1138-7416
Hay un fenómeno que contribuye a la actual patrón de consumo de alcohol entre los jóvenes en España conocido como botellón.
Begoña Espejo, María Teresa Cortés, Beatriz Martín del Río, José Antonio Giménez, Consolación Gómez
De la investigación financiada por el Plan Nacional sobre Drogas (2004-2007), los datos de 6009 jóvenes (14-25 años de edad) se obtuvieron de tres ciudades españolas. Sólo las personas que se involucran en el consumo intensivo de alcohol (n = 2807) se han incluido. El propósito de este trabajo ha sido identificar los diferentes tipos de consumidores en riesgo a través de un análisis de conglomerados y establecer un perfil para cada grupo en particular.
Cuatro grupos fueron diferenciados por edad, sexo, consumo de alcohol y los años de consumo. Se observó que los estudiantes adolescentes y estudiantes universitarios del mismo sexo consumir cantidades similares de alcohol, y justifican su consumo en alusión a los factores personales, mientras que los estudiantes universitarios se refieren a cuestiones relacionadas con el control del ocio. El consumo de los varones es más alta, y que son los más propensos a buscar la embriaguez. Se asocian en menor medida su consumo con la posibilidad de desarrollar un proceso adictivo. En general, todos los jóvenes consideran que su consumo no tendrá consecuencias negativas. Estos resultados indican la necesidad de buscar alternativas diferentes, frente a las particularidades de cada grupo.
Un fenómeno que en España favorece el actual patrón de consumo de alcohol juvenil es el conocido como botellón.
A partir de una investigación financiada por el Plan Nacional sobre Drogas (2004-2007), se recogieron datos de 6009 jóvenes entre 14 y 25 años en tres ciudades españolas, considerando para este trabajo a quienes realizan episodios de consumo intensivo de alcohol (n = 2807). El objetivo ha sido identificar los distintos tipos de consumidores de riesgo intensivos mediante un análisis de conglomerados y establecer el perfil característico de cada uno.
Se diferencian cuatro grupos en función de la edad, sexo, cantidad de alcohol y años de consumo. Los estudiantes de secundaria ingieren cantidades de alcohol similares a las de los universitarios de su mismo sexo y aluden a aspectos personales para justificar este consumo, mientras que los universitarios hacen referencia a cuestiones asociadas al control del ocio. Los varones son quienes más consumen y más buscan la borrachera, aunque asocian en menor grado su ingesta con la posibilidad de desarrollar un proceso adictivo. En general, todos los jóvenes consideran que su consumo no tendrá consecuencias negativas. Estos resultados indican la necesidad de proponer alternativas diferentes atendiendo a las peculiaridades de cada grupo.
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