martes, 28 de marzo de 2017

He tenido que bajarme del caballo de la Soberbia

He tenido que bajarme del caballo de la Soberbia para primero ser humilde y agradecido de corazón y agachar la cabeza, cuando te dicen las verdades de lo que has sido y has hecho. ¿Cuántos son capaces de tener ese don? Porque el ser agradecido es un don sólo cuando sale de dentro y es sincero, si no es un engaño a ti mismo y a los demás. Nos gusta tanto aparentar una falsa forma de vida y digo falsa porque en el interior de cada uno habita el otro yo, el verdadero, el que no te gusta… te gusta aparentar y ser líder de la manada, pero tú, sólo tú conoces lo que en el fondo eres, a pesar de mentirte a ti mismo.
Sólo conozco esta vida, y ahora mismo me merece la pena vivirla plenamente, aunque los años en la droga me han dejado alguna secuela. Reconozco que padezco TLP, trastorno límite de personalidad, algo de lo que estoy siendo tratado. La droga lo tapaba y algo que se podía haber curado antes, pues toca ahora resolverlo. Me sincero porque me siento agradecido a la persona que ahora es mi esposa, que está siendo capaz de aguantar y pelear por mí. Ella sí que se merece el cielo. Un día nuestras vidas se juntaron, de una forma un tanto singular y hasta ahora.
Como veréis, este escrito es una carta de amor y agradecimiento a alguien que sufre cuando sufro y es feliz cuando lo soy yo. ¿Me estoy confesando? No lo se, pero quiero que sepáis que fue duro y ahora desde fuera hay que agradecer mucho, pero quizás más perdonar.
F. Reyes.

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