A veces, incluso veo personas.

Kike Sanz

No entiendo porque algunas personas se atreven a emitir juicios de valor sin conocer a las persona, no entiendo porque adoptan esa postura tan prepotente ante los demás, no entiendo porque alegremente se juzga a las personas sin siquiera conocer que es lo que existe entre bambalinas, no entiendo porque con tal severidad ciertas personas relegan a los ENFERMOS adictos a ciudadanos de tercera, cual infectado por la peste bubónica del siglo XIV.

Me gustaría hacer auto-critica sobre este tema y empezare diciendo que si que es verdad que en ocasiones, somos los propios enfermos los que en lugar de normalizar nuestra situación, la escondemos y la sentenciamos a la clandestinidad con todo lo que ello conlleva.

Yo personalmente no lo hago, desde luego que no voy con una pancarta anunciando mi condición pero tampoco lo escondo si me lo preguntan, y no dudo en hablar de ello si la ocasión lo requiere.

Yo he decidido hacer de mi debilidad mi fortaleza, no me avergüenzo de estar enfermo por muchos motivos, en primer lugar porque yo no elegí esta enfermedad. De acuerdo que yo empece a consumir tóxicos y esto provoco que desarrollase la enfermedad de la adicción, pero os aseguro que cuando consumía no quería ser adicto al igual que un diabetico no elije serlo.

Cada día estoy mas convencido de que esta enfermedad, dentro de lo dura que es, me ha ayudado y mucho, me ha dado la posibilidad de replantearme mi vida, de cambiar muchas cosas de mi que no eran positivas y de tener un crecimiento personal al que quizás nunca hubiese llegado de no haber tenido esta enfermedad, y con esto no quiero ensalzar nada, ni ponerme medallas, pero si reconocer que a mí recuperarme de esta enfermedad, me ha hecho mejor persona.

Quizás si entiendo a medida que voy escribiendo a la gente que emite juicios de valor, a los que con su actitud prepotente etiquetan a los adictos, ahora lo veo claro es una cuestión de información, me gustaría pensar.

Yo personalmente defiendo día a día a tod@s los enfermos mentales, cerebrales o como los queráis llamar, yo soy uno de ellos y soy tan persona como cualquier ciudadano de a pie que no sufre alguna de estas enfermedades, así que, solo me falta decir que cada cual, en la oscuridad que precede al momento en que nos dormimos, haga su auto-evaluación y revise no su vida, sino como la vive.