Te recuerdo algunas cosas que, a veces, se te olvidan, y que necesitás tener presente cuando sentís el juicio ajeno que te dice “No podrás”.
Imaginá…Hay más de una solución y las hay desconocidas.
Usá todos tus recursos… y tu mente, tu experiencia y tu corazón.
Reconocé tu talento original y único… ponelo a funcionar.
Bendecí a los que te dicen que no podés y dejalos ir.
Este es tu juego, vos lo elegiste… vos decidís cómo lo vas a jugar.
Si insisten en sus tirones, y no te sueltan, y te quieren retener, si es insistente su requerimiento, si intentan pisar tu brote… Esas son las señales que te indican que te tenés que apartar.
Liberate y avanzá.
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