martes, 6 de mayo de 2014

DROGAS Y MAS DROGAS

Las drogas legales son las permitidas por las leyes de una sociedad, por lo que su utilización no amerita un castigo, más aún, su uso es fomentado por algunas instancias sociales como los medios masivos de comunicación que regulan algunos vínculos interpersonales, como la convivencia en fiestas y reuniones. Dentro de esta categoría se encuentra el alcohol y el tabaco.
El consumo de drogas ilegales o ilícitas se caracteriza porque su consumo viola las leyes establecidas por la sociedad y es por eso que enfrenta el riesgo de ser sancionado. Algunas de estas drogas son la marihuana, cocaína, heroína, LSD e inhalables, éstos últimos se integran en este rubro, porque su uso es mal visto socialmente.
Las drogas de uso médico son aquellas sustancias que se pueden conseguir en farmacias, previa receta médica, y su uso adecuado debe darse bajo prescripción médica.
Su utilización puede ser peligrosa cuando se da la automedicación o para fines completamente diferentes del tratamiento de una enfermedad. Las más utilizadas dentro de esta categoría son los estimulantes y tranquilizantes.
.Cuando una persona inicia el consumo de drogas, está haciendo "uso" de la droga, pero a medida que su consumo empieza a ser habitual y posteriormente "necesario", generando una dependencia física y/o psicológica, es cuando se puede hablar de una situación de "abuso". Algunos conceptos que entran en juego son: Tolerancia: Es la necesidad que experimentan los consumidores de drogas de ingerir dosis mayores, con el propósito de obtener el mismo efecto inicial.Dependencia: Es la adaptación psicológica o física a una droga que resulta de su uso periódico o continuo. Las características específicas de la dependencia generalmente varían según la droga consumida.Dependencia Física: Estado de adaptación fisiológica al uso continuo de una droga.Dependencia Psicológica: Condición en la cual la persona requiere de la droga para sentir satisfacción o bienestar. Síndrome de Abstinencia: Conjunto de síntomas físicos que se presentan cuando ya se ha desarrollado la dependencia física y se suspende bruscamente el consumo de la droga. Las características de la abstinencia varían según las diferentes drogas y según los patrones de consumo desarrollados. Los casos graves de síntomas de abstinencia pueden ser mortales..

. FACTORES DE RIESGO
· Ambiente doméstico caótico, particularmente en donde los padres abusan de sustancias o padecen enfermedades mentales lo que puede originar violencia intrafamiliar. · Fracaso en el desempeño escolar. · Percepción de que el consumo de drogas es una conducta aprobada en los ambientes escolar, de padres y comunitario dando como resultado la presión de un grupo específico, que influye en los adolescentes en su afán de pertenecer a él y así poder diferenciarse de otros grupos o jóvenes, siendo importante para la construcción de su identidad. ).Se calcula que se presenta algún tipo de violencia doméstica en una de dos casas estadounidenses por lo menos una vez al año. La mayoría de los casos de maltrato físico, incluyen el maltrato del varón hacia su esposa. Esta violencia doméstica traspasa todas las líneas socioeconómicas, raciales y culturales. El maltrato ocurre de manera más común como parte de una relación crónica desadaptada dentro de la pareja. De manera común están involucrados el alcohol, las drogas, o ambas. Con frecuencia, los golpes están dirigidos a áreas del cuerpo "ocultas al público", como senos o abdomen, pero también es común el traumatismo cerebral. Por lo general, el maltrato ocurre en el hogar y rara vez enfrente de individuos fuera del ambiente familiar. Muchas de las personas que maltratan son posesivos, celosos y dependientes de manera intensiva de sus esposas; con frecuencia se llega al abuso, cuando se enciende su temor de ser abandonados (cuando la esposa comienza a trabajar, cuando enfoca su atención en los niños). Las víctimas de maltrato, con frecuencia se culpan por el mismo, y aquellas con poca autoestima tienen dificultad para dejar a la persona que abusa de ellas. .
