martes, 20 de diciembre de 2016

VASOS DERRAMADOS

Ana María Villalba


 VASOS DERRAMADOS
Una noche, antes de que empezáramos a asistir a las reuniones de Familias Anónimas, el miembro adicto de nuestra familia derramó su leche sobre la mesa. Mamá saltó a limpiar la mesa, el hermano menor corrió a llenar el vaso, papá aleccionó sobre la buena educación sobre la mesa, el perro asumió actitud culpable y el adicto culpabilizo a los fabricantes de vasos.
Negar, facilitar, rescatar y culpabilizar se había convertido en algo tan "normal" en nuestro hogar, que no existía la posibilidad de ser dueño de los propios sentimientos.
Trabajar el programa de Familias Anónimas ha sido un proceso lento para aprender a confiar en que todos mis seres queridos son capaces de limpiar lo que se ha derramado de sus vasos. Ha sido una carga pesada permitirles que derramen tantos vasos como se requiera y dejarlos que, a su manera, limpien lo derramado.
Al mismo tiempo, ha sido un proceso de búsqueda interna para limpiar mis propios vasos derramados- un proceso compensador pues puedo reír, vivir y amar abriéndome camino a través de "litros" de experiencias aprendidas.
HOY DARÉ GRACIAS POR PERTENECER A FAMILIAS ANÓNIMAS QUE ME ENSEÑA QUE SOY IMPOTENTE ANTE LA ADICCIÓN A LAS DROGAS, LA VIDA DE OTRAS PERSONAS Y LOS VASOS DERRAMADOS.
Literatura de Familias Anónimas.


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