martes, 17 de julio de 2012

Entusiasmo…Llevar A Dios Adentro 15 jul, 2012 by Rita Tonelli Coach


Entusiasmo…Llevar A Dios Adentro

15 jul, 2012 by 

         
        



Tengo el placer de decirte que ¡Sí!
         La palabra Entusiasmo significa exactamente eso: “Llevar A Dios  Adentro”.
         Cuando nos dejamos llevar por el Entusiasmo –creían los griegos- hemos sido “poseídos” por un dios, y por eso los poetas, los profetas y los enamorados (que están permanentemente entusiasmados) merecen respeto.
El hombre sólo puede tener éxito en aquello por lo cual siente un entusiasmo sin límites. Ch. Schwab
¿Estás entusiasmado con tu vida?
¿Cuál fue la última vez que te sentiste entusiasmado?
¿Te entusiasma lo que hacés?

Desde la mirada del Coaching Ontológico –una que te da poder y se enfoca en que vivas mejor- el entusiasmo es un estado de ánimo y como tal, lo podemos generar nosotros mismos.
Es diferente de una emoción, la que no podemos evitar ni tampoco crear.
El entusiasmo es vital…literalmente.
El entusiasmo es el remedio para…

    A)  Las indecisiones.
¿Cómo te sentís cuando no podés tomar una decisión?
Después de, más o menos un día sin tomarla, ¿tenés la sensación de que tu cabeza está llena y te pesa?
Tomar una decisión te libera. Aunque aún no hayas pasado a la acción, una vez que decidiste qué elegir (toda decisión implica una elección) te sentís liberado.
Si definitivamente, no te atrevés a tomar una decisión…la estás tomando, amigo. Estás tomando la decisión de no decidir…
¿Adónde te parece que te deja tu inacción?
¿Resolviste el asunto?
¿Cuánta es la carga que llevás por no decidir?
¡Entusiasmate…y el coraje vendrá!
El entusiasmo es un volcán en cuya cima no crece jamás la hierba de la indecisión.

    B)  La resignación.
¿Vivís resignado?
La resignación es el estado de ánimo que adoptamos cuando creemos que no podemos hacer Nada, no podemos intervenir en lo que nos sucede…pero esta creencia sólo proviene de un juicio.
Quiero llamar tu atención sobre la diferencia que existe entre la resignación y la aceptación. La aceptación es darnos cuenta de que lo que sucede es fáctico (la facticidad es un estado de las cosas que no se pueden cambiar. Por ejemplo: un cuadrado tiene cuatro lados iguales). La aceptación es un estado de sabiduría, la resignación es un estado de debilidad de espíritu.
Si estás entusiasmado, jamás sentirás resignación.
La resignación es un suicidio cotidiano. Balzac

Los resultados que buscamos en cualquier ámbito de nuestra vida provienen siempre de la acción. Sin acción no hay resultados.
El factor fundamental de que podamos pasar a la acción…es el entusiasmo.
¿Estás siendo una persona que observa, estudia pero no hace?
¿Te aislás, no conversás, no interactuás porque no tenés ganas?

¡Entusiasmate! ¡La vida es acción! ¡La vida es relación!
¿Sabés cómo entusiasmarte?
En numerosas oportunidades y conversando sobre entusiasmo en sesiones con mis coachees, ellos llegan velozmente a darse cuenta de que el entusiasmo es necesario para una vida feliz. Entonces…viene su pregunta: -Ok, pero ¿Cómo hago para entusiasmarme?
En ese momento, recuerdo a Dale Carnegie, uno de mis maestros primeros. El decía:
El entusiasmo aparece de una primera intención y deseo, y la acción, aliada con él, genera un resultado creciente en progresión geométrica.
Y Carnegie no se quedó ahí sino que nos transmitió una fórmula mágica que hoy te regalo…sólo te pido que te comprometas a usarla… ¿Puede ser?
La fórmula es      A
                             C
                             E
                             Y
                             T
                             E
¡Sí! ACEYTE
¿Sorprendido?
Fijate:
A ctúa
C con
E ntusiasmo
Y
T endrás
E ntusiasmo
Ahora…es tu turno de aprovechar tu vida.
Siempre hay una posibilidad más si estás entusiasmado.
La manera de adquirir entusiasmo consiste en “creer” en lo que uno hace y en uno mismo, y en “desear” llevar a cabo algo definido. El entusiasmo vendrá a continuación, al igual que la noche sigue al día. DALE CARNEGIE.
Recordá esta frase, leéla de nuevo si es necesario y escuchá esta historia…no necesariamente verídica.


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