Las anfetaminas, cocaína, crack y otros estimulantes se vinculan a menudo con una conducta agresiva. La fenciclidina es un fármaco que se relaciona comúnmente con una conducta violenta que a veces es de naturaleza extraña, en parte debido a la disminución del umbral del dolor. Los trastornos de control de impulsos resultan característicos del abuso físico, de ordinario por la pareja o niños domésticos del agresor, intoxicación patológica, actividades sexuales impulsivas o conducción descuidada de vehículos..La violencia intrafamiliar se manifiesta de diferentes maneras, y no sólo con golpes o agresiones físicas. El uso de expresiones descalificantes o insultantes hacia los miembros de la familia es también una forma de ejercer violencia, de la misma manera que el utilizar gritos en el momento de hablar, se esté o no enojado. Un temperamento violento y distante por parte de los padres puede generar un ambiente hostil en la familia. Por ello, la violencia a veces no se expresa de modo evidente, pero puede mostrarse de maneras muy sutiles. La falta de comunicación o la mala comunicación es un factor de riesgo común en jóvenes que adoptan conductas adictivas. Es probable que ciertas conductas de los padres, como la ausencia prolongada del hogar o la falta de participación en los problemas de los hijos, provoquen que éstos se sientan abandonados, poco importantes o no amados. La violencia dentro de la familia, independientemente del grado de agresión, explica que algunos jóvenes se refugien en las drogas, como un intento por huir de la difícil realidad que los rodea. La violencia intrafamiliar puede conducir a los hijos a escapar de la familia y a refugiarse en las drogas, cuyos efectos son imaginar una vida diferente a la real..

 CARACTERÍSTICAS DE LAS DROGAS
SEDANTES
La categoría de depresores o sedantes incluye gran variedad de sustancias que difieren notablemente en sus propiedades físicas y químicas, pero que comparten la característica común de originar depresión generalizada del sistema nervioso central. Los fármacos de este grupo son sedantes hipnóticos y fármacos contra la ansiedad. Algunos, como los barbitúricos, son depresores difusos del sistema nervioso central sin receptores específicos. Otros, como las benzodiacepinas, tienen un receptor particular en el cerebro y su acción también es más específica. Además de los efectos consistentes en euforia y reducción de los impulsos agresivos y sexuales, otros posibles efectos son somnolencia, depresión respiratoria y náuseas. Todos manifiestan cierto grado de tolerancia y dependencia cruzadas.
Barbitúricos:
Son los más antiguos de los sedantes hipnóticos y se pueden clasificar como de acción ultrabreve, breve, intermedia y prolongada. Los de acción ultrabreve, como el tiopental, se utilizan para la anestesia por el inicio rápido y la duración breve de su acción; pocas veces se abusa de ellos. Los de acción breve e intermedia son secobarbital y pentobarbital, y se usan sobre todo para tratar el insomnio. La duración breve de su acción y breve a intermedia de su desinhibición, los vuelve los fármacos de que se abusa más a menudo de entre el grupo de los barbitúricos. Los de acción prolongada tienen efectos que inician hasta una hora después, y la duración de su acción suele ser hasta de 16 horas, haciéndolos útiles como anticonvulsivos. Su potencial de abuso es muy bajo. Los pacientes que han tomado una sobredosis de barbitúricos u otros sedantes hipnóticos, presentan lenguaje "arrastrado", marcha inestable, nistagmo vertical y horizontal sostenido, reacciones lentas, letargo y depresión respiratoria progresiva que se vuelve superficial e irregular y que culmina en coma y, posiblemente, muerte. La mayoría de los individuos tratados por sobredosificación está intoxicado de manera aguda o se encuentra en estado de coma después de ingerir una dosis única de gran tamaño, pero no suelen depender físicamente del fármaco. A menos que se haya consumido todos los días, durante más de un mes a una dosis que equivaldría a 400 a 600 mg de un barbitúrico de acción breve, no se desarrollará un síndrome grave de supresión.
Benzodiacepinas:
Las indicaciones para su prescripción son ansiedad, espasmos musculares, convulsiones y tratamiento de los síntomas agudos de la supresión de alcohol. Tienen acciones de duración variable; algunas presentan acción breve (alprazolam) y otra, prolongada (diacepam). Sin embargo, todas tienen un potencial de abuso aproximadamente igual. Es casi imposible morir por una sobredosificación de benzodiacepinas, aunque el índice terapéutico y el peligro de sobredosificación se alteran en gran medida cuando se ingieren en combinación con alcohol. La mayoría de quienes toman benzodiacepinas dentro de los límites terapéuticos durante periodos prolongados, no experimenta supresión importante. Sin embargo, los individuos que tienen predisposición psicobiológica a la adicción y que las consumen a dosis dentro de límites terapéuticos durante cerca de tres meses suelen manifestar psicosis y convulsiones graves por supresión al interrumpir súbitamente su consumo. Todas las benzodiacepinas poseen el mismo potencial para el abuso. Si se toma una dosis terapéutica de benzodiacepinas durante cerca de un mes, puede desarrollarse dependencia física, y es posible que la suspensión abrupta origine síntomas de retraimiento sedante-hipnótico, como psicosis de aislamiento y convulsiones.

