jueves, 11 de junio de 2015

REHABILITACIÓN, QUE IMPORTANTE



Los servicios de asesoramiento planificado ofrecen programas estructurados, con determinación de necesidades, planes de tratamiento y metas claramente definidos y exámenes periódicos, a diferencia de los servicios de orientación e información, apoyo inmediato y asesoramiento no programado. Los programas en la comunidad pueden ofrecerse como alternativa a los programas de rehabilitación residencial o como etapa posterior a estos.
Programas de rehabilitación residencia:.Hay programas de rehabilitación residencial a corto y a largo plazo. Los programas de corto plazo suelen incluir un plan de desintoxicación en la primera etapa y duran de 30 a 90 días. Los programas de largo plazo por lo general no comprenden la abstinencia con supervisión médica y duran de seis meses a un año. El modelo mas común de rehabilitación residencial a largo plazo es la "comunidad terapéutica".
Los servicios de rehabilitación residencial tienen varias características en común: vida comunitaria con otros adictos en recuperación; asesoramiento individual y en grupo para prevenir recaídas; gestión de los casos en forma individual; desarrollo de la capacidad para enfrentar la vida cotidiana; formación y experiencia laboral; servicios de vivienda y preinstalación, y apoyo al postratamiento.
Por lo general se usa una metodología análoga a la de los grupos de ayuda mutua como Narcóticos Anónimos y Cocainómanos Anónimos. Algunos de esos programas disponen de hogares intermedios o de transición, que son espacios colectivos semiindependientes situados generalmente cerca del lugar en que se administra el programa residencial principal. En esos hogares se ofrece al grupo la posibilidad de prepararse para regresar a la comunidad y, al mismo tiempo, se le sigue dando el apoyo institucional que necesita.



Programas de sustitución y mantenimiento. Si bien el objetivo principal de la mayoría de los programas de rehabilitación es la abstinencia, se pueden prescribir sustancias de sustitución como la metadona y la buprenorfina, con fines de mantenimiento, a las personas con dependencia de opioides. Con frecuencia se administra tratamiento de mantenimiento a las personas que han fracasado reiteradamente en los programas encaminados a lograr la abstinencia.
En los programas de mantenimiento se administra una sustancia de sustitución en dosis adecuadas y estables durante varios meses y, en ciertos casos, durante años. Es importante considerar la prescripción de sustancias al paciente en la comunidad como plataforma de las intervenciones de asesoramiento psicosocial que se han de aplicar en combinación con los programas de mantenimiento.
En la mayoría de los programas de mantenimiento se ofrece un plan de sesiones periódicas programadas de asesoramiento con determinado profesional, conjuntamente con el acceso a grupos de autoayuda, atención primaria o medica de otra índole y apoyo de promoción social.
En el Reino Unido y en Australia se ha despertado cierto interés por determinar la conveniencia y los efectos de administrar dexanfetamina a ciertos consumidores adultos dependientes de anfetaminas que no presentan una psicopatológica grave. No se han reunido pruebas suficientes para determinar el acierto de esa práctica, ni se conocen bien las características de los adictos a los que podría convenir esa clase de farmacoterapia.
Farmacoterapia antagonista: Cuando la persona dependiente ya no consume drogas (es decir, se ha desintoxicado totalmente), puede recibir una medicación antagonista (naltrexona) como parte del tratamiento continuado de prevención de recaídas. Ese antagonista bloquea los receptores opiaceos en el cerebro y neutraliza los efectos de la heroína o de toda sustancia que pudiera consumir la persona. La prescripción de naltrexona (que no plantea riesgo de abuso) puede formar parte del tratamiento ambulatorio continuado y se puede combinar con terapia familiar (aunque puede iniciarse en un entorno residencial tras la desintoxicación). Se administra medicación diariamente durante varios meses como mínimo, con lo cual se bloquean los efectos de los opiaceos (Medicamento que se usa para tratar el dolor. Contiene opio o una sustancia elaborada con opio -como la morfina-) y, por consiguiente, se promueve la recuperación a largo plazo ayudando a la persona a seguir absteniéndose de consumir drogas. Cabe destacar la importancia de la participación del cónyuge y de la familia para lograr que el paciente cumpla el tratamiento.
En las investigaciones se ha comprobado que el tratamiento con naltrexona no siempre se cumple y que hay una tasa elevada de deserción. No obstante, cuando los pacientes están muy motivados o son muy cumplidores, la naltrexona suele ser muy eficaz, lo que indica la importancia de estudiar las características del paciente para administrarle el tratamiento que más le convenga.
Se han hecho grandes esfuerzos por encontrar antagonistas de la cocaína; sin embargo, no se ha comprobado empíricamente la eficacia de ningún bloqueador de receptores de esa sustancia.
 Postratamiento
En algunos programas estructurados hay un periodo de tratamiento menos intensivo, denominado postratamiento, después que el paciente ha concluido el programa principal. El postratamiento se puede limitar a un mes, o se puede prolongar hasta mucho después de haberse terminado el tratamiento, y tiene por objeto seguir prestando a los pacientes el apoyo necesario para mantener los resultados y metas logrados anteriormente. Puede comprender llamadas telefónicas periódicas y visitas programadas y no programadas o sin consulta previa.
Además de los servicios de postratamiento ofrecidos por el programa estructurado, también se puede alentar a los participantes a pasar a formar parte de grupos de autoayuda y ofrecerles servicios de apoyo y de orientación generales en la comunidad, de ser necesario. Hasta el momento no se ha evaluado formalmente la eficacia de esa clase de servicios, si bien en general se reconoce su valor y se intenta promoverlos. Naturalmente, un entorno familiar y comunitario propicio también contribuirá a la recuperación de las personas que han recibido tratamiento por abuso de drogas