Publicado por Fernando Reyes Crespo el 15 octubre 2014 en Karma |
La fuente esencial de donde brotan todas las corrientes de la realización humana es la ambición. Ésta nunca falta pero, si no es debidamente orientada, puede significar frustración y fracaso.
Para lograr el éxito, es necesario encauzar nuestras ambiciones hacia metas concretas y productivas
Esta corriente positiva puede emanar de la ambición, cuando se toma la decisión de enfrentar sin temor nuestras propias decepciones y decidimos remediarlas mediante el trabajo y la perseverancia. Por otro lado, todos sufrimos decepciones en la vida. Algunas son menores: no ser elegidos para un cargo; perder una venta; atrasarse en el trabajo; envejecer. Otras más graves pueden afectarnos profundamente y dejan huellas difíciles de borrar.
Lo peor del caso es que toda decepción es desmotivante, porque frena nuestro afán de lograr las metas.
Si utilizamos esas decepciones para crecer......................
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