ESTIMULANTES
La mayoría de estas sustancias tienen valor medicinal legítimo, como el uso de cocaína para anestesia tópica. Las anfetaminas y los anfetamínicos están aprobados para su empleo en narcolepsia, hipercinesia y control de la dieta a corto plazo, así como para el tratamiento a corto plazo de la depresión (en el anciano). Los estimulantes potentes del sistema nervioso central tienen gran potencial de abuso. En la cultura de las drogas, las vías primarias de administración de cocaína son insuflación nasal, fumar la base libre de cocaína "crack" o "hielo" (un tipo potente de metanfetamina fumable) y la inyección. La administración de anfetaminas se efectúa por vía oral o al inyectarse. Puede desarrollarse dependencia del estimulante, pero primordialmente de naturaleza psicológica, sin síntomas bien definidos de abstinencia salvo depresión y letargo, pero por sí solos pueden originar consumo compulsivo y abuso de grandes dosis. Dado que el abuso de grandes dosis de estimulantes de acción breve como cocaína ocasiona por sí solo compulsión, pérdida del control y consumo sostenido a pesar de las consecuencias adversas, ello determina un tipo de enfermedad adictiva. Debido a que la cocaína "crack" se prepara por medio de una técnica de gasificación simplificada que produce cocaína de base libre en unidades de dosis pequeñas y proporcionalmente menos costosas, hay menos obstáculos para involucrarse con este tipo rápido de distribución. La cocaína de base libre se evapora aproximadamente a los 100ºC y puede fumarse con facilidad. La vía pulmonar aumenta de manera rápida y completa la concentración de cocaína en el plasma. La euforia es rápida y marcada, seguida por depresión grave, la cual típicamente se automedica con cocaína adicional, lo que a su vez lleva a progresión y empeoramiento de los síntomas. Las anfetaminas pueden ingerirse en dosis bajas para fomentar el rendimiento físico o emocional, o bien es posible tomarlas en grandes dosis, ya sea por vía oral o intravenosa, para originar euforia y "oleadas" (explosiones de energía acompañadas de sensación física placentera en cabeza y cuello). El consumo oral de grandes dosis también puede ocasionar reacciones psicóticas. Incluso las dosis moderadas de anfetaminas junto con esfuerzos físicos a temperaturas ambientales elevadas, pueden contribuir al golpe de calor por la interferencia con la regulación de la temperatura corporal. Además de los efectos de euforia , estimulación, alivio de fatiga y supresión del apetito, otros efectos posibles del uso de estimulantes incluye excitación, aumento de las pulsaciones y de la presión sanguínea e insomnio. Los pacientes pueden tener convulsiones con pérdida de la conciencia, crisis hipertensivas o incluso accidentes cerebrovasculares.

OPIÁCEOS Y OPIOIDES
La diferencia entre un opiáceo y un opioide es que el primero es un remedio que contiene opio o se deriva del mismo, y un opioide es cualquier narcótico sintético que tiene actividades tipo opiáceas, pero no se deriva del opio. Los fármacos de estas clases son sustancias naturales derivadas de la adormidera de opio, como opio, morfina y codeína; semisintéticas como diacetilmorfina (heroína) y analgésicos narcóticos sintéticos (opioides) meperidina, metadona y fentanil. Algunos opiáceos siguen siendo los analgésicos de elección para el dolor intenso. Estos opiáceos, cuyos efectos adversos son somnolencia, depresión respiratoria, constricción pupilar y náuseas, también se prescriben para reducir los impulsos agresivos o sexuales. Los efectos para quienes usan estas sustancias de manera ilícita son euforia y "escape". La combinación de pupilas puntiformes y disminución del nivel de conocimiento es prueba presunta de sobredosificación de un opiáceo o un opioide. Aunque las pupilas puntiformes constituyen un signo diagnóstico importante, pueden dilatarse como consecuencia de hipoxia en casos de coma avanzado. Las complicaciones médicas que acompañan a los efectos farmacológicos directos de opiáceos y opioides son relativamente infrecuentes, y consisten en estreñimiento, disminución del deseo sexual y alteración del funcionamiento. Sin embargo, en la cultura de las drogas opiáceas, la heroína se administra usualmente por vía intravenosa, originando una amplia gama de "enfermedades de agujas" que incluyen abscesos, hepatitis y endocarditis. Adictos que se inyectan meperidina u otro opioide farmacéutico como la heroína, así como quienes utilizan agujas esterilizadas, tienen menor incidencia de estas enfermedades.

