domingo, 6 de octubre de 2013

Algo que escribí en un momento realmente duro de mi vida

Kike Sanz

Ordenando papeles y revisando viejas libretas, he encontado algo que escribí en un momento realmente duro de mi vida, un momento en el que mi adicción estaba en uno de sus peores momentos y aun despues de tanto tiempo, al leerlo he sentido la angustia de aquellos momentos. Esto puede ser parte de la vida de cualquier adicto en activo.

No estoy bien, no sé lo que me pasa pero no estoy bien. No encuentro motivos, no encuentro motivación, solo veo oscuridad. Alguien secuestro la luz mientras estaba distraído y no me la quiere devolver, busco desenfrenadamente algún resquicio de luminosidad pero no encuentro nada.

Agobio, asfixia, desorientación, sensación de descontrol y la luz sigue sin aparecer....

Intento reflexionar sobre lo que ha sucedido, intento averiguar en qué momento me quede a oscuras y no logro recordarlo, por favor que alguien me ayude, no lo soportare mucho tiempo más.

Mis días se están haciendo eternos porque nunca llega a amanecer, la noche sin luna lleva demasiado tiempo aposentada en mi vida y no puedo más.

Luz, luz por favor, algo de luz, mi piel se vuelve cetrina, mi corazón se oscurece también, mis ojos se transforman poco a poco y los poros de mi piel se abren para dejar a mi esencia salir a través de ellos.

Vivo en la penumbra, ya no distingo los colores y todo se está desmoronando. Intento buscar a alguien que trafique con luz pero no lo encuentro, solo aquello que aun oscurece mas la noche es lo que me ofertan, pero ni rastro de luz.

Busco desesperadamente, remuevo entre los escombros de mi vida pero no encuentro nada, solo eso, lo de siempre, oscuridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario