lunes, 23 de diciembre de 2013

La Isla




Había una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existían.Convivían por supuesto el temor, el odio, la sabiduría, el amor, la angustia, todos estaban allí.
Un día el Conocimiento reunió a los habitantes de la isla y les dijo:
_Tengo una malanoticia para darles: la isla se hunde.Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:
_¡No, cómo puede ser!¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!
El Conocimiento repitió:
_La isla se hunde.
_¡Pero no puede ser!¡Quizás estás equivocado!
_Yo nunca me equivoco_aclaró el Conocimiento_.Si les digo que se hunde, es porque se hunde.
_¿Pero que vamos a hacer ahora?_preguntaron los demás.
Entonces el conocimiento contestó:
_Bueno, hagan lo que quieran pero yo les sugiero que busquen la menera de dejar la isla...hagan un barco, un bote, una balsa o algo para irse porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella.
_¿No podrías ayudarnos?_preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad.
_No_dijo el conocimiento_.La Previsión y to hemos construído un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.
Las emociones dijeron:
_¡No!¿y nosotros?
Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y llevando como polizón al Miedo, que como no es zonzo ya se había escondido en el avión, dejaron la isla.
Todas las emociones se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero...todos...salvo el Amor.
Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:
_Dejar esta isla...despues de todo lo que viví aquí...
¿Cómo podría dejar este árbol por ejemplo?...ahhh...compartimos tantas cosas.
Y mientras cada uno se dedicaba a construir una manera de irse,el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos, tocó cada piedra...y quiso pensar con esta ingenuidad que tiene el Amor."Quizás se hunda un ratito y despues"...
Pero la isla... se hundía cada vez más.
Sin embargo el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolido que solo podía llorar y gemir por lo que perdería.
Y otra vez tocó las piedritas, y otra vez se arratró en la arena y otra vez se mojó los piecitos.
_Despues de tantas cosas que pasamos juntos..._le dijo a la isla.
Y la isla se hundió un poco más...
Hasta que finalmente de ella solo  quedó un pedacito.El resto había sido tapado por el agua.
Recién en ese momento el Amor se dió cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad y comprendió que si no conseguía irse,el amor desaparecería para siempre de la faz de la tierra.Así que entre charcos se dirigió a la bahía, que era la parte más alta de la isla.Fue con la esperanza de ver desde allí a algunos de sus compañeros y pedirles que lo llevaran.
Buscando en el mar vió venir el barco de la Riqueza y le hizo señas y la Riqueza se acercó un poquito a la bahía.
_Riqueza,vos que tenés un barco tan grande,¿no me llevarías hasta la isla vecina?
Y la Riqueza le contestó:
_Estoy tan cargada de dinero,de joyas y de piedras preciosas que no tengo lugar para vos.lo siento_y siguió su camino sin mirar atrás.
EL Amor se quedó mirando,, y vió venir a la Vanidad en un hermoso barco ,
, lleno de adornos, caireles, mármoles y florcitas de todos los colores que llamaban muchísimo la atención.El Amor se estiró un poco y gritó:
_Vanidad...Vanidad...llevame con vos.
La Vanidad miró al Amor y le dijo:
_Me encantaría llevarte pero...tenés un aspecto ...¡estás tan desagradable, sucio,y desaliñado...perdón , afearías a mi barco!_ y se fue.
Y cuando pensó que ya nadie más pasaría vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.
_Tristeza, hermana_le dijo_,vos que me conocés tanto, vos si me vas a llevar ¿verdad?
Y la tristeza le contestó:
_Yo te llevaría pero estoy tan triste que prefiero seguir sola, y sin decir más se alejó.
Y el Amor,pobrecito,se dió cuenta de que por haberse quedado ligado a estas cosas que tanto amaba iba a hundirse en el mar hasta desaparecer.
Y el Amor se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final....cuando de pronto , escuchó que alguien lo chistaba:
Chst-chst-chst...
Era un viejito que le hacía señas  desde un bote de remos.
El Amor dijo:
¿A mí?
Sí, sí dijo el viejito, a vos.Vení conmigo, yo te salvo.
El Amor lo miró y dijo:
Mirá, lo que pasó fue que yo me quedé...
Yo entiendo , dijo el viejo sin dejaqrlo terminar, subite, yo te voy a salvar.
El Amor subió al bote y empezaron a remar para alejarse de la isla, que en efecto  terminó de hundirse unos minutos despues y desapareció para siempre.
Cuando llegaron a la orta isla, el Amor comprendió que seguía vivo,que iba a seguir existiendo gracias a ese viejito, que sin decir una palabra se había ido tan misteriosamente como había aparecido.
Entonces, el Amor se cruzó con la Sabiduría y le dijo.
Yo no lo conzco y él me salvó,¿cómo puede ser?Todos los demás no comprendían que me quedara, él me ayudó y yo ni siquiera sé quién es...
La Sabiduría lo miró a los ojos y dijo:
Él es el Tiempo. Y el Tiempo, Amor, es el único que puede ayudarte cuando el dolor de una pérdida te hace creer que no podés seguir.


                   El Camino de las Lágrimas.  Jorge Bucay

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