FENCICLIDINA (PCP)
Las fenciclidinas son "anestésicos disociativos" con un mecanismo de acción muy diferente del de otros alucinógenos. En la cultura de las sustancias se emplean para experiencias que "alteran la mente". Tienen un gran potencial de toxicidad crónica. La PCP y sus análogos, incluso cetamina, son los fármacos "fantasmas" de la actualidad que pueden producirse a bajo costo y con facilidad mediante ingredientes disponibles en cualquier sitio. Su uso se ha incrementado entre grupos minoritarios y jóvenes de pocos recursos, pero es infrecuente entre las poblaciones "especializadas en sustancias". Cerca de 95% de los consumidores no experimenta crisis, pero la proporción de 5% que se intoxica de manera grave plantea un problema de tratamiento difícil. El consumidor puede alterar, sin advertencia previa, entre coma y violencia. La PCP origina sus efectos fijándose a la alta afinidad de los receptores de PCP en el cerebro. También parece que los receptores de PCP generan sustancias llamadas opioides sigma, que ocasionan efectos psicotomiméticos en seres humanos. La investigación muestra que los receptores de PCP son más densos en el hipocampo, la corteza frontal y el colículo superior. Al fijarse a los receptores de PCP, una sustancia bloqueará el receptor de glutamato del tipo del ácido N-metil-D-aspártico (NMDA), que se vincula con la excitación del sistema nervioso central. Así, un agonista de PCP tendrá un efecto antiexcitatorio sobre el sistema nervioso. El término "síndrome por PCP" se ha utilizado para describir el patrón de toxicidad por esta sustancia. Se manifiesta en las cuatro etapas siguientes, que pueden ser sucesivas o no:
Etapa 1 (Toxicidad Aguda por PCP): Las reacciones de toxicidad aguda por PCP son resultado directo de intoxicación por esta sustancia, y pueden consistir en coma, hipertensión, convulsiones, depresión respiratoria, psicosis y agitación. Es posible que los pacientes que experimentan toxicidad aguda lleguen a las unidades de urgencias psiquiátricas con síntomas de paranoia, trastornos del pensamiento, negativismo, hostilidad e imagen corporal muy alterada, o bien se hayan enviado a tratamiento como resultado de su conducta agresiva y antisocial.Etapa 2 (Psicosis Tóxica por PCP): El desarrollo de psicosis tóxica prolongada, al parecer no se relaciona con las concentraciones sanguíneas tóxicas de PCP y no sigue inevitablemente a la etapa 1.
Etapa 3 (Crisis Psicóticas Precipitadas por PCP): En algunos sujetos, la PCP precipita una reacción psicótica que dura un mes o más, y que parece ser semejante desde el punto de vista clínico a la psicosis funcional. Las características de las crisis psicóticas precipitadas por PCP son del tipo esquizoafectivo, con aspectos paranoides y un trastorno de pensamiento en vaivén. La mayoría de quienes se encuentran en la etapa 3, tiene trastornos de personalidad extraña o excéntrica, y éste es un indicador pronóstico de primera importancia.
Etapa 4 (Depresión Inducida por PCP): La PCP a menudo origina una reacción depresiva con alteración cognoscitiva grave. La depresión puede aparecer después de cualquiera de las etapas previas, pero muchos clínicos no advierten el diagnóstico, en particular cuando ocurre después de la etapa 3. Este trastorno dura entre un día y varios meses, pero suele ser totalmente reversible tras la abstinencia de PCP.

