La adolescencia conlleva por sus propias características a las nuevas experiencias, a la búsqueda de nuevos compañeros, de una identidad propia, alejada de la influencia de padres o figuras paternas. Dentro de este extravío normal que propone la adolescencia, las drogas son un elemento que se presenta con reiteración dentro de los círculos por los que se mueve la adolescencia.
En primera instancia hay que destacar que le consumo casual o aleatorio de una droga, sea cual sea, no genera dificultades inmediatas o importantes. Sin embargo, la reiteración, el consumo repetitivo si acarreará dificultades. El tabaco y el alcohol, ambas drogas sociales y drogas legales, son las sustancias comunes de la adolescencia.
Ser parte del grupo de pares, diversión, sentirse mejor, evitar problemas familiares o problemas personales, son todas potenciales razones del consumo de alcohol reiterado.
Formas del alcoholismo
El alcoholismo establecido se puede caracterizar de una única manera, y es la de tener la necesidad constante de consumir. Sin embargo, existen formas de comienzo, o formas menos estrictas de alcoholismo, las cuales son las que se presentar en la adolescencia.
Un alcohólico establecido consume todos los días. En cambio, la forma de entrada al alcoholismo, y, de hecho una forma de alcoholismo, se puede dar con del consumo todos los fines de semana, con la necesidad de hacerlo y con la irritabilidad si no se presenta.
Estos pueden ser formas iniciales del alcoholismo o alcoholismo en si. La necesidad de consumir alcohol para poder estar bien, para divertirse, es un síntoma del alcoholismo. Tratar estos síntomas desde la adolescencia, es una opción segura, siempre y cuando el adolescente presente los síntomas mencionados.
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