jueves, 5 de junio de 2014

Hacer deporte mejora nuestra salud general


Hacer deporte mejora nuestra salud general, nos ayuda a ganar masa muscular e incluso, mirándolo desde una perspectiva más frívola, nos permite lucir un físico más esbelto. Pero, ¿qué hay de los beneficios en la salud mental? Porque también son unos cuantos. Para hablar de esto, concretamente de cómo el ejercicio puede ayudar a las personas con trastorno bipolar, hemos entrevistado al doctor Francisco Miguel Tobal, Doctor en Medicina y Cirugía, Médico Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte, y Director de la Escuela Profesional de Medicina de la Educación Física y el Deporte de la Universidad Complutense de MadridAdemás de todo ello trabaja como psicólogo para la Real Federación Española de Tiro Olímpico. Sus conocimientos sobre psicología y actividad física le convierten en la persona perfecta para hablar sobre este tema.
P.- ¿Cuál es el tipo de actividad física que se recomienda para las personas con trastorno bipolar?
R.- La verdad es que no existe ninguna recomendación específica. Dependiendo del deporte y la enfermedad, lo mejor es el ejercicio de baja intensidad de carácter aeróbico. Se trata de una actividad que tiene grandes beneficios a nivel psicológico ya que mejora la relajación y el estado de ánimo estimulando la cantidad de endorfinas que se segregan. Este sería el tipo de ejercicio más vinculado a la salud para las personas con trastorno bipolar.
P.- ¿Hay algo que debamos saber antes de ponernos manos a la obra? ¿Hay que tener en cuenta algunas pautas previas?
R.- Alguien que vaya comenzar un programa de actividad física debería primero conocer en qué condición física y de salud está. El servicio médico que le esté controlando deberá valorar el control de la medicación y los efectos secundarios de esta por si pudiera provocarle algún tipo de alteración. Una vez conocido esto, se deberán dar las pautas concretas de ejercicio y la llamada “higiene deportiva”  que consiste en saber qué alimentación se ha de tener, qué calentamiento previo se tiene que hacer, qué estiramientos y qué ejercicios de enfriamiento se deben practicar.
P. ¿Es necesario un reajuste en la medicación tras la actividad deportiva?
Posiblemente. No es tanto el ajuste del medicamento sino ajustar la actividad física a la medicación que está tomando. Por ello, el ejercicio se ha de ajustar primero al diagnóstico y luego a la medicación que toma. Una vez que se lleve practicando actividad física de forma regular y se tenga una condición física óptima, se podría plantear un reajuste de algún fármaco que pudiese interaccionar con el entrenamiento. Pero siempre en este orden.
P.- ¿Existe algún tipo de actividad que esté contraindicada?
R.- A nivel general los deportes de motor y de riesgo, así como los de contacto, ya que es posible que la atención y la concentración no sea la adecuada y puede perjudicar la distorsión en la forma de entender o ver esa práctica deportiva. Por lo menos a priori este tipo de actividades yo no las recomendaría, aunque (tras una práctica de actividad física regular) habría que ver la evolución de la persona.
Retrato_francisco_tobal_bipolar_480x320P.- ¿Puede la actividad física ayudarnos a reducir la medicación?
R.- Creo que no. La función principal del ejercicio no es ayudar a reducir la medicación, es ayudar a controlar la enfermedad, es decir, que ayudar al fármaco y de esta forma mejorar la calidad de vida de la persona y así esta pueda controlar más fácilmente la enfermedad. Esta función sería no de sustitución, sino de complemento para que la persona viva mejor y además controle mucho mejor su trastorno bipolar.
P.- ¿Cómo ayuda el ejercicio físico a las personas con trastorno bipolar?
R.- Además de los beneficios que puede tener sobre cualquier persona, como la mejora a nivel cardíaco, muscular y articular, la mejora del sistema sanguíneo; estas personas también mejoran disminuyendo  la actividad del sistema nervioso simpático al estrés cognitivo, reduciendo así  la posibilidad de depresión, mejorando las alteraciones emocionales y la secreción de endorfinas. También mejora el control emocional y las relaciones sociales con los demás.
P.- Durante periodos de depresión, ¿qué actividad física puede llevarse a cabo?
R.- En etapas de depresión, las personas con trastorno bipolar deben realizar actividad física acompañados de personas de confianza, con las que se sientan a gusto. No se les deberá exigir gran intensidad ni un tiempo excesivo, simplemente que realicen aquella actividad que les apetezca en el momento. Por lo general, que sea al aire libre y, si es posible, en la naturaleza.
P.- ¿Y en periodos de manía?
R.- En esta fase no tenemos el problema de tener que animarles a realizar ejercicio, sino que todo lo contrario: pueden estar excesivamente activos y tener la sensación de poder hacer más de lo habitual, con lo cual corren el riesgo de lesionarse. Realizar una actividad exigiendo al cuerpo más de lo que está preparado puede ser peligroso, por lo que solo se deben realizar aquellos ejercicios o entrenamientos a los que se esté acostumbrado.
P.- ¿Qué actividad física mínima es necesaria para notar los efectos positivos del ejercicio?
R.- La actividad mínima necesaria sería de 3-4 días/semana, una hora/día; y los días que no se realice esta actividad (bicicleta estática, elíptica, remo, etc.), habría que andar durante una hora, entre 4 y 5 km por hora; es decir, que habría que tener una vida activa los días que no se practique ejercicio.