ANFETAMINA PSICOTOMIMÉTICA:
Algunas de las anfetaminas tienen características similares a las de las drogas "psicodélicas". La MDA (3,4-metilendioxianfetamina), la MDMA (M-metil-3,4-metilendioximetanfetamina) y la MDE (N-etil-3,4-metilendioximetanfetamina) son algunas de las sustancias psicotomiméticas más populares. La MDA se conoce en algunas áreas como "drogas del amor". La MDMA es llamada "Ecstasy" y la MDE se denomina "Eve". Estas sustancias de "diseñador" tienen dos cualidades básicas: aumentan el discernimiento y la introspección/empatía, y estimulan el sistema nervioso central. En dosis bajas, MDMA y MDE pueden ocasionar un estado de bienestar y autocomprensión, empatía aumentada y disminución de las defensas psicológicas, lo que conduce a una comunicación abierta, sin embargo, a dosis más altas emergen las propiedades estimulantes de estas sustancias. La investigación ha revelado síndromes de toxicidad aguda a la MDMA (a dosis bajas, medias y altas), síndromes de toxicidad prolongada y síndromes de ansiedad inducidos por MDMA. Los síndromes de toxicidad aguda y prolongada se relacionan con la dosis y pueden tratarse como la toxicidad a estimulantes. Sin embargo, los síndromes de ansiedad inducida por MDMA, que surgen algún tiempo después de su ingestión o que persisten en ausencia de MDMA en los líquidos corporales, deben tratarse como trastornos de ansiedad. En los límites superiores de dosis o en individuos con problemas cardiacos subyacentes, MDMA, MDE y MDA pueden originar la muerte por hipotermia, fibrilación cardiaca u otras complicaciones. Los sujetos que utilizan MDMA sólo han informado náuseas, tensión fuerte en el maxilar y rechinido de dientes, tensión muscular aumentada, visión borrosa y distrofia posterior a su uso. Los estudios con animales sugieren la posibilidad de degeneración de las células nerviosas serotoninérgicas y disminución de serotonina con el uso crónico; no se conocen con claridad las consecuencias que esto tiene para los seres humanos.

INHALANTES
La inhalación para originar un estado de conciencia alterado es una práctica antigua. El término inhalantes generalmente se refiere a sustancias volátiles como pegamento, gasolina, solventes, limpiadores, rociadores de pelo, líquidos de corrección, nitrito de amilo y desengrasantes. El óxido nitroso, "gas hilarante", también se considera un inhalante. El inhalante está compuesto de diferentes sustancias que tienen distintos efectos y toxicidades. Sin embargo, casi todas las sustancias son productos que pueden encontrarse en cualquier lugar cercano. Como grupo, son baratos, legales y fácilmente accesibles, en particular los solventes orgánicos. Los inhalantes generalmente son utilizados por individuos que tienen menos de 20 años de edad. Es poco usual que un sujeto que abusa de solventes aparezca en el hospital o como paciente externo para su tratamiento. Una persona sin experiencia puede sufrir anoxia o fibrilación ventricular, que progresan hasta la muerte. Los antecedentes proporcionados por el paciente o sus familiares, constituyen la fuente más importante de información acerca de los inhalantes. El DSM-IV caracteriza la intoxicación por inhalantes, al mencionar 13 síntomas posibles, incluyendo euforia, escasa coordinación, lenguaje "arrastrado" y marcha inestable. El individuo intoxicado por inhalantes puede parecerse claramente al alcohólico "ebrio", pero sin olor a alcohol. El DSM-IV reconoce delirio, demencia persistente, trastornos psicóticos con delirios y con alucinaciones por inhalantes; también menciona dependencia y abuso. La mayoría de los inhalantes no ocasiona cambios crónicos o irreversibles. Sin embargo, algunos (tolueno) pueden originar demencia, ataxia cerebral y espasticidad irreversibles si se inhalan de manera crónica.

