Kyra Peña
Los efectos del consumo de una droga dependen de las características de la sustancia en sí, la persona que la consume y su entorno. La ketamina es un anestésico disociativo, alucinógeno a dosis altas, que se utiliza básicamente en veterinaria y hoy en día se utiliza poco en humanos por sus riesgos. Uno de sus efectos es la sensación de disociacion: aparece un estado de diferenciación cuerpo-mente y posteriormente una amnesia muy intensa acompañada de ausencia de dolor (analgesia) Los efectos duran de 1 a 2 horas.
A dosis bajas sus efectos son similares a los de la embriaguez por alcohol. Se produce pérdida de coordinación y equilibrio, dificultad para caminar, hablar y pensar, visión doble o borrosa, distorsiones de sonidos, entumecimiento de las extremidades. En dosis moderadas pueden aparecer efectos psicodélicos y en dosis elevadas pueden producirse experiencias alucinatorias muy intensas y estados disociativos que hagan que el consumidor se sienta distanciado de su propio cuerpo e incluso cercano a la muerte.
Los efectos secundarios son: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, flashbacks y ataques de pánico. Se puede dar también bradicardia, hipertensión, depresión respiratoria leve, alteraciones del sueño y ansiedad.
Los riesgos derivados del consumo regular son daño cerebral a largo término, problemas de memoria, concentración o deterioro de las habilidades lingüisticas. Trastornos psicológicos como ansiedad, depresión o psicosis. Posibilidad de tener accidentes y daños físicos por la pérdida de equilibrio o dificultad para reaccionar por el estado de aneste
La intoxicación aguda o sobredosis puede suponer un pérdida total de la conciencia o un estado de coma con todos los riesgos que esto comporta.
La mezcla con alcohol y otras drogas es muy peligrosa, aunque es una droga ya muy peligrosa por ella misma.
Los efectos del consumo de una droga dependen de las características de la sustancia en sí, la persona que la consume y su entorno. La ketamina es un anestésico disociativo, alucinógeno a dosis altas, que se utiliza básicamente en veterinaria y hoy en día se utiliza poco en humanos por sus riesgos. Uno de sus efectos es la sensación de disociacion: aparece un estado de diferenciación cuerpo-mente y posteriormente una amnesia muy intensa acompañada de ausencia de dolor (analgesia) Los efectos duran de 1 a 2 horas.
A dosis bajas sus efectos son similares a los de la embriaguez por alcohol. Se produce pérdida de coordinación y equilibrio, dificultad para caminar, hablar y pensar, visión doble o borrosa, distorsiones de sonidos, entumecimiento de las extremidades. En dosis moderadas pueden aparecer efectos psicodélicos y en dosis elevadas pueden producirse experiencias alucinatorias muy intensas y estados disociativos que hagan que el consumidor se sienta distanciado de su propio cuerpo e incluso cercano a la muerte.
Los efectos secundarios son: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, flashbacks y ataques de pánico. Se puede dar también bradicardia, hipertensión, depresión respiratoria leve, alteraciones del sueño y ansiedad.
Los riesgos derivados del consumo regular son daño cerebral a largo término, problemas de memoria, concentración o deterioro de las habilidades lingüisticas. Trastornos psicológicos como ansiedad, depresión o psicosis. Posibilidad de tener accidentes y daños físicos por la pérdida de equilibrio o dificultad para reaccionar por el estado de aneste
La intoxicación aguda o sobredosis puede suponer un pérdida total de la conciencia o un estado de coma con todos los riesgos que esto comporta.
La mezcla con alcohol y otras drogas es muy peligrosa, aunque es una droga ya muy peligrosa por ella misma.
A dosis bajas sus efectos son similares a los de la embriaguez por alcohol. Se produce pérdida de coordinación y equilibrio, dificultad para caminar, hablar y pensar, visión doble o borrosa, distorsiones de sonidos, entumecimiento de las extremidades. En dosis moderadas pueden aparecer efectos psicodélicos y en dosis elevadas pueden producirse experiencias alucinatorias muy intensas y estados disociativos que hagan que el consumidor se sienta distanciado de su propio cuerpo e incluso cercano a la muerte.
Los efectos secundarios son: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, mareos, flashbacks y ataques de pánico. Se puede dar también bradicardia, hipertensión, depresión respiratoria leve, alteraciones del sueño y ansiedad.
Los riesgos derivados del consumo regular son daño cerebral a largo término, problemas de memoria, concentración o deterioro de las habilidades lingüisticas. Trastornos psicológicos como ansiedad, depresión o psicosis. Posibilidad de tener accidentes y daños físicos por la pérdida de equilibrio o dificultad para reaccionar por el estado de aneste
La intoxicación aguda o sobredosis puede suponer un pérdida total de la conciencia o un estado de coma con todos los riesgos que esto comporta.
La mezcla con alcohol y otras drogas es muy peligrosa, aunque es una droga ya muy peligrosa por ella misma.
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