jueves, 13 de junio de 2013

¿CONSENTIR O IMPONERSE?

Felix Millas
Esta es la pregunta que en este el siglo XXI se hacen gran numero de padres y madres.. es el eterno dilema que en muchas ocasiones se decanta hacia un lado u otro, en funcion de las ideas predominantes en cada momento de la humanidad. tanto es asi, que en determinados ambientes se califica como opcion progresista a la una, y como accion reaccionaria tradicional o conservadora a la otra.pero en esta cuestion hemos de hacer creo un punto y aparte.no se trata de defender una filosofia de vida en concreto, ni tan siquiera analizo si el fin justifica los medios a la hora de educar a un ser humano. hablo de la responsabilidad que conlleva el ser padre o madre.
traer a un niño al mundo nos obliga a poner en sus manos los medios necesarios para que pueda afrontar los problemas de esta ya tan complicada vida. no es suficiente con alimentarle, vestirle, enseñarle a hablar, escribir o leer.es necesario formar de una manera lo mas integra posible, de tal forma que pueda desenvolverse en el entramado social, sin dañarlo y enriqueciendolo en la medida de sus posibilidades. todo ser humano tiene la necesidad de rehalizarse y ser feliz. y he aqui el problema: los ñiños, y adolescentes hasta determinades edades, no tienen la capacidad ni la experiencia suficiente como para determinar aquello que le sera beneficioso, o por el contrario, perjudicial. esto es algo de lo que todos somos conscientes. pues bien, la conciencia nos obligaa dejar de la do la comodidad y las excusas, y cumplir con esa labor inherente de la figura de padres, aun cuando el menor no lo entienda.
muchos adolescentes tiene la capacidad de llevar determinadas situaciones al limita, con la clara intencion de imponerse o averiguar hasta donde pueden tirar "sin que se rompa la cuerda". y es aqui donde muchas veces, fruto de un verdadero agotamiento, los padres nos planteamos si merece la pena imponerse o ceder y consentir. la duda sera logica en funcion de las distintas circunstancias, pero la resolucion debe estar siempre muy claradesde el principio: cuando sabemos que estamos haciendo lo correcto por el bien de un hijo, al margen de egoísmos y conveniencias propias, debemos mantenernos congruentes con nuestros conocimientos y experiencia. aquel que termina consitiendo, lo hace por agotamiento, dejadez o conveniencia propia, pero nunca por el bien del menor. aveces, y no es ningún tópico  un buen castigo o una voz subida de tono beneficia a medio y por supuesto a largo plazo al menor. transigir en determinadas cuestiones puede ser mucho mas perjudicial para el adolescente. no defiendo la intransigencia ni la torta como formas de atajar problemas, sin la constancia en la labor educativa al margen del cansancio o de la actitud negativa que pueda presentar un hijo.
 Es solo la opinión de un alcohólico, mi opinion.

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