MARIGUANA:
La mariguana, el hashish y otras preparaciones de cannabis tienen propiedades alucinógenas y sedativas. El componente activo principal es el tetrahidrocanabinol (THC). En dosis de baja a moderada, la mariguana casi siempre ocasiona una sensación de bienestar, relajación y desinhibición emocional. Puede ocurrir un grado variable de distorsiones sensoriales y preceptúales, más leves que las relacionadas con LSD. Son frecuentes el incremento de los índices cardíacos y del pulso, y una ligera reducción en la presión sanguínea. A dosis altas, origina efectos parecidos a los de LSD, como alucinaciones, pensamiento desorganizado, angustia, paranoia, agitación y reacciones psicóticas raras acompañadas algunas veces por ira y violencia. El DSM-IV describe la intoxicación, el delirio, el trastorno psicótico con delirios y el trastorno de ansiedad, todos por cannabis. Puede desarrollarse tolerancia a la misma, y también se ha visto un síndrome leve de abstinencia que consiste en insomnio, ansiedad, intranquilidad, transpiración, pérdida de apetito y malestar estomacal. El uso intenso crónico afecta el funcionamiento pulmonar y suprime la testosterona (un problema particular de los adolescentes) y el sistema inmunitario. Perez-Reyes (1988) informó que los efectos de la mariguana y el alcohol parecen aditivos, ya que aquélla aumenta los efectos del alcohol sobre las habilidades psicomotoras. Lukas (1992) encontró que la mariguana también puede alterar la biodisponibilidad del alcohol, reduciendo el nivel máximo en plasma. Un pequeño grupo de usuarios crónicos de mariguana satisface los criterios diagnósticos del DSM-IV para la dependencia de mariguana. Estos individuos típicamente la fuman a diario y tienen historias familiares y personales de dependencia a sustancias psicoactivas. Algunas veces, un sujeto con dependencia de otra sustancia (alcohol o cocaína) puede percibir a la mariguana como benigna e intentar usarla de manera controlada mientras se abstiene de la sustancia primaria. De modo invariable, esta persona regresará al uso de la droga primaria después de usar la mariguana. La abstinencia de todas las drogas que alteran el estado afectivo es el aspecto más importante de la recuperación.
ALUCINÓGENOS:
Aunque el LSD es el alucinógeno que se conoce en mayor medida, la mariguana y la PCP también pertenecen a esta categoría. Además de los efectos por los cuales se consumen (euforia y alteraciones de la percepción de los estímulos visuales y auditivos), otros efectos incluyen ilusiones y alucinaciones, juicio insuficiente, alteraciones de la percepción de tiempo y espacio, conciencia alterada sin delirio, sedación, sobreestimulación y alteración intelectual. Los alucinógenos originan con mayor frecuencia distorsiones preceptúales de un fenómeno real en el ambiente, en lugar de ocasionar un fenómeno inexistente. Así, los alucinógenos típicamente generan ilusiones en vez de alucinaciones.Toxicidad Aguda: En caso de toxicidad alucinógeno farmacológica aguda, los individuos se percatan de que han tomado una sustancia (LSD), pero se hallan en un estado grave de ansiedad y angustia. Sienten que no pueden controlar los efectos del fármaco, y quieren que se les rescate de su situación de inmediato. El diagnóstico depende de la comprensión adecuada de las fases de la experiencia alucinógena. Se puede considerar que la evolución del "viaje alucinógeno" (basado en la ingestión de 100 a 250 mg de LSD) consta de tres frases sobrepuestas. La duración precisa de cada fase dependerá de la dosis, la idiosincrasia individual y el ambiente en que se ingiere la droga.
1. Fase 1 (Fase Sensorial): Esta fase que dura entre la ingestión y la quinta hora, se caracteriza por cambios sensoriales consistentes en efectos visuales, auditivos, táctiles, olfatorios, gestatorios y cinestésicos, y percepción de las funciones corporales internas.
2. Fase 2 (Fase Simbólica, de Recolección y Analítica): Desde la segunda hasta la octava horas, las manifestaciones consisten en aparición de imágenes visuales que se caracterizan por colores vívidos, "alucinaciones" (ilusiones), alteración de las percepciones visuales, cambios de humor y afecto, y alteraciones de la comunicación.
3. Fase 3 (Fase de Incremento de la Sensibilidad): Desde la segunda hasta la décima horas, se incrementa la introspección, integración y transformación de las percepciones. Las manifestaciones consisten en: 1) Preocupaciones por la filosofía, religión y cosmología; 2) Intensificación de los rasgos de carácter y conflictos psicodinámicos; 3) Intensificación de las emociones y 4) Sensación de que aumentan la percepción psicológica y la introspección.
Toxicidad Crónica: Son cuatro las reacciones crónicas que se reconocen a los alucinógenos o psicodélicos: 1) Reacciones psicóticas prolongadas; 2) Lagunas mentales; 3) Depresión de intensidad suficiente para poner en peligro la vida