FERNANDO REYES CRESPO
Que complicado e ingenuo puede sonar la relación, en concreto con la cocaína, debido a los cambios sociales e ideológicos que en este mundo globalizado se están experimentando que nos obliga a estar en constante cambio y aprendizaje sobre las formas y modos de tratar estas adicciones, pues a una gran velocidad se queda obsoleto lo que en años anteriores dábamos por valido y bueno. Todo ello nos obliga a cambiar las estrategias y los modus-operandis, pues cada vez que encontramos una manera que despierta expectativas las redes de narcotráficos ya se nos han adelantado y puesto en juego nuevas formas de introducir y llegar al consumidor obligándonos a cambiar sobre la marcha estrategias para poder sacar al consumidor de esa cadena y rehabilitarlo, es triste, pero es la ley de la oferta y la demanda , y eso es difícil de cortar por la mitad. Lo ideal seria concienciar y que hubiese menos demanda que no por utópico deja de ser algo a tener en cuenta, de hecho muchos estudios y así los terapeutas intentamos llevar a cabo, al informar y formar.
Me pregunto yo si realmente se quiere acabar con el trafico y consumo de cocaína, ya que viendo las cantidades de medios que se dedican a ello no se logran los efectos deseados o no se quiere lograr, tema que seria de muy largo tratamiento, pero bueno, queremos pensar que se lucha contra ello y partamos de la base que se hace de una forma limpia y sin corrupciones, lo que he dicho antes, es lo que tenia que ser, pero me temo que he ido demasiado lejos.
De todas formas hay que ser optimistas y no perderle la cara a la cocaína, como tal, de ahí que se tengan y deban implantar campañas masivas de información y concienciación sobre la cocaína que es en lo que me he centrado en este escrito. Hay que promover campañas masivas para quitar clientela a todas estas redes de narcotráficos empeñadas en no dejarnos vivir por las pingües ganancias, luchar contra el consumo que, a fin de cuentas, es una lucha directa contra la oferta, pues es una buena contra-política.
Ya esta obsoleto lo de antiguo “NO” (sin explicaciones), el “Basta” (sin alternativas) o el “Hasta aquí” (sin un cambio de criterios morales). Hay que cambiar ahora, hay que buscar lo que siempre me empeño yo y los que me ayudan, en el "¿Por qué?, ¿Cómo? y ¿Cuando empezaste?” y acercarnos al corazón del consumidor, que es el corazón del consumo.
El futuro esta ahí y hay que dar soluciones no patadas a la puerta, las cosas han cambiado y cambiaran mas y tenemos que hacer un gran esfuerzo de imaginación e investigación que nos ayude en esta tremenda adicción que es la cocaína.
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