martes, 26 de noviembre de 2013

CODA - Undécimo Paso y Reflexión del día

Joaquín Roberto Jiménez Carrillo

Undécimo Paso
Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
La parte más difícil de orar y meditar para mí es manejar mi impaciencia. Me gusta la inmediatez. Me gustan las respuestas ya. Quiero el cambio ahora mismo. Como dijo una mujer: "Estoy acostumbrada a funcionar de tres a seis meses por adelante de mí misma."
Así no funciona la meditación y la oración. Rezamos. Hablamos con Dios. Luego soltamos. Y luego soltamos más. La respuesta vendrá, pero no porque nos aferramos y generalmente no al instante. La respuesta vendrá en la medida en que soltamos y permitamos que el fluir de vida nos impulse hacia adelante. La respuesta vendrá cuando soltemos nuestro miedo.
A veces la meditación no funciona de inmediato o al instante. Puedo meditar y sentirme tan caótica al terminar como cuando empecé.
Pero puedo confiar en estos ejercicios y seguirlos practicando de todas maneras. A veces puede parecer que hemos pedido, rogado e implorado conocer la voluntad de Dios para nosotros y la fortaleza de cumplirla y no ha sucedido nada. Esa es una ilusión. Algo, amigo mío, sucede.
A veces nuestro papel es simple. Lavamos los trastes. Asistimos a una junta. Llamamos a un amigo. O esperamos. A veces el no hacer nada es la voluntad de Dios. A veces eso es más difícil que hacer algo.
A veces es el momento de actuar. Pero no debemos preocuparnos por eso. Cuando sea el momento, recibiremos la guía, la fortaleza, y la ayuda que necesitamos para hacer lo que nos corresponde y podremos soltar lo demás. Si esperamos hasta que sea nuestro momento, nuestro papel será claro. Será posible. Sucederá, con naturalidad, con facilidad, gradualmente.
Eso no significa que no tendremos que superar obstáculos y enfrentar retos. No significa que no tendremos que luchar por lo que queramos. Pero sí se nos dará el poder y la ayuda que necesitemos para enfrentar obstáculos y retos, y para romper las barreras.

El lenguaje del adiós de Melody Beattie
Dejemos ir la autocrítica
¡Miren qué lejos hemos llegado!
Está bien concentrarnos en la tarea que sigue, en lo que falta por hacer. También es importante detenernos y sentirnos complacidos por lo que ya hemos terminado.Si, puede parecer que el cambio ha sido lento. A veces, el tiempo es agotador. Sí, hemos dado pasos hacia atrás. Pero estamos justo donde se supone que debemos estar. Estamos justo donde necesitamos estar.
Y hemos llegado hasta aquí de lejos. A veces a brincos, a veces con pasos diminutos, a veces pataleando y gritando todo el tiempo, a veces con las mangas remangadas y con los nudillos en blanco, hemos aprendido. Hemos crecido. Hemos cambiado. Miren qué lejos hemos llegado.
Hoy apreciaré mi progreso. Me permitiré sentirme bien acerca de lo que he logrado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario