viernes, 22 de noviembre de 2013

La pobreza de mi adicción y la riqueza de mi recuperación

stay strong1 La pobreza de mi adicción y la riqueza de mi recuperación
Es curioso. Cuando me rendí ante mi adicción lo tenía todo. Tenía hasta un gran vacio lleno de muchas cosas. Muchos me admiraban y sin embargo lloraba todas las noches sin comprender mi tristeza. En recuperación doy gracias constantemente, me río mucho y sin embargo tengo muy poco. Nadie desea lo que yo tengo, es muy poco verdaderamente.

El mundo de mi adición

Tenía un buen trabajo, una profesión, casa propia, dos autos, buena ropa y accesorios de moda. Era reconocido y admirado por muchos. Ah!, también tenía poder y conocia personas influyentes. Era un hombre “importante”, creía. Tenía una sed y una ambición sin límites, sin fondo. Nada era suficiente. El hueco parecía crecer mientras lo llenaba, se expandía. Sentía un vacio inconmensurable, inexplicable para quienes me conocían. Yo tampoco lo comprendía. ¿Cómo era posible tanta infelicidad con tanta abundancia?

El mundo de mi recuperación

Estoy desempleado, no práctico mi profesión, vivo alquilado, no tengo auto. Mi ropa es poca y no llevó accesorios. No soy reconocido, ni admirado. Paso desapercibido. El poder esta bien lejos de mi. No tengo acceso a personas influyentes. Soy un hombre insignificante. Me siento lleno. No deseo lo que otros tienen. Vivo feliz. Todas las noches doy gracias. ¡Hasta por el cáncer que tengo!

La paradoja de la recuperación

La recuperación ha sido buena conmigo. Me ha dado todo lo que siempre deseé, llenó mi vacio. Sí, no ha sido como pensé. El camino espiritual es una paradoja. Soy rico cuando menos tengo, bondadoso cuando necesito mucho, ganador cuando me rindo. Cuando la vida no me pertenece, cuando la muerte se hace patente, entonces la vida es mia verdaderamente.
Foto original por: MichaelBmxking via Compfight cc (editada)

No hay comentarios:

Publicar un comentario