jueves, 12 de junio de 2014

Manejar la angustia sin flagelarse


ansiedad-sentimiento
Temo a la angustia. Es un sentimiento que logra desestabilizarme, provoca que mis programaciones puedan irse al traste, aumentando más mi angustia.
Existe un periodo en el que, a pesar de sentir la angustia, hago todo lo posible por no centrarme en ella. Hacer esto, “centrarme” en ella, lo entiendo en ese momento como dar de lado mis “prioridades”, por lo que me pongo manos a la obra con aquello que toque en ese momento, trabajo, estudio,…
Concentrarme me resulta imposible, deambulo de tarea en tarea sin lograr hacer nada. La angustia aumenta, va ganando terreno, y el malestar cada vez es más complicado ignorarlo.
Opto por dejar de hacer lo que estuviese haciendo. Me siento irritado, nervioso, no sólo no he logrado hacer lo que tenía previsto, sino que me noto peor al no haberlo hecho.
Busco la forma de rebajar los niveles de frustración, de angustia, y para ello trato de distraerme. Me vale cualquier cosa que impida escucharme, sentirme. Obviamente las opciones de consumo de drogas ya no están presentes, siendo la televisión una de las apuestas.
Afortunadamente un día ocurrió algo inesperado, la televisión no funcionaba. Me doy cuenta que ahora, si o si, estoy conmigo mismo. Respiro, sé lo que debo hacer, y lo mejor de todo, sé porque no quiero hacerlo.
El no llevar nada bien manejarme en el malestar, hace que busque opciones de distracción. Saberlo me ayuda a comprenderme y darme esa tregua, y comprensión, para ir entrando en mis emociones más incómodas.
Tras tener ya decidido y claro que debo analizar y averiguar respecto a que me hace sentir así realmente, se reduce mi ansiedad. Sé que a pesar de no querer entrar aquí, es el camino para salir de esta situación.
Me doy cuenta que son varios los motivos los que me hacen sentir mal. Algunos de ellos vienen de días atrás, otro está ocurriendo en el momento, y un tercer motivo se desarrollará en un futuro próximo. No olvido que existe una situación general concreta, donde las cosas son complicadas.
Bien, esto va mejorando. He dado con los temas principales que me están removiendo. Ahora tendré que poner cada uno en su sitio y ver las opciones que tengo en cada uno de ellos. Esto es algo que puede resultar peligroso, pues al igual que se pueden encontrar opciones satisfactorias, puede darse el caso de no serlo tanto, corriendo el riesgo, en caso de no gestionarlo bien, de angustiarnos más. Consciente de ello, manejo la situación.
No busco opciones perfectas, únicamente las oportunas
Con todo esto he logrado ver todo con perspectiva, entender porqué me encuentro angustiado y qué me lleva a ello. Y por supuesto, me he dado la oportunidad de sentirlo.
En este punto es muy importante para mí encontrar el equilibrio entre comprensión hacia mí mismo, y la autocrítica. Es decir, no flagelarse, no justificarse.
¿La angustia ha desaparecido?, no, pero, ¿qué ha cambiado?
  • Acepto manejarme en el malestar
  • Sé que provoca mi angustia
  • Encuentro la manera de afrontar esas situaciones
  • El nivel de angustia disminuye
Comparto contigo una situación cotidiana en mí día a día como adicto, pero que no sólo nos ocurre a los exconsumidores. Pero que estemos, o hayamos estadorealizando un tratamiento más allá de dejar de consumir, nos da herramientas para afrontar y crecer ante ciertos momentos complicados. Utilizar estas herramientas es fundamental.
Deseo que te haya aportado esta entrada tanto como a mí escribirla. Por cierto, ¿qué haces tú con tu angustia?
¡Un abrazo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario